Corto Maltés navega por ‘Océano negro’

En el imprescindible documental ‘Hugo Pratt en África’, que pueden (y deben) ver en Filmin, hay un momento en que el narrador dice que el célebre dibujante y guionista estaría encantado de que otros artistas continuaran con las aventuras de su personaje más icónico, Corto Maltés, llevándole más allá y haciéndole transitar por nuevas e inexploradas sendas. 

Eso es justo lo que hace ‘Océano negro’, el álbum más reciente de la saga, escrito por Martin Quenehen y dibujado por Bastien Vivès, al que se define como ‘enfant terrible’ del cómic francés contemporáneo y cuyo trabajo artístico, en un radical blanco y negro trufado de una infinita gama de grises, resulta fascinante.

En este nuevo cómic “inspirado en la obra de Hugo Pratt”, Quenehen y Vivès se traen a Corto Maltés al mundo (casi) contemporáneo. Conocemos al mítico personaje convertido en un navegante joven que pilota una lancha con la que se aborda a un yate para cometer un robo. En principio, debería ser un golpe limpio, sin violencia. Pero los socios de Corto tienen otros planes. De ahí que el navegante rompa la sociedad y salve a un anciano japonés empeñado en no perder el libro que lleva entre sus manos. Un libro que contiene las claves para encontrar… un tesoro. ¡Cómo no! 

A partir de ahí, Corto Maltés viajará por medio mundo siguiendo las pistas que ha dejado Inca Garcilaso de la Vega, poeta del Siglo Oro español. En ese viaje compartirá aventuras con Freya, una periodista freelance que trabaja por defender el medio ambiente, y con Rasputín, por supuesto. ¡Incluso con Colin Powell, el secretario de Defensa norteamericano!

Corto Maltèse – Océan noirScénario : Hugo Pratt, Martin QuenehenDessin : Bastien Vivès

¡Qué gustazo ha sido acompañar a este Corto Maltés redivivo en su travesía por las aguas de ‘Océano negro’! La propuesta argumental de Quenehen me ha encantado y, sobre todo, destacaría la radicalidad estética de Vivès. Sus páginas mudas son un auténtico alarde. Échenle un ojo a las páginas en que se cuenta una fuga y que culminan en la portentosa y minimalista página 97. ¡Menos es más! Y atención al episodio que transcurre en la Mezquita de Córdoba. Tener a Corto Maltés en casa es un lujazo. Ahí lo dejo. 

Si el 2020 fue mi año Tintin, este 2021 ha estado presidido por un navegante que se talló la línea de la suerte en la mano con una navaja. Como soy un lector-comprador tan voraz y compulsivo como indisciplinado y desordenado, ha sido necesario que Norma Editorial haya vuelto a sacar todo Corto Maltés, en orden cronológico, para leerlo completo y de una vez. Sin prisas, pero sin pausas. 

De hecho, si me decidí a coleccionar todo Corto Maltés fue por la revisión del personaje que hicieron Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero, que publicarán un nuevo álbum del aventurero en 2022. Tras las excitantes ‘Bajo el sol de medianoche’ y ‘Equatoria’, el puntilloso rastreo de los orígenes del personaje en ‘El día de Tarowean’ fue el bombazo que necesitaba para terminar de espolear mi ansia enciclopédica por el personaje.

Pero lo mejor es que 2022 seguirá siendo muy de Corto. Esta Navidad quiero leer ‘Hugo Pratt. La mano de Dios’, de Ángel de la Calle, y el recién publicado ‘Una cita pendiente. Viaje por los Mares del Sur’, del propio Pratt. Se trata de un libro-objeto bellísimo repleto de ilustraciones, mapas y viñetas que acelera el pulso con solo abrirlo y hojearlo. 

Corto Maltés no se acaba nunca. Estoy feliz con este universo expandido que no hace sino agigantar la obra original de Pratt. Me pasa lo mismo que con Manuel Vázquez Montalbán y los cómics de Seguí y Migoya sobre las novelas de Carvalho. Acaba de llegar a la librerías ‘Los mares del sur’, igualmente editado por Norma. ¡Qué casualidad!

Para mí, es la mejor historia del detective de la Transición. Y leerla en cómic le da otra dimensión. Volveremos sobre ella próximamente.

Jesús Lens

Irene Rodríguez Aseijas e Ibón Martín, ganadores del II Premio Paco Camarasa de novela negra

Un galardón ex aequo. Compartido. Justa y necesariamente. La II edición del Premio Paco Camarasa de novela negra que entregamos nueve festivales de género negro españoles ha sido para ‘El chico del cartón de leche’, de Irene Rodríguez Aseijas, y ‘La hora de las gaviotas’, de Ibón Martín. El galardón fue creado en 2020 para reconocer novelas de autores menores de 45 años o mayores cuya novela sea la primera de género negro. Este año, los festivales que otorgamos el premio hemos decidido reconocer a ambas novelas tras el empate en las votaciones.

Además de las dos premiadas, optaban a este galardón otras cuatro novelas finalistas: ‘La dentellada’, de Eduard Fernán-López; ‘9 corto’, de Carmen J. Nieto, ‘Sublimación’, de Clara Peñalver y ‘Los gatos salvajes de Kerguelen’, de Marta Barrio.

Novelas muy diferentes entre sí que, con el noir como hilo central, abordan cuestiones de la máxima actualidad como el cambio climático y la ecología, las distopías o la gentrificación de las ciudades. Es lo que más nos gusta del género negro-criminal: su imbricación con la realidad social del momento.

‘El chico del cartón de leche’, de Irene Rodríguez Aseijas, es una novela atrevida con diversos materiales narrativos destinados a producirnos una continua desazón ante lo inexplicable. Las desapariciones de diversos niños a lo largo del espacio y del tiempo nos arrastrarán con un estilo limpio y preciso, que araña al lector.

Por su parte, ‘La hora de las gaviotas’, de Ibón Martín, es un thriller sinuoso, magnético e impecable que nos enfrenta al peor de los enemigos: el odio visceral que late escondido en todos nosotros. La suboficial Ane Cestero y su unidad especial tendrán que dar caza a un asesino feroz e implacable, capaz de ocultarse a la vista de todo un pueblo.

 

Irene Rodríguez Aseijas ha mostrado su “agradecimiento al jurado del premio. La novela negra es, en mi opinión, un género mucho más complejo de lo que pueda parecer. Tras su aparente ligereza nos permite asomarnos a los rincones más turbios de nuestra naturaleza. Es un honor recibir este premio por una novela que trata de poner el foco en el drama de los menores desaparecidos, y compartirlo con un autor cuyo trabajo también respeto”.

Ibón Martín se ha declarado “tremendamente feliz por recibir el premio Paco Camarasa, porque viene precisamente de quienes más hacen por difundir el género negro. Que los festivales de novela negra más prestigiosos se unan para para elegir la mejor novela negra del año y que La hora de las gaviotas haya sido una de las dos escogidas me parece la mejor noticia que puede recibir un escritor. Es un empujón muy grande para seguir adelante. Muchísimas gracias al jurado y a los nueve festivales, que tienen todo mi cariño”.

Además de reconocer el trabajo de los ganadores, este premio pretende honrar la memoria del librero valenciano Paco Camarasa, que regentó durante 12 años la librería Negra y criminal en la Barceloneta. Camarasa puso al alcance del público las mejores novelas de género negro, tanto nacionales como internacionales, y siempre luchó por descubrir nuevos talentos, a muchos de los cuales apadrinó en su librería.

El premio, que no tiene dotación económica y es de carácter anual, también persigue el objetivo de impulsar la carrera literaria del premiado. Por ello, el ganador de cada edición –en este caso, ganador y ganadora–, recibirán invitación para acudir a los nueve festivales que otorgan este premio: Aragón Negro, BCNegra, Las Casas Ahorcadas de Cuenca, Getafe Negro, Semana Negra de Gijón, Granada Noir, Pamplona Negra, el Congreso de Novela y Cine Negro de Salamanca y Valencia Negra.

Jesús Lens