La ciencia y el Parque

Me encanta encontrarme con Luis Alcalá, el director del Parque de las Ciencias. Es una de esas personas que transmiten buen rollo: si vas acelerado, unos minutos de charla con él consiguen que te bajen las pulsaciones. Y lo que es más importante, su conversación activa a las neuronas, que empiezan a conectarse entre sí y generan sinapsis de lo más electrizante. 

También disfruto sobremanera con las mezcolanzas, mixturas y maridajes entre personas interesantes. El viernes pasado, por ejemplo, un día de intensas emociones con la entrega de los reconocimientos de Granada Noir a Empar Fernández y Berna González Harbour en la Escuela de Hostelería La Inmaculada. Una vez terminada la parte formal, ya relajados y disfrutando de esas cervezas Alhambra que son seña de identidad del festival, hicimos un corrillo con Susana Vargas, la propia Berna y Luis Alcalá.

Como no podía ser de otra forma, me explayaba con entusiasmo desbordante hablando sobre la inteligencia artificial. En ese punto, Berna se acordó de otra vez que vino a Granada como jurado del premio de poesía García Lorca. Quedamos para tomar un café y le puse la cabeza como un bombo, ‘vendiéndole’ las bondades del acelerador de partículas. Entonces, la pregunta de una buena periodista: “¿Tiene que ver el éxito del Parque de las Ciencias con esta nueva Granada científica y tecnológica?”.

Luis Alcalá, que lleva aproximadamente un año en el cargo y siempre destaca el excelente trabajo de sus antecesores para convertir el Parque en el museo más visitado de Andalucía, se mantuvo en un reflexivo silencio. Unos segundos después, convinimos en que posiblemente sí. En que el trabajo sostenido en el tiempo del Parque ha despertado infinidad de vocaciones científicas y ha ayudado a que hornadas y hornadas de granadinos nos acerquemos a la ciencia y a la tecnología con otros ojos, con otra mirada. 

No sé si habrá algún estudio sobre la materia, pero como soy de creer más en las causalidades que en las casualidades, estoy convencido de que algo tiene que ver el éxito del Parque de las Ciencias con el impulso científico de la UGR de los últimos años.

Estoy expectante por la exposición sobre inteligencia artificial que se inaugurará en el Parque de las Ciencias a final de este mes. Voy a ver si consigo un pase pernocta para irme allí a vivir, como el que no quiere la cosa. Necesito aprenderlo todo sobre esa disciplina llamada a cambiarnos la vida. Sobre todo en Granada. 

Además, en la próxima edición de Gravite, el festival dedicado a la tercera cultura que hacemos con el apoyo de CaixaBank, la IA tendrá un protagonismo especial. Y contaremos con la complicidad, con la cooperación necesaria del Parque, igual que en Granada Noir. ¡Vivan las mezcolanzas creativas!

PD.- Este año también le insistí mucho a Berna en la maravilla que es la exposición de Sergio García, nuestro querido y admirado Premio Nacional de Ilustración 2022 que os recomendaba vivamente AQUÍ. Y es que Granada es un no parar.

Jesús Lens

Tres mujeres fuera

A estas harturas ya se sabrán los resultados de la batalla de Madrid. No les voy a mentir diciéndoles con tono desdeñoso que me dejan indiferente, pero si hay algo que de verdad me irrita es no haber caído antes en que ayer, además de la pugna entre Ayuso y el resto, se celebraba el Star Wars Day.

Tan imbuido estaba por el espíritu goyesco de los últimos días de campaña que no se me ocurrió comprobar el santoral laico del 4M. ¡La columna tan maja que habría salido, comparando a las unas y a los otros con diferentes personajes de la saga galáctica!

Perdida la oportunidad y ante la duda de si habrá ganado el poder de la fuerza o su reverso tenebroso (que cada uno sitúe a sus personajes favoritos del chotis electoral en uno u otro lado), me toca cambiar de tercio. El cuerpo me pide celebrar. Celebrar la noticia anticipada por Mercedes Navarrete sobre la colaboración entre la plaza de toros y la empresa que gestiona el Wizink Center para traer grandes espectáculos a Granada. Pienso en la posibilidad de volver a juntarnos 8000 personas para vibrar y saltar con la música en vivo y me entra un no sé qué por el cuerpo.

Sin embargo, el sector cultural local no está para grandes celebraciones. ¿Ha caído alguien en que, tras la marcha de Alicia Pire de la gerencia de la OCG, ahora salen otras dos mujeres de puestos de responsabilidad en el Centro Lorca y en el Parque de las Ciencias?

De Sara Navarro ya hablamos hace unos días. Lo de Cristina González es igualmente significativo: no ha pasado siquiera el corte de idoneidad para cubrir el puesto que, de facto, viene cubriendo desde hace cerca de dos años. Esto requiere una explicación: si no es apta por no alcanzar los baremos mínimos exigidos por el Consorcio, ¿cómo ha estado ejerciendo tanto tiempo? Llama la atención, sobre todo, porque los miembros del propio Consorcio la han felicitado muchas veces por la buena labor que estaba ejerciendo en unos tiempos tan complejos.

Tres mujeres fuera. Los sustitutos han sido y/o van a ser hombres, según la rumorología mejor informada. Talentosos y preparados, faltaría más. Como lo eran las susodichas. Menos mal que todavía quedan mujeres, de carné, eso sí, al frente de la Alhambra y la Fundación Tres Culturas. Si no, la cosa iba a cantar por soleares.

Jesús Lens

También somos de ciencias

Menos mal que hemos conseguido llegar al fin de semana con algunas buenas noticias, para esta Granada nuestra. Por una parte, se ha presentado el programa completo del Festival de Música y Danza, muy bien acogido por la crítica especializada, con grandes nombres de la escena internacional compartiendo cartel con lo mejor del panorama local y con algunas mixturas y mestizajes de lo más interesante.

Enhorabuena a Diego Martínez y su equipo y ojalá que la transición entre su dirección y la de Pablo Heras Casado sea, más allá de tranquila y caballerosa, cordial y fructífera. Conociendo de la bonhomía de Diego, no me cabe la menor duda de que así será.

 

Y la otra gran noticia es que Granada, ciudad de Letras por excelencia, se acaba de graduar en Ciencias, obteniendo el marchamo de “Ciudad de la Ciencia y la Innovación”, otorgado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Granada pasa a formar parte de la Red Innpulso y esta distinción permitirá obtener fondos específicos a la hora de solicitar proyectos destinados a ciencia, conocimiento e investigación, tal y como destacó el alcalde, Francisco Cuenca.

¡Esto sí es una distinción con sentido, amplias miras y perspectiva de futuro! Le pregunto por esta cuestión a Francisco Benítez, una de las personas con más conciencia de la importancia del desarrollo técnico y científico de Granada. Y su respuesta abre tantas posibilidades…: “Este nombramiento, sin duda, es el reconocimiento al arduo y sordo trabajo que día tras día, se hace en cada proyecto de investigación de la Universidad de Granada, los 5 centros del CSIC, los centros de investigación del PTS y las empresas del sector TIC y Biotecnológico, que desarrollan su trabajo en Granada. Y en algún momento la ciudadanía tiene que ser consciente de ello. Ese es el gran reto a cumplir”.

 

Reconozco que desconozco, casi completamente, el trabajo que realizan todos esos centros de investigación y empresas tecnológicas. Mientras que, sin embargo, estamos saturados de información anodina, irrelevante e intrascendente. Aunque ya habrá ocasión de saber en qué se va a traducir de forma práctica esto de ser Ciudad de las Ciencias, sería importante que empecemos a conocer ese trabajo científico que se desarrolla en Granada de forma casi invisible.

Y, en esa tarea, debemos estar todos implicados. Unos, comunicando. Otros, difundiendo. Y, los demás, informándonos y aprendiendo.

 

Jesús Lens