MONSTRUOSO

No sé cómo se traducirá “Cloverfield” en castellano, pero a mí me suena como a nombre pijo de familia bien. Y tampoco sé si el amable lector habrá visto trailers de la película, si sabe de qué va o si lo ignora todo sobre ella.

Para quiénes no saben nada sobre “Monstruoso”, que es como se ha estrenado la última película de JJ Abrams en España, sólo les diremos dos cosas: vayan a ver la película. Mejor hoy que mañana. Porque es del referido JJ Abrams, alias, “Perdidos”.

¿Es necesario un mejor aval?

Pues hala. A dejar de leer y a volar al cine, que, aunque no me gusta reventar películas, será inevitable que en las siguientes líneas caiga algo sobre el contenido de esta excitante, amena y, por momentos, acojonante película.

Si has decidido seguir aquí es, o bien porque ya has visto la película, o bien porque no piensas verla o, quizá, porque ya sabes más o menos de qué va y no te importa llegar hasta el final de estas líneas. Vale.

¿Qué tal unas pajillas mentales que sirvan para interpretar algunas de las identificaciones que podemos hacer sobre el auténtico protagonista de la película? Para mí, se trata de una recreación moderna del célebre mito del Golem, adaptado a los tiempos modernos. Hoy, el Golem, puede ser ese terrorismo ciego que destruye las Torres Gemelas, con cuya iconografía, grabada a fuego en nuestro subconsciente, juega la película de Abrams.

Y con Oriente Medio y esa guerra sinsentido en la que los soldados parecen no saber contra quién luchan ni por qué. ¿Nueva York? ¿Bagdad? ¿Vietnam? Casi da lo mismo. Y está, por supuesto, la ineludible referencia a la gran Alien, huelga explicar el porqué.

Pero la mejor interpretación de todas, la dio Sacai, al salir del cine, y creo que Jorge convendrá conmigo en que puede ser radicalmente cierta: el protagonista real de la película es… ¡¡¡el EURIBOR!!!, que se ha desbocado y va arrasando, uno tras otro, los edificios que no han podido hacer frente a sus hipotecas, acosando a los morosos que huyen por las calles. Además, contra los malos pagadores más recalcitrantes, EURIBOR manda una versión posmoderna del Cobrador del Frac, dotado de unos afilados argumentos que resultan incontestables a cualquier mortal.

Bromas aparte (aunque realmente la Euríbor-idea no es tan descabellada) diremos que la película tiene el sello de Abrams, y a él le apuntamos la autoría, aunque venga firmada por otro director. Por lo visto, y aunque MI-3 no fue mal en taquilla, el padre de “Perdidos” prometió a los productores que, si le daban un presupuesto tirando a bajo y le ponían a su disposición un elenco artístico de actores desconocidos, pero le dejaban hacer su santa voluntad; él les devolvería un mega hit en taquilla.

Y así ha sido. El “Bad robot” con que terminaba cada episodio de “Lost”, da en “Monstruoso” el banderazo de salida a una película espectacular, en que el punto de vista lo es todo. Y, sabio como es Abrams, hace que sus protagonistas salgan a balcones, suban a azoteas, bajen a las calles, vean la televisión, se metan bajo tierra, salten por los aires… y decenas de escorzos que nos permiten obtener una visión parcial, fragmentada y complementaria de la historia y de su protagonista. Porque en apenas 75 minutos, Abrams te pone los pelos de punta a través de una película sorprendente, distinta, enigmática e inteligente que, a buen seguro, en un segundo visionado se nos caerá hecha añicos, pero que, mientras la veíamos por primera vez (y en una estupenda proyección digital), nos tuvo imantados a la pantalla, fascinados por esa cámara loca que tan desasosegante resulta.

“Monstruoso” no cuenta nada nuevo. Pero ¡cómo lo cuenta! Es lo bueno de Abrams. Que tiene una visión y una óptica radicalmente propias, personales y diferentes. Y por eso lo queremos tanto. Gracias JJ. Y aquí nos tienes, preparados para entregarnos a ti y a tu próximo proyecto, sea el que sea.

Lo mejor: el ejercicio del punto de vista. Una cuestión moral, en esta película.

Lo peor: decir que la cámara te marea sería ir contra la afirmación anterior así que… poco, más bien nada.

Valoración: ****

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.