Ponerse la mascarilla delante de un familiar no es desconfianza, es que le quieres. Y él lo sabe

 

Buenas, soy Emilio Calatayud. Esto de la mascarilla nos está cambiando. También en la forma de comunicarnos. Tenemos que estar adaptándonos constantemente. Y a los españoles, que somos muy de achuchones y de besos, pues nos cuesta más. Seguro que la mayoría de vosotros, a mí por lo menos me ha pasado, habéis pensado eso de ¡cómo me voy a poner la mascarilla para hablar con mi padre, mi madre o un hermano! ¡Van a pensar que soy un desconfiado!  Pues no, ponerse la mascarilla delante de un familiar no es desconfianza, es que le quieres. Y él lo sabe.

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