¿CUÁL ES EL MOMENTO MÁS MEMORABLE DE TU VIDA?

– Jessie, déjame preguntarte una cosa. ¿Cuál es el momento más memorable de tu vida?
– ¿Cómo dice, señor?

 

El Diácono enarcó las cejas.

– ¿No tienes ninguno?
– No sé si acabo de entenderlo, señor.
– El momento más memorable de tu vida -repitió el Diácono… Todos tenemos alguno. Podría ser una experiencia feliz, o triste.

(Jessie cuenta que el momento más memorable de su vida no fue esta con una chica, sino la muerte de su padre, acaecida en trágicas circunstancias.

 

Continúa hablando el Diácono:

– En mi experiencia, el momento más memorable en la vida de un hombre rara vez es agradable. El placer no nos enseña nada salvo que el placer es placentero. ¡Y ya me dirás tú qué lección, eso lo sabe hasta un mono sacudiéndosela! En fin. ¿Sabéis cuál es la esencia del aprendizaje, hermanos míos? El dolor. Pensadlo bien. Por ejemplo, rara vez nos damos cuenta de los felices que somos de niños hasta que nos arrebatan la infancia. Normalmente no reconocemos el amor verdadero hasta que ha quedado atrás. Y entonces, entonces decimos: anda, pero si era eso. Ése era el auténtico… Lo que nos moldea es lo que nos mutila. Un alto precio, estoy de acuerdo. Pero… -extendió los brazos y les dedicó su sonrisa más apoteósica-… la lección que aprendemos de eso no tiene precio.

 

Dennis Lehane.
Cualquier otro día. (Excepcional novela cuya reseña tenéis AQUÍ)
RBA. Serie Negra.

Y tú, ¿qué opinas? ¿Cuál es tu momento más memorable? ¿Es triste o alegre?

 

Yo, por desgracia, le tengo que dar la razón al Diácono. Y al pobre Jessie. (Si no lo quieres contar, el momento, marca si es alegre o triste en la Consulta de Fin de Semana de la Margen Derecha…)

 

Jesús Lens, inquisitivo.

CUALQUIER OTRO DÍA

¿Os acordáis de que hace semanas decía que ni de coña leería este libro? ¿Por qué he cambiado de opinión? ¿Os acordáis de la que montamos con «Shutter island»? ¿Os acordáis de aquella joya llamada «Mystic river»? ¿Tenéis astenia primaveral y no sabéis qué leer? ¿Tenéis que aconsejar/regalar un libro esta Feria del ídem y andáis confusos? ¿Queréis pasarlo EN GRANDE leyendo un GRAN libro? Pues pinchad AQUÍ y salid de dudas…

Jesús Lens. En corto, pero conciso. Y concreto.

LIBROS PARA UN VIAJE

Cuando tienes que pasar del orden de 15 horas tú solito y sin nada que hacer, entre la espera en el aeropuerto y el vuelo correspondiente, más te vale elegir bien los libros que te acompañarán durante el periplo. Han de ser buenos libros, de los que que atrapen e imanten al asiento. Y si además viajas solo, es esencial rodearte de buenos libros que te hagan la labor de amigo y compañero esencial en esos momentos de descompresión entre los museos, las visitas, los Piscos y los tiraditos y ceviches. Adjunto os pongo los cuatro libros que me están acompañando y a cuyos autores y editoriales no puedo si no darles las gracias por lo bien que me han tratado. Aunque los reseñaré despacio, no quiero dejar pasar la oportunidad de nombrarlos ya que ellos han sido (y serán en los próximos diez días), compañeros fieles e inseparables en este viaje que que ahora cambia de continente y que, de Sudamérica nos lleva a otro Sur. Al Sur en que empiezan todos los sures: al Sur de Marruecos.

Aventuras en el México del XIX
Aventuras en el México del XIX
un Lorenzo Silva en plena forma
un Lorenzo Silva en plena forma
Qué grande, Dennis Lehane
Qué grande, Dennis Lehane
El rostro del terror
El rostro del terror

Jesús Lens, impenitente trotamundos.

CUALQUIER OTRO DÍA

No, queridos amigos, no. De ninguna manera. Perdónenme, pero discúlpenme: ¡NO!

 

Ni de broma voy a empezar hoy a leer la última novela de Dennis Lehane. ¿Estamos locos? No. Hoy no. Quizá sea cualquier otro día cuando comience a leer «Cualquier otro día», la última novela del autor de Boston, recién publicada por RBA Serie Negra.

 

Dennis Lehane. ¿Quién es ese tipo?

 

Pues ese tipo es el autor de la novela «Mystic River», a partir de la que Clint Eastwood rodó una de sus más recientes obras maestras. Y de «Adiós, pequeña, adiós», igualmente trasladada al cine en una modélica adaptación del imprevisible y sorprendente Ben Affleck.

 

Pero, además, en cuanto escriba las próximas dos palabras, entenderéis perfectamente por qué no pienso meterle mano a «Cualquier otro día».

 

Bueno, en vez de escribirlas, veámoslas:

 

Sí. «Shutter island». ¿Os acordáis? La que se montó hace un puñado de años, a costa de esta novela. De hecho, muchos de vosotros tenéis vuestro ejemplar, firmado por el autor, a su paso por «Negra y Criminal».

 

Entonces, si os acordáis de los efectos que provocaba «Shutter island», ¿por qué os extrañáis de que hoy NO vaya a empezar a leer «Cualquier otro día»? ¿Qué queréis? ¿Verme aún más ojeroso que ahora? ¿Que me recluya en casa, a leer? ¿Que deje de escribir, bloguear y salir a tomar cañas? ¿Que no vaya al cine hasta que termine de leer sus setecientas y pico de páginas?

 

No, amigos. Tras la adicción del 2009 a Lisbeth Salander, no me pidan que me enganche, nada más empezar el 2010, a otro autor narcotizante. Al menos, no hoy. Si os parece, lo dejamos para cualquier otro día… Y si no creéis en mi palabra, leed a Enric González, AQUÍ. O a Rosa Mora, AQUÍ.

 

Jesús Lens, que se está quitando.