Cosas que se dicen en voz baja

O que se piensan. Y no se dicen. O que se sienten. Sin pensarlas.

Hoy estoy fracturado. No es que me sienta así. Es que lo estoy. Quebrado. Partido por la mitad.

En días como hoy, es difícil encontrar palabras.

Por eso, vídeos como este, sobre el nuevo libro de Daniel Rodríguez Moya, tienen un eco y una resonancia especial. Llegan más. Te penetran con más fuerza.

Acostumbrado a hablar en voz alta, altavoz siempre en ristre, ¿cómo decir cosas en voz baja?

Descubro la imagen de David Reboredo, en la calle, por fin, besando a su padre, sin barrotes que los separen.

David Reboredo

No es el indulto completo. Pero es un paso.

Y un beso.

Hoy veo fotos. No muchas. Cuatro. Cinco…

Suficientes.

Más que suficientes.

Preciosas.

Y escucho a Keith Jarrett, sus gemidos y sus murmullos, cuando toca el piano y se funde con él. En tardes como ésta no cabe otra música que “Hearts in space”, “Waves” o “Tsunami”.

Entonces vuelvo a las historias de soledad y miedo de Peeters y Tomine. Y sé que hoy hay Black Mirror. Y siento miedo. Terror. Porque en la noche, hay monstruos.

Entonces vuelvo a la poesía. A “Sarajevo”, por ejemplo. Al “Sarajevo” de Izet Sarajlic.

Delicadeza humana,

¿Dónde estás?

¿Tal vez

solo en los libros?

Sarajevo Sarajlic

O el dedicado a Bora Spasojevic:

Antes de la guerra,

te prometí un poema

sobre Sarajevo.

.

Aquel último día que te vi

lo escribiste tú mismo,

mientras llorabas delante de las cámaras de televisión

por la ciudad destruida.

.

A mí solo me queda firmarlo.

Sarajevo. Estuve una vez. He vuelto muchas veces, desde entonces. A Sarajevo. Esta tarde, una vez más.

Y me acuerdo de una historia de Khalil Gibran, que leí cuando estaba en el Líbano. Y en Siria. En Alepo. En Damasco. Hoy devastadas.

Una historia sobre las ciudades del pasado. Pero, sobre todo, del futuro.

Y así va pasando la tarde.

Sentado.

Y de pie.

Dando vueltas.

Bebiendo.

Agua.

Sin parar.

Y pastillas.

Y pensando

que da igual estar partido

porque no estás fraccionado.

o roto.

Sino entero.

.

En Twitter @Jesus_Lens

Imagino que otros 18 de marzo serían diferentes: 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012.