EL SONIDO DE LA NOCHE

Amigos, ahora que termina el verano y que las noches volverán a empezar silenciosas, una recomendación literaria:  «El sonido de la noche», de Xavier B. Fernández, publicada por la editorial Martínez Roca y que mi amigo Colin, concretamente, debería leer sí o también.

En clave de jazz, se desarrollan las cuatrocientas páginas de una novela que mezcla tanto géneros como personajes reales y de ficción, conduciéndonos por una Barcelona que, aún consumida por la ruindad y la mezquindad de los vencedores y los aprovechados, sigue exudando la magia que la caracteriza, de Gaudí a Tete, pasando por la vigorosa Barceloneta y por esos cafés en los que un viejo manco, ora teclea novelas del Oeste en una ajada máquina de escribir, ora juega al ajedrez.  (¡Y el Jamboree, Colin!)

 

Leed la reseña completa que hemos publicado en La Gangsterera, a través de ESTE enlace…

 

Jesús Lens.  

BALCONING

– Otro caso de balconing, Capitán. Estos jóvenes no están bien de la azotea, puede usted creerme. Y cuanto más sale lo del balconing en la prensa, peor. Cada vez son más lo que se tiran, ciegos perdidos…

Y mientras escuchaba al agente dirigirse a su Capitán, Soledad callaba.

Andrés solía beber hasta emborracharse, todas las noches, durante sus vacaciones mallorquinas. Ésa, en concreto, también se había tomado un ácido. Por eso, al volver al apartamento, no le costó convencerle de que salieran a disfrutar de las Lágrimas de San Lorenzo. Y, una vez en el balcón, tampoco le costó excesivamente empujarle por la barandilla. La enorme altura de Andrés colaboró a que su caída fuera limpia e instantánea.

– Dos metros de tío estampados junto al borde de la piscina, Capitán. Debió darle el cangelo a la hora de saltar, intentaría recular y la inercia le arrastró. Muerte instantánea. Y ya van cuatro en lo que va de mes.

Y mientras escuchaba al agente seguir dirigiéndose a su Capitán, Soledad reía. Por dentro.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.