«Mi hijo tiene catorce años y fuma, ¿qué hago?» «Por lo menos, que no lo haga delante de los padres»

Lo primero es avisarle de los peligros que tiene el tabaco, que me imaginó que ya se los sabrá. Por falta de campañas no será. A estas alturas no me creo que haya nadie, joven o viejo, que no sepa que el tabaco es veneno. Parece mentira que, con toda la información que tienen ahora los chavales, se decidan a fumar. Y lo dice un fumador, pero, y no es excusa, yo no tuve esa información. Que un chaval de 14 años fume hoy es una pena.

Por lo menos, que no lo haga en presencia de los padres. Y luego habrá que registrarle los bolsillos y los cajones para tirárselo, pero, como el caso de los móviles, estaremos amparados por la defensa del interés superior del menor.

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