Infraestructuras al cuadrado

Soy muy pesado e insistente con el tema, pero el lenguaje no es neutro ni las palabras son inocentes. Por ejemplo, trabajemos hoy sobre el concepto de infraestructuras, aplicado a la Granada contemporánea.

Foto de Jorge Pastor

Infra es un prefijo latino que significa debajo y por infraestructura se conoce al conjunto de elementos o servicios necesarios para el funcionamiento de una organización o para el desarrollo de una actividad. Hablamos, pues, de la base, de los pilares fundamentales que sostienen cualquier proyecto.

 

En Granada, sin embargo, el concepto de infraestructura riza el rizo etimológico y decide apostar a la grande. Que, en este caso, es hacerlo a la chica. Porque Granada está a la cola de la inversión en infraestructuras en Andalucía y se sitúa en el antepenúltimo puesto de España, como leíamos ayer en IDEAL, en este documentado trabajo de Jorge Pastor.

En dos palabras: padecemos una lamentable y patética situación de infra-infraestructuras. Y eso, siendo una de las provincias con menor riqueza de España, debería darnos que pensar.

 

¿En qué están nuestros congresistas; diputados y senadores? Más allá de en defender a la quisquilla de Motril, quiero decir. ¿En qué están nuestros parlamentarios autonómicos? Y cuando digo “nuestros”, me refiero a los de usted y a los míos. A los que ocupan escaño en Sevilla y en Madrid, representando los intereses de Granada, al margen de partidos e ideologías.

 

El 155, esa cifra que actúa a modo de venda delante de los ojos, lo eclipsa todo. Miles y miles de horas invertidas en hablar, debatir, reflexionar, discutir, vociferar e insultar a cuenta del Procés. Del desafío nacionalista. De como demonios quieran ustedes llamarlo.

Mientras, entre el flamear de banderas y las polémicas sobre los himnos, Granada sigue siendo el culo del mundo, un infralugar que ocupa los puestos más bajos en cualquier ranking, estadística o clasificación que verse sobre riqueza, renta, empleo o inversión.

 

Parece que los empresarios están que trinan y van a hacer público un documento sobre todo lo que hace falta en Granada para seguir creciendo, promovido por la Cámara de Comercio y el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.

 

A ver si cuando salga, nuestros representantes políticos tienen ocasión de echarle un vistazo, entre sesión y sesión en defensa de la denominación de origen de la exquisita quisquilla de Motril o del estudio sobre las cualidades del espeto de sardinas para ser considerado Patrimonio de la Humanidad.

 

Jesús Lens

INFRA-ESTRUCTURAS

Subimos la columna que publicamos en IDEAL el pasado viernes, a ver qué os parece.

 

Este año tuvimos ocasión de disfrutar la Semana Grande granadina antes de que llegara el Corpus, en la que vivimos la sucesiva inauguración del nuevo Centro Cultural de CajaGRANADA y Museo de la Memoria de Andalucía y, después, la Autovía de la Costa, más conocida como Autovía del Alto Coste y la Larga Espera.

 

La Joya de CajaGRANADA
La Joya de CajaGRANADA

El remate llegó con la confirmación de que Granada organizará la Universiada de invierno y será sede del Mundobásket. O sea, el Milenio para el 2013, el mejor baloncesto del mundo un año después y la nieve y el hielo para el 2015. Parece que podemos respirar tranquilos. ¡Hay vida después del Milenio!

 

Y a ello tenemos que añadir la promesa de que para el 2011 tenemos terminada la famosa «T invertida» de la Autovía, que tan necesaria sigue siendo, como las retenciones veraniegas del tráfico se están encargando de demostrar.

 

¿La Autovía más cara del mundo?
¿La Autovía más cara del mundo?

Y el metro. No nos olvidemos de ese metro ligero que tiene patas arriba toda la ciudad y del que tanto esperamos los ciudadanos de a pie. Y el AVE, claro. Algo se mueve en Granada. Afortunadamente. Porque los mencionados eventos, de año en año, tienen que servir para terminar de dotar a nuestra ciudad de diferentes y variadas infraestructuras que, una vez pasados los fastos del momento, sigan sirviendo a la ciudadanía, con el Pabellón Municipal de Deportes a la cabeza. Un pabellón que alberga los partidos del CeBé Granada, el equipo ACB de baloncesto que, habiendo culminado una más que meritoria campaña, ha visto ensombrecido su futuro por cuestiones económicas. Para variar. Eso sí: es hablar de dinero… y todos comenzamos a mirar a los patrocinadores, pidiéndoles que hagan un esfuerzo extra.

 

Una duda: si con un pabellón como el actual, este año no hemos conseguido llenar las gradas ni una sola vez, ¿qué pasará cuando se amplíe el aforo en unos cuantos miles de localidades más? ¿Y el gran espacio escénico? ¿Habrá un contenido sostenible para el fastuoso continente que se ha diseñado?

 

Porque es muy lícito ser exigentes y hasta pedigüeños con los poderes públicos a la hora de reclamar esas grandes infraestructuras. Pero, cuando toca arrimar el hombro y rascarse el bolsillo para aprovecharlas, la cosa cambia. ¿Será capaz de financiar la sociedad civil granadina buena parte de la programación del Espacio Escénico o exigiremos que sea íntegramente subvencionado, costando cada representación un ojo de la cara?

 

Volviendo al baloncesto, y por mucha meritoria pasión que unos cientos de aficionados granadinos pongan, ¡qué envidia saber que en Málaga, para hacerse socio del Unicaja, hay lista de espera, con un Martín Carpena lleno hasta los topes en todos y cada uno de los partidos! Cierto que los malacitanos tienen un presupuesto mayor que el nuestro y que el equipo les da mayores satisfacciones, pero ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? Una pregunta que deberíamos hacernos los granadinos más a menudo.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.