Jóvenes, cuando yo era niño, el Viernes Santo cerraban las tascas y no existía el botellón

 

Foto: Ramón L. Pérez

Buenas, soy Emilio Calatayud. Viernes Santo, un día señalado para los que, como yo, somos católicos, apostólicos y romanos (aunque no todo lo practicante que debiera). Chavales, cuando yo era niño, el Viernes Santo cerraban las tascas, el botellón no existía y hasta se apagaba la radio en señal de luto.

Soy un extraterrestre llegado de un planeta que ya no existe: el pasado.

Cuidaros.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.