FANTASMAGORIA YA ESTÁ AQUÍ

Hace unos días os íbamos adelantando la llegada de «Fantasmagoria», a través de estos vídeos. Y «Fantasmagoria» ha llegado. En el Teatro CajaGRANADA, hasta el 18 de noviembre. Toda la información sobre horarios, pases, entradas, precios, etcétera, a través de este enlace.

Es una ocasión única de ver lo más premiado, lo mejor valorado y lo más apasionante del cine fantástico y terrorífico del 2010. Películas que, en muchos casos, o vemos gracias a «Fantasmagoria» o no veremos nunca. En otros, podremos sacar pecho, cuando se conviertan en obras de culto: ¡yo la vi primero!

 

En cualquier caso, una oferta cinematográfica dintinta, necesaria y apasionante.

 

Jesús Fantasmagórico Lens.

THE EVENT

Y como subtítulo. “Del pastiche elevado a la enésima potencia”.

Y es que los publicistas o los genios de la programación no parecen tener enmienda. Todavía no había terminado “Perdidos” cuando la llegada de “Flashforward” a la parrilla televisiva fue saludada como su innegable sucesora.

No aguantó una segunda temporada. Y mira que empezó bien… para terminar disolviéndose como un azucarillo en el café.

Ahora llega “The Event”, y algo se ha oído, en el sentido de que es lo que hay que ver una vez ¿desvelados? los enigmas del vuelo 815 de Oceanic. ¿Sí? ¿En serio? ¿De verdad? Como realmente podríamos definir a esta nueva serie, vistos los primeros cinco capítulos, sería como el paradigma del pastiche por excelencia.

Imagina que un día estás tomando unas birras con otro aficionado al cine y a la televisión del siglo XXI y te dijera que tiene una historia que sería como Expediente X, pero con un avión que desaparece, un ambientillo presidencial al estilo del Ala Oeste, pero trufado de “24” y unos toques de “El fugitivo”. ¿Qué le dirías? ¿Qué lo mandara a alguna productora yanqui o… que se lo hiciera ver?

“The event” demuestra que, como dijera Michelle Pfeifer en “El precio del poder”, nada satisface tanto como el exceso. Porque en esta serie todo es excesivo. Desde el buenismo/malismo de los personajes a las desaforadas tramas y subtramas, tan alejadas entre sí como el Barça y el Real Madrid del resto de equipos de la liga de fútbol profesional española.

Que no es que esté mal, la serie. O sea, no aburre y tiene momentos curiosos y espectaculares. La imagen del avión amenazando la residencia del Presidente de los EEUU es poderosa. Y lo de la gente retenida en Alaska, curioso. Sin embargo, la trama de Sean y su novia está tan cogida con pinzas que provoca sonrojo ajeno.

“The event” es la típica serie que dejas grabándose a lo largo de las semanas y de la que te ves dos o tres episodios un sábado a medio día o cuando estás apático y tienes ganas de entretenerte, sin complicarte la vida. Una serie que no estorba, de usar y tirar, que no pasará a la historia y que, por supuesto, no llena ni por asomo el vacío dejado en nuestras TVidas por la definitiva marcha de Jack, Sawyer y Locke.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

TIEMPO DE JAZZ

Noviembre es mes de jazz. El mes del jazz por excelencia. ¡Cuántas veces lo hemos escrito, aunque de forma distinta! Cuando las primeras nieves perlan Sierra Nevada, cuando la ciudad huele a castañas asadas y los los hipi-pijis son felices al poder sacar del fondo de armario (de IKEA) los fulares, gorros y bufandas; Granada respira jazz.

La foto que antecede nos muestra a Wayne Shorter, en el arranque del Festival de Jazz de Granada, y es de mi amigo Alberto Jiménez Collantes, uno de los tipos que más conciertos habrán visto en su vida y cuyo gusto musical es acorde a su talento visual.

Y la he tomado de la Entrada que escribí sobre el concierto de Shorter para un nuevo y excelente Blog, «Club Blue & Noir», que antes era una sección de la revista Jazzgranada y ahora tiene entidad propia, que os invito a conocer y seguir para estar al día de todo lo que se mueve en el mundo del jazz, durante el Festival y después, claro. Por ejemplo, ¿qué me pareció el difícil y exigente concierto de Shorter? Leed esta Tensión saxual.

Jesús jazzeando Lens