Random, palabra con futuro

He estado buscándola, pero no la he encontrado. Juraría que escribí una columna titulada ‘Generación Random’, pero nada. Me acordé de ella, aunque no exista, leyendo la convocatoria que ha hecho Vocento para elegir la Palabra con Futuro 2023. (Aquí, toda la información).

Las 20 seleccionadas me parecen muy interesantes, bien tiradas. Algunas de ellas, imprescindibles, de hecho. Agua y diálogo, sin ir más lejos. Ahora que me hago mayor, el edadismo me preocupa sobremanera y les confieso que jamás había oído los términos noray o sisifemia, pero ya los he hecho míos. 

Sin embargo, mis dos finalistas han sido sonería —otro día hablamos de ella— y random, la que más contribuye a definir toda una época. Aunque es un anglicismo, los jóvenes la han incorporado a su día a día de forma natural. ¿Se acuerdan ustedes de una opción que había en los antiguos reproductores de música llamada así, random? La pulsabas y la música sonaba aleatoriamente, sin orden ni concierto. 

Eso es random. Aleatoriedad. Algo raro y extraño que sucede sin previo aviso, más o menos por casualidad. Como aquellos cisnes negros de los que tanto hemos hablado otras veces. Hace referencia a la falta de previsibilidad, a la imposibilidad de hacer planes. Al caos, o sea.

Las chicas y chicos nacidos en torno al 2010 no han dejado de vivir tiempos muy random. Cuando no se despertaban por los enjambres sísmicos les pillaba Filomena y otras ciclogénesis explosivas, danas, olas de calor y demás fenómenos atmosféricos extremos. El volcán de la Palma entrando en erupción, la inflación galopante, la invasión rusa de Ucrania, un intento de golpe de estado en USA y, por supuesto, la pandemia. 

Pocas veces el futuro ha sido tan incierto. No voy a entrar en causas, culpas y responsabilidades, pero el hecho es que, sin un colchón, sin un noray, un asidero firme al que amarrarte; es muy duro estar ahí fuera, a la intemperie. 

Nuestra generación viejuna es muy crítica con la juventud, así en conjunto y por las bravas. “¿Y esos van a pagar nuestras pensiones?” es una de esas frases que sueltan caspa como para decorar todo un belén navideño. Verán qué poco va a tardar la Generación Random en tener que explicarnos a los boomers refunfuñones conceptos como resiliencia, aprendizaje o adaptación al cambio. Y mientras, que todo fluya.

Jesús Lens

Cómo matar a una ninfa

Se suele decir que, si te gusta una novela, no quieras conocer al autor. Vayamos a fastidiarla.

Recién terminada de leer “Cómo matar a una ninfa”, publicada por Random, puedo recomendarte y te recomiendo que, además de leerla; hagas lo posible por ir a alguna de las presentaciones que su joven e intrépida autora, Clara Peñalver, está haciendo a todo lo ancho y lo largo de esta España nuestra.

 Jesus Lens Clara Peñalver

Porque Clara, además de ser un encanto, se viene arriba en sus presentaciones, hablando con total desparpajo de los entresijos de su novela, pero sin desvelar nada de su argumento a los potenciales lectores. Es tan sencillo como esto: cuando escuchas a Clara hablar de “Cómo matar a una ninfa”, no solo te llevas la novela a casa, sino que abandonas cualquier otro libro que estuvieras leyendo para sumergirte en la historia protagonizada por Ada Levy.

Levy. Ada Levy.

¿Quién es Ada Levy? Una chica, joven, motera y dura, pero tierna a la vez. Independiente, pero muy necesitada de cariño y comprensión. Y valiente. A veces, hasta la inconsciencia. Pero, sobre todo, Ada es real. Es de verdad. Es de carne y hueso. Es un personaje tan creíble que entra dentro de esa categoría que, para mí, es tan especial y significativa: la de los personajes de ficción con los que me gustaría tomar una Alhambra Especial muy fría.

 como matar a una ninfa

Ada colabora en una pizzería de Granada cuyo dueño, enigmático e interesante, tiene como ocupación paralela y complementaria el investigar los típicos casos que se encargan a los detectives privados: cuernos, infidelidades, bajas laborales, etcétera. Y Ada le ayuda con algunos seguimientos, informes y fotografías.

La trama arranca con un encargo especial: localizar a una modelo muy conocida que lleva días desaparecida. Y ello, en un contexto de terror generalizado ya que un asesino en serie está aterrorizando Andalucía. Un asesino que se pirra, precisamente, por las chicas jóvenes y guapas…

Ada transita por una Granada que, para los nativos, resulta igualmente creíble y bien retratada; pasando por algunos garitos y locales con personalidad, del restaurante de Álvaro Arriaga a la Qarmita o el Alexis Viernes. De la misma manera, cuando tiene que viajar a Córdoba y Sevilla, disfrutamos de sus escapadas. Además, los secundarios de la historia también tienen personalidad propia, algo esencial en cualquier novela que se precie, sobre todo, si tiene visos de convertirse en saga, como ocurre en este caso.

 como matar a una ninfa trailer

Y están las tramas. La primera, negra y criminal. Ya la hemos avanzado. Pero hay una interesante subtrama muy apegada a la realidad y a ese acoso machista que esta sociedad tan aparentemente moderna tiene que seguir soportando, bien entrados en el siglo XXI. Además de un fabuloso viaje por Galicia que…

Que no voy a seguir describiendo. Que te hagas con “Cómo matar a una ninfa” y que la leas, a la voz de ya. Y que así podremos comentarlo, ¿no te parece?

Jesús Lens

En Twitter: @Jesus_Lens

Cómo presentar «Cómo matar a una ninfa»

¡Eso, justo eso es lo que me estoy preguntando en este instante! Pero bueno, eso es algo que, de momento, a ti no te concierne. De momento. Porque el próximo jueves, a las 19.30, ese tema sí será de tu incumbencia.

Ninfa

Quizá no sabías qué hacer, el jueves 10. A esa hora. Las 19.30 horas. Ahora ya, sin embargo, lo tienes bien claro, ¿verdad?

Porque Clara Peñalver y yo pasaremos lista, antes y después de hablar de su más reciente novela, recién publicada por Random.

Lo vamos a pasar bien. Casi tanto como yo me lo estoy pasando mientras leo «Cómo matar a una ninfa». Eso sí: de momento, ni idea de cómo presentarla.

como matar a una ninfa

Que está por ver.

Nos vemos. ¿Eh?

Jesús Lens, comprometiéndote

En Twitter: @Jesus_Lens