Desertores de Oxford

¿Cómo va esa Semana Santa? Al margen de si le gustan a usted las procesiones o es más de bajarse a la Costa Tropical, subir a Sierra Nevada o disfrutar del cordero segureño en la Zona Norte, son días muy apropiados para dedicar horas y horas a una lectura tranquila y sosegada.

Días, por tanto, para entregarse a un tocho gordo de esos que imponen respeto. “Los desertores de Oxford Street”, por ejemplo. Publicada por Algaida, la novela de José Luis Ordóñez se acerca a las 700 páginas de puro folletín, concepto muy a reivindicar y que nada tiene tiene que ver con nuestras famosas folletás o, más cariñosamente, nuestras folletaícas.

“Los desertores de Oxford Street”, que me enamoró desde que José Luis mostró la portada, presidida por un objeto que entendemos es una Máquina del Tiempo, cuenta el enfrentamiento definitivo entre el profesor Van Helsing y uno de los archienemigos más letales de la humanidad: el conde Drácula.

Un gozoso pastiche, otra palabra a la que José Luis Ordóñez contribuye a despojar de su carga peyorativa, por el que también desfilan H.G. Wells, Wyatt Earp, Bram Stoker, Julio Verne -su discurso sobre la alternativa es una gozada- o el mismísimo Hitchcock.

La novela presenta, también, a Emily, la sobrina de Van Helsing, una mujer de acción, una heroína que sirve para actualizar el folletín decimonónico al siglo XXI. “Los desertores de Oxford Street” es una historia de pura acción en la que el ritmo es la clave. Un ritmo marcado por la habilidad de José Luis Ordóñez con los diálogos, en los que se nota su experiencia como autor de teatro.

En una época de vertiginosos cambios científicos como la que vivimos, encaja perfectamente una novela que nos devuelve a aquellos años mágicos en los que la imaginación estaba al servicio de la ciencia, hasta el punto de convertir a la máquina del tiempo en paradigma, quintaesencia del desarrollo tecnológico. Justo como ocurre ahora en series como “Dark”, “El Ministerio del Tiempo”, el proyecto “Cloverfield” o la mismísima “Interestelar” de Nolan.

Aprovechen estos días más tranquilos para leer “Los desertores de Oxford Street”, además, porque el viernes 13 -ejem, ejem- viene el autor a Granada y presentaremos su novela en la librería Picasso. Una inmejorable ocasión para hablar de vampiros, terror y la no linealidad del espacio-tiempo.

Jesús Lens