El viaje en el tiempo

Ustedes saben que soy de letras y que, precisamente por eso, me fascinan las ciencias. Por inasibles, abstrusas e incomprensibles. Por la misma razón, disfruto como un niño pequeño leyendo y escuchando hablar sobre conceptos y leyes de las matemáticas, la física y la química que, para mí, son arcanos indescifrables. Y de ello hablo en IDEAL.

De un tiempo a esta parte, desde el descubrimiento del Bosón de Higgs y la popularización de los aceleradores de partículas, mi auténtica obsesión es el viaje en el tiempo.

 

Ni que decir tiene, pues, que la mera posibilidad de albergar un acelerador de partículas en Granada, me provoque taquicardia. En los últimos meses hemos hablado mucho de ello, desde los puntos de vista más diferentes: irónico, económico, productivo, sociológico, etcétera.

 

Hoy quiero reivindicar su dimensión más puramente fantasiosa, después de leer la información que traía IDEAL, hace unos días, sobre Eduardo Ros, su empresa Seven Solutions -una Spin Off de la UGR- y su trabajo en la sincronización del tiempo para el CERN. Y es que, desde que leí que los aceleradores de partículas pueden ser la vía de acceso a los viajes temporales, vivo sin vivir en mí.

20161109.- FOTO: FERMIN RODRIGUEZ. Jovenes emprendedores premiados.

Unas preguntillas de nada, dirigidas a mi querido amigo Eduardo: trabajando como trabajas en la cuestión de la sincronización, ¿qué pasaría si a tu yo más oscuro le diera por centrarse en la desincronización del tiempo? ¿Podríamos correr algún riesgo?

 

Y… ¡dime que sí! Confírmame que los viajes en el tiempo son posibles. Aunque sea teóricamente. Y que el proyecto IFMIF-Dones, además de generar riqueza, puestos de trabajo y un salto material e intelectual de Granada hacia el futuro, propiciará la apertura de un túnel que conecte el aquí y el ahora con el ayer y el mañana. ¡Eduuuuu! ¿Nos vemos y lo hablamos?

Y es que estoy convencido de que no hay otra ciudad más idónea que Granada para convertirse en el epicentro mundial de los Viajes en el Tiempo. Y estoy muy contento de que otras personas también lo piensen así, como pronto tendremos ocasión de comprobar.

 

De momento, un consejo: no hagan planes para el fin de semana del 10 al 12 de marzo. Y ahorren algo de pasta. Porque esos días podremos disfrutar, en nuestra provincia, de lo más cercano a un viaje en el tiempo que ahora mismo es posible. ¡Advertidos quedan!

 

Jesús Lens

Un acelerador en Granada

Tengo pendiente un café con Eduardo Ros, uno de los científicos granadinos que llevan años trabajando en el tema del acelerador de partículas que, estos días, ha saltado a la prensa.

Acelerador

Años de trabajo, insisto. De hecho, la última vez que nos vimos, hace varios meses, me habló mucho y bien del proyecto. Y de la fuerte competencia que teníamos con Polonia.

¿Han reparado en el plural del párrafo anterior? Porque, ahora, el acelerador de partículas ya es nuestro. Como nuestro equipo de fútbol. Ése con el que ganamos partidos, pero que, cuando los pierde, los pierde él solito. Tras años de sordo y silencioso trabajo por traerlo a Granada, el acelerador de partículas ya está en la agenda pública de nuestros representantes institucionales, que parecen haber hecho suya la causa. Sobre todo, por las razones de siempre: dinero y empleo. Que hablamos de 600 millones de inversión y varias decenas de puestos de trabajo. Y de ello hablo en mi columna de IDEAL de hoy, con un toque sarcástico, pero no por el acelerador, que me parece algo esencial y capital. Sigan leyendo y comentamos.

Pero yo quería hablarles de otro aspecto del acelerador. Porque entre las muchas virtudes de Eduardo Ros, catedrático de la UGR y uno de los fundadores de la empresa tecnológica Seven Solutions, está la de hacer comprensibles a una acémila científica como yo temas tan complejos como el del Bosón de Higgs, los agujeros negros, los agujeros de gusano y los viajes en el tiempo. Escuchar a Eduardo hablar de los misterios de la ciencia es una gozada. Porque, como amante de la Ciencia Ficción que también es, transforma la información científica más abstrusa en un hermoso relato cargado de épica y poesía.

Seven Solutions

Y ahí es justo a donde yo quería llegar. ¿Han reparado ustedes en la paradoja de que hubiera algo llamado “acelerador” en una tierra tan inmóvil e inmovilista como la nuestra, en la que todo parece transcurrir a cámara lenta?

¡Un acelerador, en la provincia que más ha tardado en tener terminada su Autovía a y por la Costa! ¡Un acelerador, en la Granada sin AVE… y sin ningún otro tren! ¡Un acelerador, en la Granada que lleva esperando años y años al Metro, soterrado o por soterrar!

Acelerador CERN

Necesito imperiosamente ver a Eduardo Ros y preguntarle si es posible que, con el acelerador de partículas, llegue antes el Legado de Lorca, por ejemplo. Y es que, de venir, el acelerador nos va a dar mucho juego a los cuentistas y juntaletras granadinos…

Jesús Lens

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