Es personal, no política

‘No es nada personal, son negocios’ es una de las frases más memorables de ‘El Padrino’, repetida hasta la saciedad en los contextos más diferentes. Tras leer la ilustrativa entrevista de Quico Chirino a Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía y líder de Ciudadanos en nuestra comunidad, podemos concluir exactamente lo contrario: ‘No es nada político, es personal’.

Ni caso a las sonrisas

Después de repasar diferentes cuestiones sobre la actualidad política andaluza, Chirino le pregunta a Marín por los pactos postelectorales en Granada capital. En concreto, si un pacto con el PSOE estaría excluido. Marín trata de zafarse, dándole una patada adelante al balón, pero el periodista insiste, introduciendo a Paco Cuenca en la ecuación. “Sería complicado”, señala Marín.

Y Quico, que ha olido sangre, amplía el rango de la pregunta e inquiere por situación procesal del alcalde granadino. Entonces, Marín se desmelena: “No hablo de eso. Antes tiene que haber entendimiento político. No sólo influye que haya un proceso abierto por presunta prevaricación administrativa que mañana puede estar archivado. No he cambiado de opinión. Pero también conozco las relaciones y la dificultad para que haya un entendimiento entre personas”.

Hace unos días, cuando Luis Salvador anunció que se presentaba a Alcalde, en la Plaza del Carmen y en Torre de la Pólvora se notó algo parecido a un terremoto. Al menos, ciertas personas sintieron que se les abría el suelo bajo los pies. Porque, a estas alturas de la película todo el mundo sabe que la corriente de simpatía entre Salvador y Sebastian Pérez es directamente proporcional al muro de hielo que separa al líder de Cs en Granada de su ex correligionario Cuenca.

Un día de estos habrá que hablar sobre la cantidad de puentes que Francisco Cuenca ha ido quemando a su paso, dejándolos intransitables, por acción u omisión. Pero, al margen de eso, ¿es razonable que los inevitables pactos posteriores al 26 de mayo dependan de las simpatías o antipatías personales de los líderes de los partidos, y no de las propuestas electorales y/o de una visión más o menos compartida sobre el futuro de nuestra ciudad?

No me llamen naif. O sí. Pero qué pena si al final es una cuestión personal, no política.

Jesús Lens

#Granada2020

Hoy publico este artículo en IDEAL. A mí me gustaría saber qué Granada nos proponen los unos y los otros, de cara a las elecciones municipales de mayo. ¿Y a ti?

El domingo podíamos leer el IDEAL una precisa, completa e ilustrativa información sobre el amplio y variado gazpacho de siglas que diferentes formaciones políticas nos van a ofrecer en las próximas elecciones municipales. Y, sinceramente, hay que estar muy puesto y bien informado para distinguir entre quiénes conforman Vamos Granada, Ganemos, Podemos, Izquierda Unida y las demás plataformas y agrupaciones que, paradójicamente, parecen atomizar el voto de izquierda más que nunca.

 Granada 2020

Después, y suponiendo que uno sea capaz de ubicar e identificar cada una de las siglas definitivas, el siguiente paso será vincularlas a las personas que las representen en las listas electorales. Porque a lo largo de estas semanas estamos viendo infinidad de rostros y nombres distintos a los habituales, protagonizando procesos de Primarias. Y hasta de Secundarias. Por no hablar de ciertas Reválidas… Lo que está muy bien, dicho sea de paso, que este proceso denota salud democrática, interés participativo y perspectivas de rotación y variedad en los puestos y cargos.

Sin embargo, cuando queda poco más de un mes para las elecciones municipales, hay una cosa que me preocupa sobremanera: que este baile de siglas y nombres, muchos de ellos todavía por perfilar y definir, no nos esté dejando ver las ideas y los programas de los contendientes. Dando por sentado que los tienen, claro.

 Granada 2020 atrás

En unas elecciones municipales se elige a los representantes que han de regir la vida de nuestras ciudades, barrios y pueblos durante cuatro años y, a estas alturas de la primavera, lo que estoy echando de menos son precisamente ideas, propuestas y programas concretos para mi ciudad.

Tengo la sensación de que las municipales, al menos en Granada, se están planteando en clave de vendetta por las pasadas elecciones andaluzas y, lo que sería peor aún, como calentamiento para las generales de final de año. Denoto mucha intención de voto de castigo y de moción de censura, pero poca ambición por un voto constructivo basado en un programa con visión de futuro para nuestra ciudad.

Si tiramos de hemeroteca, vemos que todas las conversaciones entre los nuevos -y los viejos- partidos de la izquierda granadina han estado basadas en nombres, cuotas de poder y en un personalismo desmesurado. Sin embargo, de ideas, poco.

¿Qué Granada nos prometen para el 2020? Porque ése debería ser el debate. ¿En qué modelo de ciudad están pensando? ¿Cómo piensan alcanzarlo? ¿Qué herramientas, políticas, presupuestos y recursos van a utilizar para hacerla posible?

 Granada 2020 Europa

No sé a ustedes, pero a mí me gustaría conocer la Granada del futuro que se plantean todos y cada uno de los partidos que van a pedir mi voto y, de acuerdo con ese modelo ideal -y con las personas que se postulen para materializarlo y hacerlo posible- ir a votar el próximo 22 de mayo. Pero quedan apenas cinco semanas para la cita electoral, y excepción hecha de tirarse a la cara el LAC, el metro, la estación del AVE y el Atrio de la Alhambra… poco o casi nada sabemos sobre la ciudad que cada partido aspira a dejar en 2020.

Jesús Lens

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EL VALOR DE LA INDEPENDENCIA

Ahí va la columna de IDEAL, empezando a calentar motores con las elecciones municipales. (Al la vista de la Lista de Paco Cuenca, que nos anticipa Quico Chirino, ¿pensáis que va en línea con la columna siguiente? La discusión sigue en Twitter: #listacuenca .

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El de independencia no es un concepto pacífico, siempre cargado de matices y lecturas sesgadas. Muchas veces, es un concepto mal entendido y aún peor acogido, la verdad. En una sociedad mayoritariamente gregaria y seguidista, el independiente, de primeras, es sospechoso. Eso de ir por libre no se estila. De hecho, suele ser más confortable estar protegido dentro del grupo, de la tribu y de la estirpe.

En los periódicos, los mentideros y las Redes Sociales de Granada hay un interesante bulli bulli estos días: ¿quién irá en la lista de Paco Cuenca para las elecciones municipales del próximo mayo? La lista del PP, al estar condenada a ganar, da menos morbo. Pero la del PSOE… ¡esa sí que intriga!

Los sondeos y las prospecciones electorales hacen pensar que quién se embarque con Cuenca navegará por un río de aguas turbulentas salpicado de rápidos tumultuosos y saltos de agua que, al final, terminará desembocando en una cascada de decenas de metros de altura por la que será inevitable que se despeñe la abnegada tripulación del Delegado de Innovación.

Ojito, que estas cataratas son... las Victoria 😉

Así las cosas, ¿dónde encontrar compañeros de viaje adecuados para tamaña empresa? Del partido tienen que salir unos cuantos, claro. Pero, según se dice, se oye y se rumorea, el hecho diferencial en la lista de Cuenca ha de estar en los independientes. ¡Con tal de distanciarse de ZP, hasta en las municipales hay que descapullar la rosa, lo más posible! La consigna sería, pues, menos aparato y más alternativismo.

En las empresas se valora, cada vez más, la figura del consejero independiente. A más seriedad en la empresa, mayor independencia del consejero. Se valora el escuchar opiniones nuevas y diferentes y, sobre todo, externas, exógenas, no contaminadas. Consejeros independientes que provienen de los ámbitos más insospechados y, aparentemente, alejados del negocio de la empresa en cuestión. Porque, como dicen los gurús de la innovación, si siempre haces lo mismo, siempre obtendrás los mismos resultados.

Así, no es de extrañar que, además de por sus agendas, las grandes empresas contraten a expresidentes del gobierno por lo que puedan aportar a sus planes de negocio. Digo yo que alguna visión estratégica y de conjunto tendrán, González y Aznar, transmutados en los últimos años en un cruce entre Pepito Grillo y mosca cojonera.

Pues con lo del Ayuntamiento, lo mismo. Puestos a remar contracorriente y a sortear mil y un obstáculos en el camino, además de contar con los de siempre, no será malo que el PSOE eche mano de personas ajenas al partido y al mundo de la política que tan harto tiene a tanta gente. Si Cuenca tiene tino y buena mano con sus independientes, durante los próximos meses podremos asistir a un debate enriquecedor y dinamizador de la vida política, social y cultural de Granada. ¡Ojalá!

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.