La ‘mili’ no, pero tres meses de instrucción, sí… y para ellos y ellas

Buenas, soy Emilio Calatayud. Nunca he sido muy militarista (por no decir nada). A mí el servicio militar (que era algo que existía antes y teníamos que hacer todos los hombres: lo aclaro para la generación ESO) me fastidió un trabajo de vendedor de papel que me gustaba y no se me daba mal. Vamos, que me partió la vida por la mitad. Así que, ya digo, soy poco defensor de la ‘mili’… Pero últimamente estoy empezando a pensar que no estaría de más que todos los jóvenes españoles de ahora tuvieran que hacer tres meses de instrucción militar obligatoria, lo que nosotros llamábamos ‘el campamento’. Creo que sería bueno para ellos y también para ellas: la autoridad y la disciplina son asignaturas pendientes. Eso de que alguien te diga: «¡Un, dos, un, dos… cuerpo a tierra, arriba!!» y tengas que hacerlo sí o sí, puede ser muy útil. Además, no vale preguntar. No sirve de nada. Si le dices al sargento: «¿Por qué tengo que hacer eso del cuerpo a tierra?», él responderá: «Porque lo digo yo».

14 Comentarios

  1. Pues yo me llevo todo el día haciendo ese campamento con mis hijos, jajaja. Vamos que «el porque te lo digo yo» desmonta cualquier «intento de sublevación ante un mandato de «vaciar el lavavajillas, por ejemplo».

  2. ¿Habrá sido este comentario inspirado en cierta conversación mantuvida en cierta gasolinera? Me hace pensar,,,,jeje saludos D.Emilio.

  3. No creo que el «porque lo digo yo» sea, en la actualidad, una buena instrucción, si que le explicaría a lo largo de esos tres meses, ya que no se hace ni en la escuela ni en la casa, lo que servicio público,lo que son derechos y deberes de los ciudadanos, lo que significan ciertos valores de honestidad, respeto, tolerancia, etc…, todo esto se lo explicaría durante tres meses sin salir de la acampada y comiendo un chusco con cualquier cosa, y si no les gusta que hagan como con las lentejas.

    Un saludo

  4. Yo hice la «mili»y todos mis recuerdos son satisfactorios, agradables, en fin muy buenos y aprendí que hay que obedecer para si es posible con posterioridad saber dirigir a los demás.
    Tuve la oportunidad de obtener el carnet primera especial con remolque, que para aquellos entonces costaba una fortuna en lo civil.
    Amistades que al día de hoy perduran.
    Pero sobre todo aprendí a respetar y a obedecer a quien me dirigía, a mantener amistades y a no tener miedo aunque algunos confundan o quieran influir en que se actuaba por miedo, yo nunca lo tuve…… ni lo tengo ahora y espero no tenerlo en el futuro y por cierto, «el rancho» era de primera, variado y muy abundante y ojalá hubiera ahora ese pan denominado «chusco»

  5. No quiero que vuelva la mili obligatoria aunque la disfracen de instrucción, de campamento, o de lo que sea. Tampoco estoy de acuerdo con la prohibición del preguntar.

  6. No crea que es es mala idea. Los beneficios que apunta no son baladí pero anote otro mas. Me refiero a ese convivir día a día, de jóvenes de todas las partes de España: navarros, andaluces, canarios, aragoneses…

    Desde luego para todos, todas y todes

    Y lamento mucho que la mili le fastidiara ese empleo de repartidor de papel que le gustaba y se le daba tan bien.

  7. La respuesta de » porque yo lo digo» no es realista. Nuestras fuerzas armadas están profesionalizadas y su cuadro de mando sobradamente preparado.
    Cuando se instrulle a los soldados se le explica el porque de las cosas, el motivo es que los conflictos armados actualmente se descentralizan los combates y tienen que saber sobradamente sus cometidos.
    Por otro lado, vivir en compañerismo y sufrir con otros solo puede hacer mejores a los que lo viven y comprender que lo que engrandece es la humildad.

  8. El problema de esta juventud esta precisamente en que en su casa no han tenido limites, y los limites existen y es una buena forma de que empiecen a conocer que hay limites mas aya del reforzamiento del yo, yo y nada mas que yo. que se consigue con esa falta de educación familiar que les falta a buena parte de nuestros jovenes. y hay que entender el sentido de las palabras del Señor Calatayud y no quedarse en la letra.

  9. Eso es lo que falta hoy por hoy a nuestros hijos el «Porque lo digo yo» Los hemos acostumbrado (Y que se salve el que pueda) a darle explicaciones por y para todo… «¡Te tienes que comer la verdura porque es sana y beneficiosa para tu salud, cielo mio! ¡Tienes que venir a tal hora porque más tarde te podrías encontrar con problemas, corazón!» y un largo etc que si a veces nos escucháramos nos darían arcadas.
    Todavía recuerdo las palabras de mi padre que en mi adolescencia me decía: «Estás bajo mi techo y las normas las pongo yo» Y fíjese con casi 48 tacos y ningún trauma. Con esto le quiero decir señoría que estoy totalmente de acuerdo con usted.
    Un saludo

  10. Por mi parte, a mí no me molestan ni la frase de la verdura, ni la frase de venir a tal hora. Cuando yo estoy en contra del regreso de la mili obligatoria, me da igual que dicha instrucción dure 3 meses, más de 3 meses o menos de 3 meses. En cuanto a lo de las normas del convivir los padres y madres con l@s hij@s adolescentes, estoy de acuerdo en que haya normas siempre que estas sean decentes e inofensivas para ambas partes. Y ambas partes son l@s hij@s adolescentes y los padres y madres de dich@s hij@s.

  11. «porque lo digo yo», y si un oficial médico te dice que le pongas un benzetacil a un paciente alergico a la penicilina ¿tembién habría que hacer caso al «porque lo digo yo»?¿aunque eso le pueda causar la muerte al ser alergico? ¿que beneficios tiene el hacer la instrucción? ya puestos la misma lógica tendría que para darles unos valores, le mandara yo a lavar enfermos, si a usted no le gusta esa profesión la va a realizar de mala gana y mal, el ejercito para el que valga y le guste, deje las cosas como estan

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