EPITAFIOS

Desde hace unos días, en la siempre sugerente y creativa Parida que coordina Andreu Martín, se ha convocado una curiosa iniciativa: escribir el propio epitafio.

Estos días he estado dándole vueltas al asunto.

Un epitafio no es cualquier cosa. Tiene que decir mucho en poco espacio. Y, sobre todo, lo dirá para siempre. Con lo que ello implica.

Mientras corría, esa sana y necesaria afición, se me ocurrieron un par de ellos que tenían que ver, precisamente, con ese deporte:

“Me cansé de correr”

Y en plan menos trascendental:

“De esta lesión no me recupero”

O, más genérica:

“De ésta no salgo”

Luego me dio por pensar en otras más normales, más relacionales:

“¿Qué cuentas?”

o

“¿Qué hay de nuevo?”

o

“Que tengas un buen día… tú que puedes”.

Un tema interesante, el de los epitafios.

A ver. Aunque tenga su punto de morbo. ¿Qué epitafio elegirías tú para que te acompañara toda la eternidad?