Cedamos el sábado a los mayores, que salgan tranquilos, se lo debemos, nosotros podemos esperar

 

Foto: Alfredo Aguilar

Hola, soy Carlos Morán. El gesto de ceder el asiento a una persona mayor es un signo de educación y respeto que, por fortuna, nunca se perdió del todo. Don Emilio propone ahora hacer lo mismo, pero con el desconfinamiento. «Cedamos el sábado a los mayores, a nuestros abuelos, que salgan tranquilos, se lo debemos. Nosotros podemos esperar. Sería un bonito homenaje. Después de los niños, los abuelos. Se lo pedimos a la sociedad y, por supuesto, a las autoridades. Que sepan cuánto les queremos y que somos conscientes de su sacrificio y su sufrimiento».

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