Big Jazz

Cuando suben todos al escenario y ocupan sus puestos, hasta el agua de la cascada que cae al Lago de Atarfe, bajo la Ermita de los Tres Juanes, parece dejar de correr, expectante por lo que está por llegar.

Y es que, efectivamente, la Big Band de Atarfe es algo grande. Muy grande. Talla XXXL, podríamos decir.

Al mando de Roberto Nieto, su director y vibrante saxofonista, cuando la Big Band de Atarfe arranca, es como un tren bala: imparable. ¡Más que merecido el premio que este año le ha concedido en Festival! Porque mantener tan bien engrasada una maquinaria de precisión como la Big Band no debe ser nada de fácil.

Imagen cortesía de Rafael Marfil Carmona
Imagen cortesía de Rafael Marfil Carmona

Pero antes de que la Banda de Negro incendiara el Jazz en el Lago, Celia Mur hizo una demostración del A-E-I-O-U básico de la historia del jazz, desgranando todas las vocales con su prodigiosa voz. Desde el “Stompin at the Savoy” de Edgar Sampson hasta la festiva “How High the Moon” de Nancy Hamilton con la que se despidieron, Celia Mur y su grupo hicieron las delicias de un público atento que disfrutó del jazz más clásico y tradicional de esta edición del Festival. Personalmente, me quedo con esos momentos de delirio vocal: el Scat del que Celia es maestra.

Una Celia que no dudó en acompañar, un rato después, a una Big Band de Atarfe que estaba de estreno ya que, apenas cuarenta y ocho horas antes del concierto, había salido del horno su nuevo disco, calentito, calentito. Un trabajo llamado a darnos grandes alegrías, con versiones de temas de Pat Metheny -que pudimos escuchar felizmente durante su interpretación- o de Frank Sinatra.

Imagen cortesía de Rafael Marfil Carmona
Imagen cortesía de Rafael Marfil Carmona

 

Acompañados en escena por el eufórico trombonista Toni Belenguer, que ya había tocado junto a The Pocket la noche anterior y que prometió empadronarse en Atarfe, visto cómo lo habían cuidado y comprobada no solo la calidad sino la profesionalidad de la Big Band; los envidiablemente jóvenes músicos que la componen también tocaron una inspirada versión de uno de los grandes clásicos del jazz, “My Funny Valentine”, y se despidieron, ya bien entrada la madrugada, para dar paso a los siempre alegres y festivos “Cu Bop” y su jazz latino y bailongo.

Imagen cortesía de Rafael Marfil Carmona
Imagen cortesía de Rafael Marfil Carmona

 

Los premios que se entregaron el sábado fueron igualmente aplaudidos y bien recibidos por el público: a nuestra querida asociación de jazz de Granada, Ool Ya Koo, de la que formo parte activa desde su fundación, con orgullo y satisfacción; y a la empresa que consigue que el jazz suene como en ningún sitio en mitad de la montaña, junto al Lago.

Imagen cortesía de Rafael Marfil Carmona
Imagen cortesía de Rafael Marfil Carmona

 

Ha terminado un fin de semana intenso, muy intenso, repleto del mejor jazz posible. Un Festival que, en su décimo tercera edición, sigue dándonos grandes, gratas y emocionantes sorpresas.

Jesús Lens

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Ardiente Chano. Y desmelenado

Si la actualidad informativa lo permite, lo primero que leeré mañana en IDEAL, al despuntar el alba, será la crónica que Juan Jesús García haya escrito sobre la actuación de Chano Domínguez ayer sábado, en el maravilloso y adictivo Festival de Jazz en el Lago de Atarfe.

 Chano y Posé

Reconozco que iba predispuesto a que la cosa me gustara. En primer lugar, porque adoro a Chano. No es que lo crea… es que sé que es el músico al que más veces he visto en directo. Haciendo ayer la cuenta con mi Cuate, creo que me salen cerca de diez. La (pen)última, en la mismísima Nueva York, como lo contamos en ese enlace. Y la última, a pie de escenario, en el Granada Jazz Club (enlace que incluye vídeos grabados en riguroso directo)

 Chano Domíngez Granada

Bueno, la última… hasta ayer. En Atarfe, tras zamparnos unas bravas que eran bravas, unas Milnoh que estaban heladas, una morcilla muy de la tierra y unas chuletillas de cordero que no lo parecían.

Y todo ello, al fresco de un paraje mágico, en la Ermita de los Tres Juanes. Mientras Granada se abrasa de calor, a quince minutos hay un remanso de frescor que nos obligó, a eso de las dos de la mañana, a ponernos una sudadera.

Antes de que Chano le pegara fuego al escenario del Lago, Jesús Hernández trajo otra muestra de flamenco jazz. Pero más pausado. Más delicado y sencillo. Tanto que, entre el gentío y el trajín de la barra se perdían los matices de una música que alcanzó vuelo cuando Julián Sánchez dio cancha a su extraordinaria trompeta.

Y entonces llegó el Chano. A presentar sus “Flamenco sketches” o, lo que es lo mismo, su personal, único e intransferible homenaje al mítico “A kind of blue” de Miles Davis.

Mi disco, en concreto, está firmado por el gran Chano. Ea.
Mi disco, en concreto, está firmado por el gran Chano. Ea.

No lo olvido. A Miles. En las páginas de Ajoblanco. Sosteniendo que cuando escuchaba flamenco se ponía de rodillas.

Y aquí estamos, unos veinticinco años después, glosando las maravillas de un doble concierto de Flamenco Jazz, una disciplina que debería consolidarse en Granada como uno de sus distintivos musicales más importantes, como ya señalaba en este otro artículo de hace tiempo, tras una fructífera conversación con Antonio y Sergio Pamies.

 Chano Flamenco Jazz

Chano, ayer, estuvo brutal. Desmesurado. Incendiario. Arrebatador. Se ponía de pie, saltaba, aporreaba las teclas del piano, invitaba a un bailaor a que pespunteara magistralmente los acordes de Miles y… ¡se sacó de la manga un sintetizador que, colgado del hombro, fue utilizado igual que un combatiente usa el AK-44, acribillándonos con andanadas y andanadas de notas que hacían blanco en un público entregado!

Foto cedida por Juan Jesús García
Foto cedida por Juan Jesús García

Amaga Chano con venirse a Granada. A vivir. A radicarse. Comenzó hablando de la magia de esta tierra. Quizá sería lo que nos haría falta para terminar de consolidar uno de los focos jazzistícos más importantes de España, gracias al trabajo de clubes como el Granada Jazz Club o el Fusión de Salobreña; de asociaciones como Ool Ya Koo (que presenta una atractiva programación para este verano, en la Plaza de las Culturas de CajaGRANADA) y, sobre todo, del buen hacer de Festivales como este del Lago y, por supuesto, del Jazz en la Costa , el Jazz en las Alpujarras y del decano, del Festival de Jazz de Granada.

 Jesús Lens y Chano Domínguez

Pero de todo ello hablaremos más adelante.

Hoy nos quedamos con el aroma a Cuerno de Chivo quemado que dejó la actuación de Chano en Atarfe.

¡Mons-truo! ¡Thelonius! ¡Qué nos vas a matar de…!

¿Nos vemos en Twitter? @Jesus_Lens