Una visita muy agradable, las puñetas y la «vejez»

Buenas, soy Emilio Calatayud. Esta mañana he tenido una visita muy agradable. Han venido a vernos varios chavales y educadores de la Asociación San José de Guadix, una entidad a favor de las personas con discapacidad intelectual que gestionan un centro que lleva a cabo una labor impresionante en la ciudad granadina. Atienden y forman a jóvenes con distintos niveles de discapacidad, y, en los casos más severos, lo hacen durante toda la vida de la persona. Los profesionales que se dedican a esto, aquí y en toda España, no deberían sufrir ningún recorte. Hay otras muchas cosas que se pueden quitar.

Lo hemos pasado bien en el juzgado. Los chicos querían hacerse una foto conmigo para que sea uno de los meses del año que viene. Les he contado que los magistrados llevamos puñetas y los jueces no. Ellos creían que las puñetas eran un símbolo de importancia, pero yo les he dicho que no, que solo significa que tengo más años. «¡Ah, eso lo lleva por la vejez!», ha exclamado uno de ellos. Y nos hemos reído. Mis funcionarios y yo les hemos enseñado los calabozos y les hemos presentado a las policías del Grupo de Menores. Luego se han ido a jugar un partido de fútbol.

Quería contarlo. Hoy, Pablo Pineda y yo os esperamos en el Cubo de CajaGranada, aquí en Granada, a partir de las ocho de la tarde. Pablo es otra persona muy especial.

 

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