Mondo Meraki: la reconstrucción de los huevos rotos

Mondo Meraki hace un arte de la ciencia del buen comer e invita a sus comensales a disfrutar de la cocina con los cinco sentidos. El local, amplio y diáfano, cuenta con una enorme cristalera que proporciona transparencia y claridad a un espacio tan céntrico como tranquilo y que ha hecho bandera de la reinvención de los huevos rotos.

“Están de moda porque son fáciles y baratos de hacer, muy típicos del recetario tradicional, pero nosotros les hemos dado una vuelta, volviendo a los orígenes a la que vez que innovando en su preparación”, señalan los hermanos Jacinto y Daniel Juárez, dueños de Mondo Meraki, cuando hablan de esos huevos rotos que tan de moda están, pero que ellos conocen desde los tiempos de su abuela Carmen, a la que dedican una de las especialidades de su menú, corto, pero selecto y muy bien terminado.

“¡Uuh, con tanta gente en la mesa, huevos con papas para todos!” solía decir la abuela Carmen. Y es que, como bien sostienen los hermanos Juárez, ¿a quién no le gustan una buenas papas con huevos? Los suyos, combinados de diferentes maneras -jamón y pimientos, chorizo y queso, setas y paté casero o pulpo y gulas- resultan muy especiales por su personalísima preparación, horneando las patatas y utilizando, exclusivamente, huevos ecológicos, de gallinas camperas. Y dándoles un toque final tan personal como original cuyo descubrimiento debe constituir un reto para el comensal.

Mondo Meraki. Un nombre muy particular, unión de un término latino y otro griego para fusionar los conceptos de trabajo y esfuerzo, el noble principio de poner el alma en el empeño; con los de espacio limpio, libre y rebosante de creatividad.

El suelo de madera que da la bienvenida al comensal, repleto de letras que conforman diferentes palabras, representa a las antiguas cajas de madera que, en la época de la Prohibición, se utilizaban para transportar el alcohol de contrabando. Un homenaje a la clandestinidad y al secreto, a la exclusividad y el misterio. Un toque canalla para un público abierto de mente.

Y la decoración de piedra vista y bruñido metal, con diferentes detalles visuales en forma de plantas, botellas y otros objetos estratégicamente repartidos por el local; contribuyen a crear una acogedora y envolvente atmósfera, muy bien rematada por una elegante y sutil selección musical.

Daniel y Jacinto abrieron Mondo Meraki hace año y medio, tras haberse fogueado en diversas cocinas de Granada. Y lo hicieron para poner en práctica su filosofía gastronómica: pasión creativa e innovadora aplicada a la cocina tradicional.

Una filosofía que conlleva, también, dedicarle espacio y cariño a los productos de temporada y de cercanía. De ahí su defensa de los quesos Las RRR de Maracena, por ejemplo, galardonados con diversos premios internacionales y que todavía no son demasiado conocidos y valorados en nuestro entorno. Y de ese compromiso con el mercado diario son sus diferentes propuestas para el fin de semana, siempre dependiendo de las estaciones del año: acaban de terminar sus recetas basadas en el espárrago y ya se aprestan a disfrutar de la inminente temporada de sabrosos y reventones tomates rojos.

Así, la ensalada de bacalao marinado con vinagreta de pimentón, la de queso de cabra, la ensalada de la huerta o la parrillada de verduras de temporada conectan perfectamente con esa filosofía del aquí y el ahora, cada vez mejor apreciada y demandada por los clientes más cultivados y exigentes.

Mondo Meraki cuenta con una clientela fiel, gente del barrio, habituales que de vez en cuando se encuentran compartiendo espacio con los viajeros que paran en los hoteles de la zona, pero sin la asfixiante presión de las áreas más turísticas de Granada. Clientela fija que disfruta de las comodísimas y mullidas sillas del local, un auténtico -y poco habitual- lujazo para las lumbares.

Rematamos este periplo por la renovada tradición gastronómica de Mondo Meraki con su plato estrella: la carrillera de vaca vieja. Un plato diferente, que amplía horizontes más allá del cerdo o la ternera, que también los hay en la carta, por supuesto, acompañados de diferentes salsas, al gusto de comensal.

La carrillera, un plato diferente y original, elegido por la especial preparación que demanda de Jacinto: carne en cocción durante 12 horas, al vacío -lo que le permite quedarse en su jugo- aderezada con salsa de manzana, canela y uva, lo que le da un particular toque agridulce.

Mondo Meraki, la gastronomía de siempre, en la Granada de toda la vida, entendida y cocinada desde la rabiosa contemporaneidad del siglo XXI.

Jesús Lens