Juegos de guerra, por Goran Tomasevic

Como me siento incapaz de decir nada sobre la guerra en Libia, me limito a bloguear unas fotos de Goran Tomasevic, de la agencia Reuters, cuyas imágenes me hicieron sonreír, a pesar de la crudeza de lo que en realidad cuentan. Será eso, la contradicción que nos muestran, la otra mirada, el surrealismo, lo absurdo… no sé.

Fumemos la pipa de la guerra
La guerra hace extraños compañeros de cama
Punto de vista
Canto de sirenas
¡Sorpresa!

Los pasados 17 de septiembre, también publicamos lo siguiente: 2008, 2009 y 2010

El careto de Muamar

Siempre me llamó la atención el careto de Muamar, en la mejor tradición de villanos a lo 007. Pocas veces, un sátrapa de verdad tuvo un aspecto tan cinematográfico, tan de cartoon, de villano de cómic.

Sin embargo, cuando llegaba a las capitales de las grandes potencias mundiales, con sus jaimas, sus caballos purasangre y su guardia personal de Amazonas; los líderes del mundo libre, de la sabia Europa, le recibían con honores y distinciones y se postraban a sus pies. Por el gas, el petróleo y tal y pascual. Sus hijos, lo mismo jugaban al fútbol con la Juve, que eran alumnos ejemplares de escuelas de negocios tan prestigiosas como la London School of Economics o el Instituto de Empresa.

Foto enviada por Abel

Por eso me imagino su careto, ahora. El careto de Muamar, estupefacto. De repente, es un malote de verdad y el hijo que en España hacía una tesis sobre la transición hacia la democracia, comanda en su país las acciones más belicosas y sangrientas del ejército de su papi. Ya se sabe que algunos, por sus padres, matan.

El caso es que Muamar es un malote para los ciudadanos de a pie que, asombrados, asistimos a una revolución democrática sin precedentes en esos países cuyos mandamases, tiranos, corruptos y sinvergüenzas eran queridos, respetados, jaleados y apoyados por nuestros gobiernos, aunque sus elecciones fueran pucherazos descarados y los derechos humanos florecieran como las rosas… del desierto.

Así las cosas, una vez más, la UE se muestra impávida, muda, maniatada y esclerotizada. ¿Qué hacer? ¿Cómo reaccionar? ¿Qué decir? Cuando el futuro nos persigue, es difícil saber cómo reaccionar.

La UE, como casi siempre, ni está ni se la espera.

Túnez y Egipto, por su parte, miran hacia delante. Mientras, Libia se desangra en una guerra civil larvada. Y aquí paz y después gloria. Y el careto de Muamar, tallado en cartón piedra por las cancillerías europeas, seguro que no da crédito a todo lo que le está pasando…

Gadafi, a sangre y fuego

Jesús extrañado Lens