Kentaro, el lince viajero

La muerte de cualquier lince me resulta siempre dolorosa, sobre todo, cuando se produce por atropello. Pero el fallecimiento de Kentaro es especialmente significativo porque se trataba del llamado lince viajero o lince explorador. Y a él le dedico hoy en IDEAL estas líneas.

Kentaro lince

Nacido en un centro de cría de linces en el sur de Portugal, Kentaro dedicó dos años su vida, desde que fue liberado en los Montes de Toledo, a recorrer cerca de tres mil kilómetros, en un viaje que le llevó por Castilla-La Mancha, Madrid, Aragón, La Rioja, Castilla y León, Galicia y, finalmente, de vuelta a Portugal, donde fue fatalmente atropellado cerca de Oporto.

¿Cómo no recordar, al leer sobre la odisea de Kentaro, “El lince perdido”, aquella joya de la animación granadina dirigida por Raúl García y Manuel Sicilia?

El lince perdido

¿Se acuerdan de Félix, el lince patoso y torpón que, habituado a vivir en un centro de recuperación, se veía súbitamente enfrentado a la libertad, viéndose obligado a buscarse la vida en plena naturaleza?

Félix recorrió toda Andalucía, transitando por buena parte de sus parajes naturales más reconocibles, en un viaje alucinante en el que se encontró con personajes tan singulares como Gus, el camaleón; Beea, la osada cabra montesa; Astarté, un hermoso halcón y, por supuesto, con Rupert, el topo.

Las aventuras de Félix por Andalucía son una gozada visual que disfrutan los más pequeños de la casa y, también, los mayores que tienen la suerte de ver la película con ellos. Pónganle a sus hijos “El lince perdido”. Es una de esas cintas que pueden marcar a un niño y convertirlo en un fervoroso defensor de los animales y en un fiel amante de la naturaleza andaluza por siempre jamás.

Vean “El lince perdido” y dedíquenle el visionado a Kentaro, ese lince osado, valiente, atrevido, curioso y decidido que ha pasado dos años viajando por nuestra geografía.

Aprovecho estas líneas para mandarle un fuerte abrazo a Pulevín, el divertido lince que anima al público en los partidos de baloncesto de nuestro equipo y para preguntarle a Fernando Egea por aquella brillante y emocionante historia que él y yo sabemos. ¿Qué fue de ella, Fernando?

Pulevín

Descanse en paz, Kentaro. Y, una duda, ¿por dónde anda Kahn, el otro lince viajero, hermano de Kentaro, cuyos caminos se separaron meses ha? ¿Sigue por el sur de Portugal, donde estaba localizado el pasado junio?

Jesús Lens

Twitter Lens

Justin y la Espada del Valor

Desde que la gente de Kandor estuviera nominada al Óscar con «La dama y la muerte» (AQUÍ on line), desde que disfrutáramos de esa joya que es «El lince perdido», que también ganó un Goya; desde que Antonio Banderas decidiera apostar por el equipo de Manuel Sicilia e invertir en la gran factoría de la animación granadina… desde entonces venimos esperando a Justin.

Justin

Y Justin ha llegado.

Así que hoy, viernes 20, no cabe ningún otro nombre, palabra o comentario que ese. Justin. Justin y la espada del valor.

Justin Sir Antoine

Justin Talia

Justin Valor

Justin y la espada del valor

Justin Dragodilo

La vemos. Y nos vemos.

Jesús Lens, valorando

En Twitter: @Jesus_Lens

ME VOY A LOS ANGELES

Amigas y amigos, me voy. Otra vez. Pero en esta ocasión, de verdad. Es decir que salgo de viaje. Pero, en esta ocasión, para no volver.

 

¿Recordáis que hace unas semanas proponíamos ESTA encuesta sobre cuál es la Capital del Mundo actualmente? Hubo muchos votos para las grandes megalópolis chinas. Y para Berlín. Pero muy pocos para Los Ángeles, que era la opción que yo defendía.

 

Y, como pasa tantas veces, la pregunta no era baladí. Porque ya entonces estaba barajando la oferta que, recién aceptada, os comento: me las piro a la Meca del Cine, con un contrato de dos años, prorrogable, para trabajar combinando dos de mis grandes pasiones: el cine y la escritura.

 

Me voy a currar de lo que allí llaman Ghost writer. A desarrollar ideas para una productora de cine. Porque esto de las películas funciona de una manera curiosa: un tipo tiene una idea. Y para captar el interés del productor, ha de resumirla en una sola frase, en apenas una línea.

 

Por ejemplo: «Un anciano sale volando con su casa para cumplir su sueño en las selvas sudamericanas.»

 

O: «Un soltero contumaz que trabaja despidiendo gente se enamora de una mujer que resulta ser igual que él.»

 

O: «En un mundo postapocalíptico, un padre y su hijo caminan por una carretera desolada en busca del mar.»

 

Una vez que la frase pasa un filtro (y lo pasan muy pocas) hay un tipo en la productora que se lee el guión y que lo resume en un máximo de cinco páginas, analizando los personajes y los puntos fuertes y débiles de la historia, proponiendo los cambios que la misma debería sufrir.

 

Un Ghost writer. Un escritor fantasma. Ese seré yo. Trabajaré las historias de otros… ¡para conseguir grandes películas!

 

¿Cómo empezó todo?

 

Pues empezó con esta foto. ¿La recordáis?

 

El año pasado por estas fechas, la gente de Kandor vino al Cubo a presentar el Goya. Desde entonces se generó una inmejorable relación con ellos, que fue creciendo a medida que ESTA entrada bloguera sobre la película se convirtió en un apasionado foro de debate sobre la misma.

 

Como sabéis, la gente de Kandor está vinculada a la productora de Antonio Banderas, que es toda una institución en la Meca del Cine, más allá de por su trabajo de actor. Así las cosas, del Cubo a Hollywood, gracias a un lince perdido y con la mediación de un actor boquerón. Porque la vida puede ser maravillosa, que diría Andrés Montes.

 

Ya estoy trabajando duramente mi inglés. Pero de mí buscan la parte spanglish del asunto. Porque lo latino cada vez tiene más tirón en Estados Unidos. Así que… ¿no me veis leyendo y escribiendo historias repletas de corridos, mucamas, Río Grande, narcotraficantes e inmigrantes?

 

No. Ni mucho menos. Se trata de contar historias normales protagonizadas por hispanos normales. Tan normales como Eva Longoria o Gael García Bernal, sin ir más lejos. Uno de los primeros bosquejos que me han mandado, de hecho, trata sobre uno de los artistas más prometedores del mundo del arte contemporáneo, Rubén Ochoa.

 

Así que… me voy.

 

Y, por supuesto, todo lo que nos vaya pasando en esta nueva andadura, lo iremos contando en este «Pateando el mundo» que, ahora sí, ¡va a hacer honor a su nombre!

 

Jesús Lens, que se nos va.

 

PD.- Mi contrato comienza en junio así que aún nos quedan unas semanas de estancia granadina, para despedidas y arrumacos. Que me harán falta.

 

PD II.- Cuando mi colega Fran propuso que tituláramos nuestro libro «Hasta donde el cine nos lleve», nunca se me pasó por la imaginación que el dónde sería Los Ángeles. Ni en el mejor de nuestros sueños.

DE OSCARs E INCENDIOS FÍLMICO-BIBLIOGRÁFICOS

Amigos, yo les quería hablar del prodigioso y brutal concierto de jazz que anoche pudimos disfrutar en el Isabel la Católica, con el Erik Truffaz Quartet. Y, sin embargo, antes de acostarme, ya barruntaba yo que iba a ser complicado. Anoche ardían la calle, las aceras y las barras de los bares. La cerveza, el vino, la charla y los encuentros noctámbulos, efectivamente, dejan resaca.

 

Por eso, sentí una cierta vergüenza cuando, esta mañana, el mensaje de Javi me pilló todavía entre sueños. «Muy bueno ese «Quemar después de leer», con unas fotos muy interesantes».

 

Eran cerca de las doce. ¡Menos mal que había dejado programada ESTA entrada sobre periodismo! Uf.  Salté de la cama, pero creí morir. Tras ingerir un par de necesarios y esenciales gelocatiles, volé hasta el quiosco para comprar IDEAL y alucinar con la maquetación que Santos y su gente han hecho de uno de esos reportajes de doble página que tanto me gustan y sobre los que anoche debatíamos con Juanje. El título, efectivamente, «Quemar después de leer». Y lo podéis leer pinchando AQUÍ.

 

¿El tema? Partiendo de «Ágora» y del incendio de la Biblioteca de Alejandría, un somero repaso sobre otros célebres incendios bibliográficos y su impacto en el cine. A ver qué os parece.

 

Y luego, cuando ya empezaba a sentirme mejor y me preparaba a escribir sobre Truffaz, un notición saltó a la pantalla del ordenata:

 

«Un corto español de animación, entre los preseleccionados al Oscar».

 

¡Sí, sí, sí!

 

«La dama y la muerte», esa joya de Kandor de la que hablábamos hace unas semanas, está entre los diez cortos de animación preseleccionados para optar al Oscar, pedazo de noticia que se complementa con la de que «El lince perdido», de los mismos Kandor, está a su vez entre las veinte preseleccionadas para el mejor largometraje de animación.

 

Un hito que sólo han conseguido, también, unos tales Pixar…

 

Me quedo sin palabras y me voy a la cama a leer ese prodigio narrativo, «El poder del perro», justo lo que hay que leer después de haber devorado la trilogía de Larsson.

 

Y hoy tampoco salí a correr. Y a las cuatro y media de la tarde, me zampo una ensaladita o algo así, para compensar tanta inactividad, y nos iremos a ver el CeBé Granada y, después, a la Big Band. Una nueva noche de baloncesto, jazz y amigos que no sabemos hasta dónde nos llevará. Sobre todo, porque mañana es necesario abandonar esta dejadez deportiva, que a las 9 de la mañana jugamos un nuevo partido de baloncesto, de esos del Patronato que tantas alegrías nos dan, como comentábamos ayer.

 

Entre tanto, sólo ayer conseguí llegar a la página 150 de ese nuevo reto literario, del que hoy apenas seremos capaces de avanzar apenas unas palabras. Porque noviembre es, posiblemente, el mes más canalla, intenso, ávido, exigente y excitante del calendario. Menos mal que ya asoma su final. ¿O no?

 

Jesús Lens, muy quemado, poco leído y aún menos oscarizado.      

LA DAMA Y LA MUERTE

Llamadme corporativista, pero cuando esta mañana vimos el logo de CajaGRANADA en tres dimensiones y en calidad de patrocinadora del impresionante y extraordinario cortometraje «La dama y la muerte», dirigida por Javier Recio Gracia y producida por Kandor Moon, en un gozoso 3D (que sí está siendo la revolución que anuncamos AQUÍ), nos dio un subidón. (No dejéis de visitar su espectacular web)

 

Porque constituye motivo de orgullo y satisfacción trabajar para una entidad que colabora en que una obra de arte de este calibre haya visto la luz.

 

Un año y medio de trabajo.

 

Ocho minutos de metraje.

 

¡Pero qué ocho minutos!

 

Una anciana se echa a dormir. Echa de menos a su difunto esposo. Y aparece la Parca. Es hora de montarse en la barca de Caronte y pasar al otro lado. Es hora de seguir la luz. Pero las cosas no son tan sencillas. Porque la medicina, que ha avanzado una barbaridad gracias a uno de esos médicos con pinta escultural, se empeñará en arrebatarle su presa a la Muerte, iniciándose un desigual combate que tendrá un desopilante final, tan imprevisto como imprevisible.

 

Como ocurre en los mejores momentos de las últimas producciones de Pixar, «Up» y «Wall E», este corto es mudo, sin que los personajes tengan que decir una sola palabra para que se entienda todo lo que ocurre. E, igualmente como en el caso del campeón de la animación del siglo XXI, la narración tiene dimensiones distintas, de forma que gusta a chicos y grandes a la vez.

 

Y la animación… ¡perfecta!

 

La expresividad de los rostros, el realismo de los decorados, el vértigo de algunas secuencias, las alocadas persecuciones, la dura pugna entre la vida y la muerte… un auténtico lujo ideado, producido y rematado en Granada.

 

Todo lo que la igualmente extraordinaria «El lince perdido» ya nos ofrecía se ha visto reafirmado en este corto.  

 

Así pues, la pregunta de si merecía la pena trasponer un soleado sábado por la mañana hasta el Kinépolis, sólo para ocho minutos, tiene una sola, única y rotunda respuesta:

 

¡Por supuestísimo que sí!

 

¡Kandor-cracks, que sois unos cracks!

 

Jesús Lens, ansioso porque el nuevo Kandor-largo llegue a las pantallas.

 

PD.- ¿Dónde y cuándo más podremos ver esta excepcional «La dama y la muerte»?

 

PD II.- La vin, Cuateback, cómo nos hemos cuidado después, con ese pescadito fresco, jugoso y sabroso, la Pam, tú y yo ¿eh? No me extraña que tenga tan buena fama el Juan.