Culturas también capitales

Van a ser raras estas semanas. Con los Ayuntamientos apenas constituidos y la Diputación en proceso; con el Rector recién aterrizado y temperaturas que amenazan con acercarse a los 50 grados, arranca la campaña electoral más extraña de todos los tiempos. 

Como las próximas columnas oscilarán entre la ubicua política y el imprescindible escapismo, aprovecho para reivindicar modalidades de cultura que, junto al flamenco, la zambra y Lorca, deben formar parte esencial de la candidatura a la Capitalidad del 2031 que la alcaldesa de Granada pretende revitalizar de la mano de la UGR, para celebrar su V Centenario.  

Por seguir con la música, no olvidemos el indie. Personalmente, me deja más bien frío, pero arrasa allá por donde va. Músicas clásica, urbana y buen hip hop, una escena jazzística muy interesante y Antonio Arias, que él solo podría completar una programación entera entre sus Multiversos, Mawlid, Lagartija Nick y lo que quiera que tenga entre ceja y ceja. Con su tribu, claro.   

Esencial es la cultura científica. Lo decía hace unos días e insisto en ello. Tenemos el Parque de las Ciencias como modelo de éxito de público y excelencia expositiva. Ese auténtico cañón que es el Instituto de Astrofísica de Andalucía, cuya unidad de cultura científica vale un potosí. O dos. Están el PTS y su Fundación, de los que la concejala del PP Ana Agudo lo sabe todo, y la Estación Experimental del Zaidín. Ifmif-Dones va a abrir sala de exposiciones en el mítico Centro Cultural de Puerta Real y qué decir de la Inteligencia Artificial, más allá de AESIA.

Histórica y patrimonialmente —Alhambra, Catedral, Capilla Real, Sacromonte y Albaicín…— Granada tiene mucho camino recorrido. Pero la ciencia ha cobrado un papel esencial en el día a a día de la ciudad y es necesario que siga interaccionando con las artes y la cultura. Es algo diferencial.  

En el ramo de las Bellas Artes, recordemos que Granada es potencia mundial en el mundo del cómic y que no hay ciudad, más allá de las grandes capitales del mundo mundial, con mayor número de excelsos dibujantes por metro cuadrado. El día que nos lo creamos…

Y hablando de literatura, más allá de la poesía, recordemos el excelente nivel de las escritoras y escritores negro-criminales y, en comunión con Sierra Nevada y el resto de tesoros geológicos, marítimos, fluviales y naturales de la provincia; habría que echarle una pensada a la cada vez más pujante Nature Writing, esa escritura sobre la naturaleza que puede conectar lo mismo con los Románticos y la excitante literatura de viajes que con la ecología y las ciencias… otra vez.

Apuntes, ideas y sugerencias que no deberían caer en saco roto para los gestores de la cosa cultural si queremos ofrecer una candidatura sólida basada en una programación anual potente, variada, exigente, diferente y siempre de la mayor calidad.

Jesús Lens

Granada, ciencia y cultura

Me ha encantado descubrir al físico Gerald Holton gracias al recién concedido Premio Fronteras del Conocimiento en Humanidades. Ojalá pudiera hablar de su obra por conocerla de antemano, pero mi cultura científica es escasa y me tengo que conformar con picotear de la actualidad para tratar de aprender, entender y asimilar.

Catedrático de Física y de Historia de la Ciencia en la Universidad de Harvard, Holton se ha hecho acreedor del prestigioso galardón de la Fundación BBVA “por sus numerosas y seminales contribuciones a la historia de la ciencia de los siglos XIX y XX, en las que ha mostrado una sensibilidad especial a los contextos culturales, filosóficos, sociológicos y de diferencias de género”, tal y como ha destacado el jurado.

¿Se puede ser más del Renacimiento que Holton? Busquen, busquen los méritos de un científico que se ha pasado toda su vida tendiendo puentes entre cultura, historia e investigación. Me quedo, sobre todo, con su lucha contra la anticiencia, las mal llamadas ‘ciencias alternativas’, concepto equívoco y nefasto dado que ni son ciencia ni plantean alternativa alguna más allá de la estulticia y la superchería.

Coincidió el anuncio del premio con la presentación del nuevo trabajo de Antonio Arias, otra fastuosa entrega de sus adictivos Multiversos, en el Instituto de Astrofísica de Andalucía. Fue un acto emocionante en el que se fusionaron la ciencia, los viajes espaciales, la poesía y, por supuesto, la música.

Tuve la ocasión de conocer en persona y hablar largo y tendido con Antxon Alberdi, director del IAA-CSIC. El eje central de la conversación: cultura científica, divulgación y accesibilidad. También fútbol y gastronomía, pero eso lo dejamos para otra ocasión. Me gustó escucharle que hay interés creciente en la ciencia por parte de la juventud.

Tres horas compartidas con científicos y creadores hablando de ideas, iniciativas y proyectos. De la Feria del Libro y el Parque de las Ciencias, del PTS y las vacunas, de inversión en ciencia y en I+D+i. Y, por fortuna, ni una sola vez se coló en la conversación la Batalla de Madrid, el 2+2 y otras cuestiones por el estilo.

Termino resaltando esta noticia de IDEAL: “Diez empresas granadinas de salud buscarán inversores arropadas por el PTS”. Es una iniciativa conjunta del PTS, la UGR y la Cámara de Comercio, que han creado una aceleradora de empresas especializadas en el sector de la salud. ¡Cómo me gusta esta Granada que mira al futuro!

Jesús Lens

La gran oportunidad del PTS

No me tomen a mal eso de mezclar crisis y oportunidad en un mismo artículo. Sé que apesta a autoayuda de la más baja estofa. Pero sí es cierto que, preocupados por lo urgente, corremos el riesgo de perder de vista lo importante.

En Granada, por ejemplo, la lógica y necesaria inquietud que sentimos por tiendas, bares, restaurantes, hoteles y demás negocios del pujante sector servicios hace que apenas se hable de otros agentes económicos que también deberían ocupar nuestro tiempo y reclamar nuestra atención.

La crisis económica que, más que amenazar con venírsenos encima, ya nos está aplastando; ha sido provocada por una enfermedad. Una pandemia global causada por un virus. Y en Granada tenemos todo un Parque Tecnológico dedicado a la Salud. Conviene, de vez en cuando, escribirlo a lo grande. Con todas sus palabras. Parque Tecnológico de la Salud, no sea que de tanto ver lo de PTS nos olvidemos de su sentido último.

Salud. Tecnología. Enfermedad. Virus. ¿Soy yo, que estoy desnortado dentro de mi cabaña, o poco se habla del Parque Tecnológico de la Salud cuando más debería estar en boca de todos? Al menos, espero que sus gestores y nuestros responsables públicos estén pensando en cómo darle un impulso definitivo a una infraestructura que, insisto, debería estar en el centro de atención.

Si de esta no somos capaces, en Granada, de catapultar el PTS hasta el infinito y más allá, sería para darnos hasta en el cielo de la boca.

En su página web, el PTS se presenta como “un espacio de excelencia docente, asistencial, investigadora y empresarial, especializado sectorialmente en Ciencias de la Vida y la Salud”. A partir de ahí, diversas pestañas te llevan a enlaces sobre investigación, desarrollo empresarial, asistencia sanitaria y docencia.

Sería importante que, a lo largo de las distintas fases de la desescalada, nos vayamos enterando de qué planes tienen nuestros gobernantes con respecto al PTS. En qué ayudas, inversiones, subvenciones y programas de investigación se está trabajando para que el PTS sea ese auténtico motor de desarrollo de la economía granadina que contribuya al tantas veces anunciado y jamás conseguido cambio de modelo productivo.

El cerrojazo provocado por el coronavirus ha sorprendido a España —como a toda Europa— sin capacidad industrial para fabricar mascarillas, EPIs o respiradores y sin capacidad tecnológica para hacer tests a los sanitarios. El PTS está ahí, esperando a que demostremos nuestra capacidad científica.

Jesús Lens

Ciclón en el PTS

Que Jesús Quero haya salido a defender furibundamente las cuentas del PTS entra dentro de lo lógico y lo normal, que para algo ha estado al frente de uno de los mascarones de proa del desarrollo técnico, científico y económico de Granada durante años y años.

La cosa comenzó el lunes, cuando el consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad de la Junta de Andalucía, Rogelio Velasco, hacía saltar las alarmas, anunciando el rescate del Parque Tecnológico de la Salud y una auditoría que sirva para depurar responsabilidades por una presunta mala gestión y un agujero de 18 millones de euros.

Las reacciones no se hicieron esperar, con un cruce de acusaciones, datos y partidas presupuestarias que cuestionan muy seriamente la acusación del consejero. Sobre todo, porque las cuentas de la Fundación PTS han sido aprobadas por unanimidad este 2019. Y en esa unanimidad está la Junta, claro. Además, la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, ha sido muy taxativa al señalar que “la situación económica del PTS es de las mejores de los parques de España”.

Así las cosas, no queda más remedio que entender en clave electoralista la cortina de humo extendida por el consejero Velasco en torno al PTS. Electoralista e insensata, también. ¿Por qué no denuncia la mala gestión previa en los tribunales, de haber sospechas fundadas sobre la misma? ¿Y cómo es eso de que va a solicitar una auditoría? ¿Ahora? ¡Que el bipartito ya lleva en San Telmo un puñado de meses!

Lo que nos lleva a hacernos otras preguntas. La primera y más inmediata: ¿qué pasó con tanta auditoría prometida, precisamente, a la llegada de PP y Cs al gobierno andaluz? ¿Qué hay de la famosa limpieza de cajones? ¿Y de la mugre camuflada bajo las alfombras, tras años y años de gobierno del PSOE?

Una vez más se demuestra que nuestros políticos se encuentran mucho más cómodos en la oposición que mandando. ¡Qué ganas de conocer el balance del primer año del llamado gobierno del cambio! Verás tú que, al final, contra Susana vivían mejor.

Jesús Lens

Entorno favorable para la ciencia

Me hubiera gustado disfrutar en vivo y en directo del Alhambra Venture organizado por IDEAL y conocer de primera mano los proyectos de los diferentes emprendedores de toda España que se han dado cita en el Palacio de Congresos, pero me ha resultado imposible.

Resulta muy atractivo todo lo que se está escuchando estos días sobre el mundo del emprendimiento digital: nuevas plataformas, e-learning, domótica, impresión en 3D y un larguísimo etcétera. Pero más allá de los proyectos concretos, me gustaría centrarme en la parte del ecosistema, del entorno.

Es uno de mis caballos de batalla: incidir en la importancia de convertir a Granada en modelo de ciudad creativa y científica, en imán para el talento. Al margen de la trascendencia del proyecto IFMIF-Dones y del acelerador de partículas, el gran mascarón de proa de Granada como potencia científica es nuestra UGR, que ha vuelto a quedar muy bien clasificada en el ranking de Shanghai. Y, de su mano, el PTS, otro de los grandes aciertos en la planificación y ejecución de la Granada del siglo XXI.

Por eso me ha gustado leer que un experto en innovación pide que se termine ya con la construcción de edificios para albergar semilleros de empresas, startup, etc. Seguimos pensando en el futuro con una mentalidad del pasado y gastando cantidades ingentes de dinero en infraestructuras del siglo XX.

Es necesario invertir en tecnología para retener la materia gris que produce nuestra UGR y, también, para atraer al talento científico, joven y emprendedor de fuera. Invertir en telecomunicaciones. En 5G. Convertir a Granada en el Neutron Valley del que hablábamos hace unos meses en esta columna. Es necesario construir una Granada dinámica, ágil e interactiva. Una Granada que ofrezca atractivos culturales, turísticos, gastronómicos, deportivos y de ocio a esas clases científicas y creativas que, hiperconectadas a través de sus móviles y sus portátiles, se mueven a la velocidad de la luz por todo el mundo.

El AVE, que era un requisito imprescindible, ya está aquí. ¿Qué toca hacer ahora? ¿Con qué nos ponemos?

Jesús Lens