Participando

Hoy publico este artículo en IDEAL. ¿Cómo ves tú esto de la participación?

Yo pensaba que era el acontecimiento pero, en realidad, es la participación. Así lo ha puesto de manifiesto, por ejemplo, la nutrida concurrencia a buena parte de las actividades organizadas bajo el paraguas de La Noche en Blanco o los llenazos en varias salas para disfrutar de La Fiesta del Cine. Que el precio también importa, por supuesto. Pero que el hecho de participar termina por darle el sentido a infinidad de actividades lúdico-culturales y deportivas.

Petada, la Noche en Blanco
Petada, la Noche en Blanco

Así, ir a ver las exposiciones de Dalí, Velázquez o Hopper ofrece la posibilidad de gozar de un evento cultural multitudinario que, además, permite participar de las conversaciones posteriores que el mismo genera. Conversaciones de las de verdad, de las de toda la vida. Pero, sobre todo, visitar las muestras temporales del Thyssen o del Reina Sofía da acceso a esos otros foros cada día más importantes: los virtuales.

Cuando cuelgas una foto en tu muro del Facebook, posando frente al tigre desbocado de Dalí, estás abriendo la veda a una sucesiva oleada de comentarios, mails, chats, privados, güasaps, etcétera que te hacen participar de una conversación global. Que es lo que se lleva ahora. Ir al Prado está muy bien, pero nadie habla de las grandes obras de Rubens. Sin embargo, en 2013, todos tenemos algo que decir sobre el surrealismo y sus apóstoles.

Hopper, abarrotado
Hopper, abarrotado

Y ahí radica, también, buena parte del éxito de muchas de las series de televisión que todo el mundo tiene en la boca: si no has visto el comienzo de la tercera temporada de “Homeland” o la vuelta de “The Walking Dead”, no eres nadie en la barra del bar y corres el riesgo de quedar excluido de buena parte de las conversaciones. ¡Ese Twitter, echando humo con todo el mundo comentando en tiempo real lo que pasa en cada capítulo! Por eso, además, todas las grandes cadenas están desarrollando Apps para tratar de canalizar las conversaciones seriéfilas hacia sus dominios, a ver si consiguen que los seguidores de Brody se enganchen a “The Bridge” o “The Americans”.

 Participación Bridge

De esta contagiosa y extraordinaria fiebre por la participación viene, también, el éxito de esos Clubes de Lectura en los que los aficionados a la literatura tienen ocasión de compartir sus vivencias, sus sensaciones, sus gustos y sus disgustos. Y es que la lectura, afición solitaria como pocas, también exige su cuota participativa. Por eso, cuando se desatan fenómenos como los de Grey, Larsson o Da Vinci, sus efectos son como los de un tsunami.

El cine, hasta la bola
El cine, hasta la bola

O las Jornadas Gastronómicas. Raro es el restaurante que no organiza algún tipo de evento que incite a los clientes a participar en algo que, se supone, debe ser algo más que una comida o una cena. Cuando no es un cocinero invitado, es una cata, un maridaje o una degustación. Lo que sea, con tal de que el cliente se sienta partícipe, integrante o protagonista. Es el signo de los tiempos.

Jesús Lens

En Twitter: @Jesus_Lens