La UGR y la prensa más globalizadas

No me refiero a los Erasmus ni a otros programas de intercambio de estudiantes con ese titular sobre la UGR más internacional. Escribo justo después de leer la larga y completa entrevista de Yenalia Huertas a Javier Jordán, profesor de la Universidad granadina experto en terrorismo, para hablar de Afganistán, los talibanes, el yihadismo, Pakistán, China, Al Qaeda, ISIS… (Leer AQUÍ)

Foto: Pepe Marín Zarza

Acabo de entrar en la web de Global Strategy que dirige Jordán sobre estudios estratégicos y es una maravilla. La he guardado en ‘Favoritos’ con el firme propósito de consultarla con frecuencia. No dejo de alucinar con el talento por metro cuadrado que atesora nuestra Universidad en los campos más diversos y en las disciplinas más diferentes. Todo un universo en sí mismo. Un mundo globalizado e interconectado.

El IDEAL de ayer, como el de todos los días desde la vuelta de los talibanes al poder, también traía una página firmada por Mikel Ayestaran, enviado especial a Afganistán. Hablaba con un librero de Kabul en una preciosa crónica, emocionante y rigurosa, que sirve para ponerle rostro, voz y mirada a lo que pasa en el país asiático.

Hace unos días veía la película ‘La corresponsal’, en la que Rosamund Pike interpreta a la reportera de guerra Marie Colvin, auténtica leyenda de una modalidad de periodismo en la que sus protagonistas arriesgan su vida para contar lo que pasa en Sierra Leona, Timor Oriental, Kosovo, Argelia o Siria.

Sin periodistas como Colvin o Ayestaran, la información sobre guerras y conflictos solo sería una confrontación de cifras y coordenadas y la reproducción de los discursos institucionales y militares de los unos y los otros. Son los periodistas quienes hablan con la gente de a pie y cuentan sus historias. Los que narran lo que ven sus ojos. Los que le ponen voz auténtica a lo que pasa más allá de las versiones oficiales.

Es imprescindible que esas voces, testimonios, biografías e historias lleguen a los lectores. De ahí mi preocupación por la tiranía del algoritmo que, dependiendo de gustos, aficiones y clics, pueda llegar a hurtarnos el acceso a una información internacional que, aun minoritaria y especializada, es imprescindible.

Mikel Ayestaran

Y son analistas como Javier Jordán quienes, desde la UGR, con los datos y la información en la mano, analizan lo que pasa en el mundo… y lo que puede pasar. Porque Al Qaeda y el 11-S nos parecían algo lejano y extraño… hasta que llegó el 11-M.

Jesús Lens

Mil soles espléndidos

No suelo leer libros prestados, igual que no suelo prestar libros. Cuando me prestan un libro, teniendo en cuenta las montañas de ellos que tengo pendientes, es casi, casi un compromiso y me da la sensación de que el libro de marras es uno de esos recién llegados que tratan de colarse entre otras muchas decenas de títulos que han hecho más méritos, además de llevar más tiempo esperando su turno.

Pero a veces, hago excepciones. Como con “Mil soles espléndidos”, de Khaled Hosseini, cuya primera novela, “Cometas en el cielo”, fue un fenómeno literario de alcance tan global que terminó convertida en película, estrenada en todo el mundo, España incluida.

 Dos soles espléndidos portada

No había leído, pero la película me había gustado. Mucho. Así que, cuando Reyes me aconsejó leer esta novela, aparté otras muchas que tenía pendientes y me sumergí en la trágica historia que cuenta “Mil soles espléndidos”, un magnífico título para una novela dura, áspera y… necesaria.

A veces, los árboles no nos dejan ver el bosque y las noticias, los datos, las cifras y las informaciones que nos llegan desde Afganistán, cargadas de guerra, terrorismo, muerte, fanatismo religioso, integrismo islamista, etcétera nos hacen olvidar que allí viven personas, muchas de las cuales sufren en sus carnes padecimientos, injusticias y brutalidades que, por fortuna, nos resultan muy difíciles de imaginar.

Y para eso está la buena literatura: para contarnos realidades que nos resultan ajenas. Para permitirnos conocer a personajes a los que, de otra forma, jamás podríamos acceder y hacernos partícipes de sus aventuras y desventuras.

Cuando lees la historia Mariam y Laila, comprendes mucho mejor lo que hay debajo de palabras como “Talibán” que, de tanto usarse, terminan perdiendo su sentido más preciso.

 Dos soles espléndidos

La historia de estas dos mujeres, por supuesto, es trágica. Y dolorosa. Angustiosa, en muchos momentos. Pero también tiene potentes destellos de hermosura. En la pasión por la vida. Es la esperanza en la huida. En la amistad y la solidaridad entre mujeres.

Y los paisajes. Porque Kabul, además de ser una ciudad cuya mera enunciación nos hace sentir en peligro, es una de las grandes capitales históricas de la humanidad, enclavada en una zona del mundo espectacular.

Y está la historia reciente de Afganistán. Desde la época de la guerra contra la Unión Soviética. Y la figura de Massoud, el León de Panshir, uno de esos líderes míticos cuyo asesinato, justo antes del ataque a las Torres Gemelas, resultó tan devastador para las esperanzas de millones de afganos de acabar con la tiranía talibán.

Ahora mismo, Hosseini acaba de publicar su tercera novela, una vez que dejó su carrera como médico para concentrarse en la literatura. También editada en España por Salamandra, “Y las montañas hablaron” se ha convertido en un nuevo éxito de público, algo que es muy de agradecer. Porque conocer lo que pasa a las personas de un lugar tan distinto y tan distante como Afganistán nos hace sentir más empatía acerca de lo que allí ocurre.

 Dos soles espléndidos autor

E, insisto, esa es una de las grandes virtudes que tiene la literatura.

¡Gracias, Reyes, por pasarme “Mil soles espléndidos” e insistir en que la leyera, antes que otras! ¡Acierto total!

Jesús Lens

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