Cuando opositaba para juez, le cantaba los temas a mi perro Dic y al final sabía más Derecho Romano que yo

 

Foto: Alfredo Aguilar

Buenas, soy Emilio Calatayud. Os cuento una batallita de un señor de mediana edad (ja, ja, ja)  que también fue estudiante no hace tanto (ja, ja, ja).  Os conté el otro día que preparé las oposiciones para ser juez en un piso de Madrid en el que hacía más calor que un horno. Estábamos todo el día y toda la noche en bañador.

Yo le cantaba los temas a mi perro Dic (sí, como el güisqui) y al final acabó sabiendo más Derecho Romano que yo.  Era un pastor alemán muy listo.

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