La mujer, protagonista en Málaga

Tras pasar el mes de agosto caminando por nuestra provincia, despacito y con buena letra, para el primer fin de semana de septiembre decidimos cambiar de horizontes cercanos y, haciendo de la necesidad virtud, nos vinimos a pasear por Málaga, una ciudad que cada vez me gusta más, aunque empieza a tener unos precios ciertamente complicados.

Cada vez disfruto más, cuando visito otras ciudades, dejándome llevar, improvisando sin tener planes prestablecidos. Por ejemplo, el mercado. Visitar uno de los grandes mercados malacitanos un sábado a mediodía es toda una experiencia. Como el nuestro de San Agustín, alterna los puestos de comida de toda la vida con pequeños garitos gastronómicos en los que degustar diferentes especialidades. A destacar los puestos de fruta y verdura en los que los productos tropicales como la fruta del dragón, los lichis o la pitaya ocupan un lugar preeminente.

La ciudad, que sigue levantada por obras, nos recibe con bochorno y algún chapetón, pero invita a pasear tranquilamente y con galbana. Nos dejamos caer por el Thyssen, en el que está a punto de terminar una exposición temporal de lo más atractiva y sugerente: ‘Perversidad. Mujeres fatales en el arte moderno. 1880-1950’, que representa un cambio de paradigma en el que la mujer deja de ser un sujeto pasivo y sexualizado para convertirse en símbolo y referente de la emancipación y la libertad. De la femme fatale icónica del cine negro a la mujer moderna que pelea por tener su propio espacio, siguiendo la estela de Virginia Woolf y su habitación propia.

Tomamos una Milnoh en el coqueto café del Thyssen, en una terraza que es un remanso de paz en medio del bullicioso marasmo del centro de Málaga y completamos nuestra jornada artístico-deambulatoria visitando el Museo Ruso y su exposición ‘Libres y decisivas. Artistas rusas, entre tradición y vanguardia’, cuyo objetivo es dar a conocer el papel de la mujer en el arte ruso, antes y después de la revolución de 1917, con todo lo que ello conlleva. Dos elecciones temáticas tan imprescindibles como complementarias.

Jesús Lens

Málaga, ejemplo a seguir

Estoy muy ilusionado. Como un niño pequeño. Porque hoy domingo voy a retroceder en el tiempo, dispuesto a vivir una aventurilla al estilo de las de nuestros padres. Cuando a media mañana cruce el límite entre Granada y Málaga, sentiré una excitación parecida a la de nuestros mayores, cuando cruzaban a Francia para ver, en Perpiñán, “El último tango en París” y otras películas de arte y ensayo. A ello dedico mi columna de IDEAL, de hoy domingo.

Y es que, hoy domingo, mi Cuate Pepe y yo nos embarcamos en un On the road de carácter cultural: nos vamos al Museo Picasso, a ver el Mural de Jackson Pollock cuya exhibición termina el próximo 11 de septiembre.

Aquí, con el Pollock
Aquí, con el Pollock

Además, y aprovechando el viaje a nuestra envidiada vecina, nos dejaremos caer por el cine Albéniz, que no solo de cuadros vive el turismo cultural. Es cierto que me gustaría darme un salto a ver la exposición de Chagall en el Museo Ruso y que el Pompidou tiene una muestra sobre “El nuevo realismo” que pinta bien, pero no hay que abusar. Es mejor disfrutar con detenimiento de Pollock y volver otro fin de semana, con más tiempo.

Porque a “Miles Ahead”, la película de Don Cheadle, no le queda mucho tiempo en cartel y, aunque yo la vi en Madrid hace unas semanas, otro mordido del jazz como es mi Cuate no quiere perdérsela. Así que, tras disfrutar del Mural, de unas cañas y de un pescadito, aprovecharemos para ir a ver cintas en versión original cuyo estreno en Granada es una fantasía, una quimera, un sueño imposible.

Pescaíto frito Málaga

No es la ferroviaria, la única desconexión que padecemos. Échenle un vistazo a las webs del Museo Picasso, del Ruso o del Pompidou. Verán que, entre los patrocinadores y los colaboradores que contribuyen a financiar dichas instituciones, además del Ayuntamiento, la Junta y las entidades financieras habituales, hay empresas aéreas como Delta Airlines, Airfrance o Alitalia; navieras rusas como Finsudprom, el propio Palacio de Congresos de Málaga, Hidralia o el grupo cementero FYM.

Pompidou Málaga

Hoy por hoy, la gran capital cultural de Andalucía es Málaga, a años luz de Granada: museos, cine alternativo, festivales, revistas, cultura callejera, músicos de jazz que allí han encontrado un oasis creativo y alimenticio… Un círculo virtuoso entre instituciones, grandes empresas, pymes, público y ciudadanía que debería servirnos como ejemplo; sin (in)sanas envidias ni provincianas rivalidades empobrecedoras.

Jesús Lens

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