Las patatas, bravas

Cuando mi Cuate y yo, además de unos tercios de Alhambra Espacial y sus respectivas tapas, sentimos la necesidad de pedir algo más de comer, para empapar, para hacer madre que se dice; lo primero que pedimos son unas bravas. Efectivamente, cuando vuelvo de algún viaje por el extranjero, lo primero que pido al llegar a España es una ración de patatas. Bravas. Y, como me gusta especificarle al camarero, me gusta que las bravas sean bravas.

Huelga, por supuesto, hablar de la trascendental importancia de la patata en nuestra gastronomía o reseñar la inmensa riqueza que dicho tubérculo genera. Y es por eso que Katha y yo le hemos hecho un homenaje, visual y textual, a las patatas. A las bravas:

Patatas Bravas

¿Qué te parece? ¿A que, efectivamente, tiene una mirada desafiante, a lo Clint Eastwood?

Pues ya sabes: si hay que comer patatas… ¡que sean bravas!

Y si conoces algún garito destacable en el que las Bravas sean las Reinas, no dudes en decirlo. En Granada tenemos, por supuesto, el San Remo. ¿Alguien da más?

Jesús Lens

Em Twitter: @Jesus_Lens

PD.- Esta es la segunda (y no será la última) oportunidad en que Katha y Lens unen sus fuerzas. ¿Te acuerdas de esta primera, en clave cinéfila?

Pues aquí, desde luego… ¡seguimos! Y mi consejo, que sigas a Katha en Facebook. Nunca decepciona.