Granada, conexión Armenia

Da igual que sean noticias verdaderas o leyendas urbanas, pero cada cierto tiempo nos desayunamos con un viajero que, queriendo venir a la ciudad de la Alhambra, termina chapoteando en las aguas del Caribe, por una confusión entre Granadas.

Garnata

Lo que no tiene nada de extraño, por otra parte. Que hay contabilizadas hasta 143 referencias de lugares que incluyen a Granada o sus derivados en su nombre. Hay una a la que le tengo especial aprecio: la Granada peruana, situada en la provincia de Chachapoyas, nada menos. Y de Granadas (y granadas) hablo hoy en mi columna de IDEAL.

El caso es que me bastó un paseo por el mercado de Yereván, la capital de Armenia, para sentirme como en casa. Porque las granadas son uno de los símbolos más apreciados por sus vecinos, convertidas en todo tipo de objetos y souvenirs; presentes en infinidad de motivos decorativos.

Granadas Armenia

La granada simboliza, históricamente y en diversas culturas, la fertilidad y, por extensión, el amor y la eterna juventud. Así, en las bodas armenias, igual que nosotros arrojamos arroz a los contrayentes, ellos lanzan una granada contra la pared, buscando la bendición de sus hijos.

Pero la fruta del granado tiene otros significados en el país caucásico. Es la diversidad dentro de la unión, representada por los granos, amalgamados en la carcasa de la fruta. Y, yendo más allá, es un homenaje a los armenios de la diáspora, no en vano, de los cerca de quince millones de armenios que hay censados, solo tres millones y medio viven dentro de las fronteras del país. Pero su religión, su idioma y su alfabeto los mantienen unidos, aunque estén esparcidos por todo el mundo.

Me gustan ese tipo de historias y leyendas. Como las que fabulan sobre el origen del nombre de nuestra ciudad. Una de ellas, fíjense la casualidad, dice que Noé tuvo una hija que se llamaba así. Granada. ¿Y dónde quedó varada su mítica Arca? A los pies del monte Ararat, en el corazón de la Armenia antigua.

Arca Noé

La realidad es que ni Cueva de la Nata (Gar Nata) ni Colonia de Peregrinos (Gar-anat), como señalan algunas fuentes. La realidad es más prosaica: Hizn Garnata, la Fortaleza del Granado, se llamó así por la fruta. Y porque los árabes no suelen usar dos consonantes seguidas y convirtieron la granata de origen latino en la Garnata árabe. Y, después, sencillamente Granada.

Jesús Lens

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