ASESINATO CREATIVO V

Venga. Animaos a entrar en este juego literario virtual. Tirad un poquito hacia atrás, a través de este enlace, para conocer la historia. En menos de diez minutos estáis al día. Y si no… incorporaos ahora. Es fácil de seguir.

 

Capítulo 5.

 

 

  • A ver Laura, prepáranos el reservado.
  • ¿Serán tres, Juez Bárcenas?
  • De momento. Pero en un rato se nos unirán unos cuantos más a la juerga. Que esperen fuera, en la barra, tomando lo que quieran, hasta que yo avise.

 

Como nada que hiciera o dijera Bárcenas podría ya sorprenderla, a Laura no le extrañó que el Juez, un acusado de asesinato y el prestamista a gabela más conocido y peligroso de la ciudad estuvieran ahí dentro, en su bar, compartiendo unas cañas.

 

  • Perniles, ¿tú sabes de qué va esto?
  • ¡A mí que me registren, Laurita, bonita!
  • ¿Una caña?
  • Y dos. Pero empecemos por la primera. Que de aquí no me muevo hasta saber qué se traen éstos entre manos.

 

Laura sirvió las bebidas que habían pedido en el reservado, puso la MTV a un volumen más alto de lo normal y se alejó al extremo de la barra más lejano del reservado, arrastrando consigo al Perniles.

 

  • Perniles, ¿te juegas las cañas a los chinos?
  • Jajajaja. Como si tuviera alguna posibilidad de ganarte… en fin. Dejemos que el Juez arregle sus asuntos con discreción. Aunque sabes que terminaré enterándome de qué pasa de todas formas ¿verdad? – dijo el Perniles mientras le guiñaba un ojo a una Laura que no pudo sino sonreír mientras sacaba el puño derecho, cerrado, diciendo eso de…
  • ¡Cuatro, con las que tú lleves!

 

Mientras, en el reservado, Bárcenas, Bermellón y El Sereno se miraban con la expresión de estar en el cásting de una película de Tarantino. Y como en buena lógica le correspondía, el juez tomó las riendas de la conversación.

 

  • Sereno, por si no lo sabes, éste es el tipo por el que has fiado 30.000 euros.
  • Lo sé. Pero no entiendo…
  • Tranquilo. Yo te explico. ¿Tú sabes lo que es el Crowdfunding?
  • Señoría, con todos mis respetos… ¿me va usted a vacilar?
  • Que no Sereno, que no. No te pongas nervioso. Déjame que te explique. ¿Tú sabes para qué son los 30.000 euros que has puesto como fianza esta mañana?
  • Pues para que el lila éste salga a la calle, digo yo.
  • Sereno, coño, eso es evidente. Pero ¿para qué más?
  • Pues, la verdad, no se me ocurre. Aparte de para cobrar el 20 por ciento de intereses de dicha cantidad, lo pague el lila o lo pague su señoría… se entiende.
  • Sereno, ¿a ti te gusta el cine?
  • Pues sí. Siempre que haya tiros y persecuciones en la película.
  • A ver, Bermellón. ¿Va a haber muchos tiros y persecuciones en nuestra película?

CONTINUARÁ