EL MA MÁS MESTIZO: ORQUESTA CHEKARA & RODRÍGUEZ CELTIC BAND

Vamos con una de mestizaje musical. El jueves 9 de julio, en el Nuevo Centro Cultural de CajaGRANADA tenemos dos citas musicales tan imprescindibles como consecutivas.

A las 9 pm, en el teatro Isidoro Máiquez y por un más que módico precio, toca la famosa y explosiva Orquesta Chekara de Tetuán. Música andalusí de pura cepa… pero bien mezclada. Atentos a los vídeos.

 

Y gratis total, en la Plaza de las Culturas, pasando la fastuosa puerta del MA, a las 22 (esperemos que nos esperen a quiénes estamos con la Chekara) los célticos, vibrantes y granadinos, muy queridos por este Blog, Rodríguez Cétic Band, la versión de cámara de los míticos Supervivientes.

 

Yo, desde luego, no me los pierdo, ni a unos ni a los otros.

 

¿Nos vemos?

 

Lens mestizo total.

CONEJITOS SUICIDAS Y CABRONES

Vamos con otra de tebeos. Pinché el disco de Salif Keita y, al ritmo del «Tekeré», canción que sí había oído, pero que me fascina, empecé a leer un álbum naranja que, se devora en diez atropellados minutos. No más. Aunque después se vuelve al mismo, para paladear cada viñeta. Despacio.

 

El libro de los conejitos suicidas
El libro de los conejitos suicidas

«El libro de los conejitos suicidas», de Andy Riley es una pasada auténtica. La verdad es que Talía y yo ya alucinamos cuando Lillian nos enseñó dos o tres de las subversivas viñetas que lo componen. Unas auténticas animaladas, en todos los sentidos de la expresión. Y mira que el dibujo es básico y simple…

 En serio: ¡leánlo!

Pero la pregunta es, por supuesto, ¿resulta legítimo descojonarse a lo bestia de un tema tan teóricamente serio como es el suicidio?

 ¿Les hace gracia?

Porque, créanme, Riley es un salvaje que se inventa las formas más sofisticadas, cafres, dolorosas, imaginativas y crueles que existen para propiciar el suicidio de sus conejitos. Y, como en las mejores películas de terror, no puedes evitar mirar unas imágenes que, por un lado, hieren tu sensibilidad, pero por otro, te obligan a no despegar la vista de la imagen.

 ¡Hay que ser retorcido!

Y, además, te llevan a prorrumpir en carcajadas salvajes, políticamente incorrectas como ninguna.

 

¡Quién dijo miedo!
¡Quién dijo miedo!

Y no sé si está bien reírse de algo tan serio como la muerte y el suicidio, la verdad.

 Suicidarse es un arte

¿Qué opinan?

 

¡Ahhhhhh!
¡Ahhhhhh!
¡Diga usted que sí! Eso es arte
¡Diga usted que sí! Eso es arte
La decapitación que a Talía y a mí nos dejó patidifusos
La decapitación que a Talía y a mí nos dejó patidifusos

Jesús Lens, auténticamente acojenado.