3.000 x “Mil” / + 5.000

¡Enhorabuena a David Calvo Sanz, por alzarse con el primer Premio de la segunda edición del concurso de Microrrelato convocado por la empresa IASA Ascensores!

Enhorabuena por dos razones. La primera y más importante: por la calidad de un cuento que, en apenas un puñado de caracteres, cuenta una historia milenaria y atemporal, apelando a la sabiduría, la cultura y el conocimiento de los lectores. Y, en segundo lugar, por los 3.000 euros de premio. Que, quizá, les parezca una grosería mezclar dinero y cultura, pero en los tiempos que corren, 3.000 euracos son un señor premio.

 

No es de extrañar, pues, que se hayan presentado más de cinco mil microrrelatos a la convocatoria. Que ya son relatos. Y personas escribiendo. Enhorabuena, pues, a IASA Ascensores por embarcarse en una iniciativa como esta y en reunir a un jurado tan extraordinario: Espido Freire, Antonio Chicharro Chamorro, Fernando Iwasaki y el maestro del Noir cubano: Leonardo Padura.

Un excepcional jurado para una convocatoria literaria bianual que, ojalá, siga convocándose. Me hubiera encantado estar el pasado lunes en la Escuela de Estudios Árabes, con la gente de la editorial Páginas de Espuma que también organiza el certamen, pero tenía una de esas citas a las que uno no puede –ni quiere- decir que no: el estreno del documental “A donde nos esperan”, una historia de carretera, inmigración, sueños cumplidos y sueños por cumplir, de la que les hablé en esta otra columna de IDEAL.

 

Hubiera sido fantástico compartir esa velada literaria con Padura, Espido, mi querido profesor Andrés Sopeña, Luis García Montero, Eduardo Peralta y tantos otros amigos, pero cuando las agendas se empeñan en chocar, no hay nada que hacer. Y la jornada compartida con ambos Gustavos y ambas Sonias, con Ana, Olga, Augustin, Jorge y tantas y tantas personas involucradas en “A donde nos esperan”, no tuvo precio.

Acento Comunicación en Verde Limón

Tras la proyección del documental y un largo, cálido y emocionante aplauso, llegaron la charla, el debate y la conversación en una Biblioteca de Andalucía abarrotada hasta los topes. Más allá de lo que yo pueda decirles sobre la cinta, el hecho de que quedaran preguntas sin hacer por parte del público, dadas las intempestivas horas en que nos metíamos, es la mejor prueba de que “A donde nos esperan” despierta interés y curiosidad, suscitando cuestiones sobre las que es necesario hablar.

 

¡Enhorabuena y gracias a quienes lo habéis hecho posible!

 

Jesús Lens