Jesús Fernández: la leyenda continúa

El año pasado, los hermanos Gasol protagonizaron un hito memorable cuando fueron titulares en el partido de las Estrellas de la NBA. Su salto inicial ya forma parte de la historia. Este año, sin embargo, ninguno de los dos había sido seleccionado para el All Stars, ni por el público ni por los entrenadores. Que lo de Marc entraba dentro de la lógica, pero lo de Pau era indignante. Y de ello hablo hoy en mi artículo de IDEAL.

Pau Marc Gasol All Stars

El martes por la noche, la cosa dio un vuelvo: la lesión de rodilla de Jimmy Butler va a posibilitar que el mayor de los Gasol sí esté finalmente entre la pléyade de Estrellas de la NBA. A la vez, se confirmó que Marc tiene una fractura en un hueso del pie derecho que le hará perderse el resto de la temporada y que incluso pone en peligro su participación en los Juegos Olímpicos.

Dos hermanos. Una misma noche. El mismo deporte. El cielo. El infierno. Y la leyenda, que continúa.

Quiere la casualidad ambas noticias se crucen con otra más cercana, también relacionada con el deporte de la canasta: con 40 años de edad, Jesús Fernández consiguió el pasado domingo 34 puntos de valoración, tras completar un partido de ensueño con el Covirán. ¿Y van…?

Valladolid, 18/10/2015. CBC Valladolid - Granada en el Polideportivo Pisuerga. Foto Ricardo Otazo.
Valladolid, 18/10/2015. CBC Valladolid – Granada en el Polideportivo Pisuerga. Foto Ricardo Otazo.

El Gran Capitán de la escuadra nazarí está deleitándonos, otro año más, con su clase, su sapiencia baloncestística, su pasión y su entrega. Lo pensaba hace unas semanas, cuando seguía a través de las redes sociales el desplazamiento del equipo, en autobús, hasta Pontevedra. Los chavales son jóvenes, fuertes y pueden con todo. Además, el año que viene seguirán en la brecha, sea en el Fundación CB Granada o en otro equipo.

Pero, ¿y Jesús? Porque, a sus 40 años, las palizas que se está metiendo entre pecho y espalda no están pagadas con dinero y solo se entienden desde su amor por el deporte y su compromiso con unos colores y un equipo humano que demuestra ser muy especial.

Jesús Fernández la Leyenda

Háganse ustedes un favor y vengan al Palacio de los Deportes de Granada. Cada rebote, cada bloqueo, cada canasta y cada tapón de Jesús Fernández adquieren la misma mítica dimensión que la contemplación de un roble centenario o de una catedral gótica.

Porque Jesús es leyenda. Y la leyenda continúa…

Jesús Lens

Twitter Lens

Buenas sensaciones en la Media Maratón 2014 de Granada

Mi reloj se paró ayer. Es decir, se quedó en blanco. El reloj que conecta con el satélite y te marca, además del tiempo que llevas, la velocidad a la que vas y el promedio kilométrico que arrastran tus piernas.

 Media Maratón Granada 2014 recorrido

Y ya no lo he podido recuperar.

Así que salí a correr a cuerpo gentil, prescindiendo de los dictados del Dios Cronos.

Había quedado con mi hermano, temprano, en la puerta de una Licorería cercana a la salida. (Para los malpensados diré que, a esas horas, la licorería estaba cerrada).

Por una vez y sin que sirva de precedente, llegamos con tiempo a la salida. Nos situamos más o menos donde nos correspondía (no así otra gente, que sale desde muy adelante y luego es rebasada por cientos de corredores, provocando empujones y tropezones innecesarios) y, desde el pistoletazo de salida hasta que cruzamos el arco, pasaron un par de minutillos.

Cabras Locas recogiendo el dorsal
Cabras Locas recogiendo el dorsal

No sé cuánta gente habrá corrido hoy. La web de inscripciones señala que unas tres mil. Los voceros oficiales dicen que se ha llegado a 5.000 inscritos. Dudo que hayan sido tantos, pero lo importante es que han sido cientos y cientos de personas las que, hoy, tomamos las calles para hacer deporte.

Lo que, curiosamente, ha generado polémica en las Redes Sociales. Y mira que la carrera lleva anunciada en prensa y en paneles en las calles desde hace semanas. Pero claro, como leer el periódico no sirve para nada… Imagino que tampoco leer los Muros de decenas de atletas que llevamos hablando de la carrera desde hace días.

En fin.

Que el caso es quejarse. Sin embargo, no creo que los bares del Zaidín hayan puesto el grito en el cielo, teniendo a varios miles de personas deshidratadas en sus cercanías, con ganas de tomarse esas Alhambras Especiales y otras cervezas que, según todos los estudios científicos, constituyen la mejor hidratación posible después de hacer deporte.

Foto: Granada Digital
Foto: Granada Digital

Pero al lío. Que me pierdo en las digresiones.

Que la carrera me ha ido bien. Que estaba preocupado porque en los entrenamientos no me encontraba muy allá, pero que he hecho la mejor Media Maratón de los últimos años, en 1 hora y 45 minutos aproximadamente; volviendo al entorno de los 5 minutos el kilómetro, de media y sostenidos durante los (más de) 21,100 kilómetros de un recorrido duro y exigente como es el trazado de la Media Maratón granadina.

Mi plan, ayer, era el siguiente: salir lo más rápido posible y hacer los primeros 10 kilómetros con cara tranquila y aire desenfadado para, después, someterme a lo que técnicamente se denomina “La muerte del loro”: hincar el pico en el pecho, bajar la mirada y no levantarla hasta meta.

Dicho, y hecho. Fui con mi hermano hasta el kilómetro 8 más o menos. Él me iba diciendo algún parcial kilométrico, todos bastante por debajo de los 5 minutos. Y cuando llegamos al Camino de las Vacas, le miré por última vez y le dije:

  • Hasta aquí he llegado. Te toca.

Y le vi marchar hacia delante, inexorablemente. ¡Carretón que se ha macado! Ha llegado a meta en 1 hora y 40 minutos. ¡Apoteósico! Sobre todo teniendo en cuenta que año pasado por estas fechas sufría para bajar de 1 hora y 50 minutos. (Resultados, tiempos y clasificaciones de la carrera, aquí )

Carreras de Familia
Carreras de Familia

Los entrenamientos en montaña, el buen ambiente en nuestro grupillo de Cabras Locas, las salidas con Edu y José Miguel, los arreones en la playa, la Bandera… ¡Un crack, mi hermano!

A partir de ahí, me relajé en exceso y me adelantaron muchos corredores. Me rehice, me volví a relajar y cuando íbamos por el kilómetro 16, donde otras veces ha llegado el Tío del Mazo y me ha dejado fuera de combate; me encontraba relativamente entero. Al escuchar el tiempo que llevábamos, me animé a tirar un poco. Y así, a tirones (ese maldito Paseo del Salón y sus revueltas) hasta meta.

Otra circunstancia adyacente: un señor entraba a mi lado sosteniendo a un bebé de semanas en sus manos. ¿Se puede ser más inconsciente? Un tropezón, un empujón, un lo que sea… en fin. Nuevamente. En fin.

Que llegué, que saludé a los amigos que me fui encontrando tras felicitar a mi hermano y tras las dosis nunca suficientes de hidratación; me volví a casa. Contento. Con la sensación del deber cumplido.

Ahora, pasadas las horas, empiezan los dolores de verdad. Las microrroturas. La tensión acumulada. La exigencia muscular. El desgaste que supone tirar de estos 95 kilos, durante 1 y 45 minutos, a 5 minutos el kilómetro.

Y con ganas. Con ganas de volver a Motril para rematar el Circuito de Fondo de Diputación, al que este año he fallado más que otros. Y a pensar en esa otra disciplina, cada vez más atractiva: la carrera de montaña y el Desafío Bárbaro de Pitres.

Desafío Bárbaro Pitres 2014

Pero esa ya será otra historia.

Jesús Lens

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Más que una Selección

Artículo que publiqué ayer en las páginas de deporte del periódico IDEAL. A ver qué os parece.

Minnesota, Portland, Chicago, Memphis, Texas, Washington o Nueva York Todas estas son las ciudades y los estados norteamericanos que los aficionados al baloncesto nos estamos ahorrando visitar gracias al Mundial que, estos días, disputa parte de su primera fase en Granada. ¡Ahí es nada!

ÑBA

¡Qué emoción, qué sensación, qué impacto; la presentación de los jugadores! Ricky, Rudy, Marc, Pau, Ibaka, Chacho, Llull… Impresionante la nómina de estrellas que Juan Antonio Orenga tiene a su disposición para tratar de reconquistar el cetro mundial del baloncesto.

No sé qué pasará de aquí a que termine el campeonato. Para mí, hay demasiada gente que da por cantada la final entre USA y España, pero el camino es aún largo. Muy largo. ¿Cómo no recordar el triple de Teodosic de hace cuatro años, desde su casa, que nos alejó de las medallas en la anterior cita mundialista?

Sin embargo, cada vez que Pau hace un dribling imposible, Ricky roba un balón improbable, Ibaka destroza el aro con su descomunal fiereza, Marc atrapa un rebote peleando contra tres contrincantes, el Chacho da una asistencia mágica o Llull se pega una galopada salvaje por la pista; estamos viviendo momentos únicos, históricos y para el recuerdo.

ñba IBAKA

Cobré conciencia de esta alquimia cuando Pedro y mi Cuate, colegas de mi peña de baloncesto, nos recomendaron ver el documental “Una historia de amistad y baloncesto”, que repasa la trayectoria de la Generación de Oro del baloncesto español desde el mítico título de Lisboa. Antes, incluso. Porque todo empezó en Mannheim, Alemania, cuando la pléyade de estrellas que ahora deslumbran en Granada no eran sino un atajo de adolescentes hambrientos de canastas… y de hamburguesas.

ÑBA Lisboa

Desde entonces, cada verano, mientras otros cracks del baloncesto renuncian a sus selecciones para descansar y ponerse en forma de cara a la siguiente temporada, la mayoría de los mejores jugadores españoles se reúne para comenzar la preparación del Europeo, Mundial u Olimpiada de turno. Entrenamientos, giras, partidos de exhibición… Y, después, el campeonato. En total, casi dos meses de compromiso con la Selección. Y de trabajo duro. Pero también de amistad, colegueo, buen rollo, diversión y pasión. Pasión por el baloncesto.

La Eñe, como se conoce al combinado español de básket, es más que la conjunción de los mejores jugadores del año. Es un sentimiento. Es un grupo humano que, conformado y fraguado a lo largo de los años, está escribiendo una de las gestas deportivas más importantes en la historia del deporte mundial. Por eso, todos quieren formar parte de la aventura. No hay más que recordar, por ejemplo, a Garbajosa gestionando un seguro privado para que Toronto le diera permiso para jugar con la selección.

ÑBA Garbajosa

Estos días, tenemos la oportunidad de disfrutar de este milagro, en vivo y en directo, en Granada. Lástima que la cadena de televisión que tiene los derechos del Mundial no esté a la altura de un acontecimiento como este y se esté limitando a cubrir el expediente.

Lástima, también, que cuando llegue el viernes, los gritos de jugadores, entrenadores y público se apaguen y no tengan eco a lo largo de la temporada, a través de la presencia y el apoyo a un club de élite. Pero esa es otra historia.

¡Vamos Granada!
¡Vamos Granada!

El aquí y el ahora nos llevan a vestirnos de rojo cada noche y a volver al pabellón. A hartarnos de magia, talento, creatividad y emoción. A hartarnos de baloncesto. Pero sin cansarnos. Gracias a todos los que lo estáis haciendo posible.

Jesús Lens

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Corriendo al cerro de San Miguel

Hoy, 21 de junio, es el primer día del verano. De todos los cambios de estación, éste suele ser en el que más reparo. Debe tener que ver con que solo dos días antes he cumplido años y estoy receptivo. Y, por supuesto, con que soy una criatura del verano.

 Running Urbano Alhambra Granada

Siendo sábado, quedé para correr con mi hermano. A las 12. Del mediodía. Una hora muy de los Lens, como bien sabe nuestro querido Edu, que se fue a unas indecentes 9 de la mañana. ¡Qué valor!

Pero es que hacía un día muy bueno.

Tanto que, cuando salí a desayunar, a eso de las 8.30, hacía hasta frío. O fresco, por no exagerar.

Y por eso decidimos, en vez de salir al campo y subir por la Pasarela al Balcón del Genil, cruzar los senderillos de más allá de la Fuente de la Bicha o escalar hasta el Llano de la Perdiz; hacer 18 kilómetros de running urbano y turístico.

Este es el recorrido, con salida y llegada al Zaidín.

Lo primero, ir al Flamboyant para, desde allí, subir casi en línea recta a la Alhambra, que reventaba de gente. Bajar por la Cuesta de los Chinos y darle una gran voz de alegría a nuestra querida Clarissa, que subía con unos amigos. ¡Cómo me gusta encontrarme con esa gente cuya sonrisa transmite alegría, felicidad y optimismo!

 Running Urbano Cuesta de los Chinos

Bajamos por la Carrera del Darro, casi hasta Plaza Nueva, y nos lanzamos por el Albaycín hacia arriba, dado vueltas y revueltas hasta salir al camino del Sacromonte.

A la altura de Casa Juanillo, tiramos por la Verea de Enmedio, hasta hacer alto en una pequeña fuente, junto a la Cuestecilla de la Alboreá.

¡Cuestecilla!

¡Ay!

 Running Urbano Granada Sacromonte

Al no hacer mucho calor, el día estaba claro y luminoso. Y, en esas condiciones, recorrer la Alhambra y la Granada nazarí es un privilegio. En verano, el calor provoca una permanente calima que no permite disfrutar de los colores puros, reales, tal y como son en la naturaleza. Hoy, el día en que entraba el verano, fue una gozada y subiendo y bajando lomas, colinas, calles, senderos y veredas, llegamos al Cerro de San Miguel.

¡Qué putada, que la fuente estuviera seca! No sé a quién corresponderá su mantenimiento, pero pocas cosas más tristes y penosas, deprimentes, cutres y lamentables que una fuente de cuyo caño apenas cae un triste hilillo de agua.

 Running Urbano Granada

Aun así, paramos nuestros relojes y disfrutamos de las privilegiadas vistas que hay desde ese punto mágico de Granada.

Y una cuestión centró la charla, mientras veíamos esa espectacular vista casi aérea de la Alhambra: ¡qué bien quedaría nuestra joya más preciada en “Juego de Tronos”. Por cierto, ¿has visto ya cuando…? No, yo es que aún estoy leyendo la tercera novela y voy por cuando…

Es lo bueno, lo mejor que tiene salir a correr un par de horas con tu hermano. Sin llamadas, móviles, mensajes, Facebooks o Twitters de por medio. Que puedes hablar lo mismo de lo cuadriculada que es la dirección de Pablo Laso y de cómo ha fundido a los jugadores del Real Madrid que del estreno, hoy, de una peli con hechuras míticas: “Gangs of “, más de 330 minutos de película conocida como la saga del Padrino de la India.

 Running Granada San Miguel

Comentamos lo cojonuda que es “Te quiero porque me das de comer”: tienes que leerla. Y vas a entender lo que pasó en Carabanchel, el barrio de nuestros abuelos.

¿Y el verano? Pues ahí. Y aquí. Y el empacho de información regia. Y “Cotton Club”. Aunque, bien pensado, de “Cotton Club” hablamos el martes pasado, antes de la brutal subida al Balcón del Genil.

Y así bajamos por las cuevas de San Miguel, hasta volver al pilarillo de la Alboreá. Cruzamos por la calle Pagés, el Mirador de San Cristóbal y nos lanzamos hacia abajo, en busca del Hospital Real y de la Puerta y de la calle Elvira. Para no molestar excesivamente a los viandantes, subimos por el Realejo y, a la altura del Restaurante Damasqueros, tuve ganas de pedir asilo político. Y gastronómico. Solo unas horillas. Pero seguimos. Hasta volver al Salón, cruzar por las Titas para beber en la fuente de junto a los Escolapios y volver al Zaidín.

 Running Urbano Puerta Elvira

Cerca de las dos enfilaba yo la Avenida de Cádiz. Cansado, con los tendones y las rodillas doloridos por el machaque que supone correr por adoquines y asfalto. Y con sed. Mucha sed.

Pero feliz y contento de haber estrenado mis 44 años y la entrada del verano 2014 haciendo algo tan sencillo, pero a la vez tan grande; como salir a correr con mi hermano por una ciudad que, a veces, olvidamos es una de las más hermosas del mundo.

Jesús Lens

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Subida Pedestre al Conjuro

En primer lugar, quiero dar las gracias al club Pazito a Pazito de Motril por volver a organizar, cinco años después, una prueba tan emblemática como ésta, que pone el punto y final al 2013 atlético. Al menos, por lo que a competiciones se refiere.

 Conjuro pazito a pazito

Ya sabes, porque así lo he escrito y publicado, que estoy convencido de que correr es el deporte más democrático que hay y que el mismo esfuerzo invierte el primero en llegar a la meta que el último en traspasarla. ¿Te acuerdas de este artículo? Pues ahí lo explico.

Y carreras como la de hoy son una palmaria demostración de la virtualidad y la veracidad de dicha teoría.

No sé si llegaríamos a 200 los chalados que, a las 10 horas de una excepcional mañana, climatológicamente hablando, partíamos de la motrileña Plaza de la Coronación para hacer tres kilómetros planos, incluso de bajada, antes de afrontar las primeras rampas que conducen a Puntalón. (Lo que sí sé es que hemos terminado 137, solo, lo que habla bien a las claras de la dureza de la prueba).

 Conjuro subida pedestre

Cumplimentados a buen ritmo esos primeros kilómetros, por debajo de 5 minutos cada uno de ellos, los dos siguientes eran relativamente cómodos. (AQUÍ tienes mi particular y notablemente pedestre recorrido).

Hasta ahí iba hablando con mi amigo Eduardo, con el que bajé desde Granada. Bueno, miento. Él hablaba y yo hacía como que le contestaba, escupiendo monosílabos a duras penas. Menos mal que luego se puso a charlar con el incombustible, adorable y por todos querido y jaleado Roberto y con David, y yo pude respirar.

Después, cuando subimos y bajamos junto a la nueva e inmaculada Autovía y el paisaje empezaba a cambiar, dejando atrás casas y entrando en tierra de cortijos, Eduardo se fue hacia delante, al ver que yo ya no podía articular palabra. Y es que Edu debería haber intentado ir con Víctor y su imperial paso de triatleta. Pero a él le gusta compartir tiradas y disfrutar del recorrido.

Poco a poco, los cortijos fueron dejando paso a los bosques de pinos. El asfalto, húmedo por el rocío, resbalaba en algunas partes. Pero el tiempo, atmosférico, seguía siendo una gozada. El otro, el que marca el cronómetro… ya es harina de otro costal. Y las Bolas, las del Conjuro, allí arriba. Llamándonos. Y nosotros, hacia ellas. ¡La de veces que me he acordado de las tiradas que hacíamos en bici, desde la Chucha, las tardes de verano en que Perico e Indurain nos espoleaban…!

 conjuro

De repente, el mar. Impresionante y sereno. El sol, reflejado en su superficie, lo convertía en un espejo. Y allí seguíamos, hacia arriba. Siempre hacia arriba. En esta parte del recorrido, tras perder contacto con un grupo de atletas, me quedé solo. Y ahí seguí, en tierra de nadie, hasta la meta. No pude alcanzar a nadie ni nadie me adelantó. Kilómetros y kilómetros en soledad, gozando de este deporte glorioso que te permite disfrutar de días tan memorables como éste.

Cuando alcanzas los molinos de viento, sintiéndote más loco que Don Quijote, das una curva y allí aparecen las blancas cumbres de Sierra Nevada. Es un tópico, pero… ¡es que es una gran verdad! A la derecha, el mar. A la izquierda, la Sierra. ¡Qué lujazo!

El peor momento de la carrera llega cuando, al terminar el kilómetro 14, tras un haber hecho un par de ellos a un ritmo algo más vivo gracias a un falso llano tan necesario como agradecido, en vez de seguir por la carretera que baja hasta los Gualchos y Castell de Ferro, hay que tomar el desvío que te obliga a subir, de forma inclemente, hasta la meta.

Componentes de Las Verdes. Que jóvenes éramos entonces.
Componentes de Las Verdes. Que jóvenes éramos entonces.

Cuatro durísimos kilómetros en los que la cabeza tiene que hacer un trabajo ímprobo para que el cuerpo no se venga abajo. Porque, aunque al final siempre acabo llegando, ni quería sufrir como un perro ni destrozarme y cruzar la meta como otras veces, exhausto, mareado e incapaz de articular palabra.

Pazito a pazito, sin nadie por delante ni por detrás, seguí subiendo. Hasta que, a la vuelta de una curva, estaba la meta. Y el agua. Y esos sensacionales rosquillos de azúcar, caseros, caseros. Y la ropa seca, en el bus. Los abrazos con los amigos, los choques de manos, los comentarios de las mejores zancadas… y los proyectos.

Pues me han dicho que en Almería…

– Pues este año hay que hacer la Media Maratón de Montaña de La Ragua…

– Y no podemos fallar en la Órgiva-Lanjarón-Órgiva…

– ¡Habéis estado en la de San Antón en Jaén, con las antorchas?

Porque correr es un veneno. Y hacerlo en montaña, aunque sea un sufrimiento extremo, es un placer sin igual.

Vale. Cinco años después de mi anterior Subida al Conjuro, he invertido 15 minutos más (aunque el recorrido contaba con 400 metros extra) Pero eso es anécdota. Lo importante era volver a subir.

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Y bajar para contarlo.

Y brindar con una Alhambra bien fresquita con Eduardo. ¡Misión cumplida! Por nosotros y nuestros compañeros, José Miguel y mi hermano. Que ya vendrán, ya… y por mi Álter, José Antonio Flores. Que tenía esta carrera marcada en rojo en su calendario, pero al que una inoportuna lesión alejó de una Subida al Conjuro que ya estamos empezando a preparar, para despedir 2014… ¿verdad?

Y nos quedan las albóndigas. Porque la lotería… pero lo de las albóndigas ya es otra historia.

Jesús Lens

PD.- Para la Meta #Correr250kmsen1mes , ya acumulo 185 kilómetros. Es decir: quedan 65 kms. por correr y 9 días para hacerlo.

¡Seguimos!

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