Correr el Trail Sierra de Huétor

Dedicado a Edu Marín “El Látigo” Lumbi.

Fueron sus recorridos y propuestas para entrenar

los que nos han permitido superar este reto.

 

Es precisamente porque me duelen hasta las cejas y porque mis piernas son pura pulpa, hasta el punto de tener que utilizar los brazos para levantarme y sentarme e incluso para no perder el equilibrio, mientras camino; que quiero escribir estas palabras. En caliente.

 Jesús Lens VelociJAZZ

Porque mañana, ya será otra cosa, como decíamos en este artículo.

Las sensaciones empezarán a ser menos vívidas y las fotos, las charlas y, sobre todo, el que espero sea un sueño reparador, harán que mañana vez las cosas de otra forma.

Algo así hice hará unos cinco años, cuando terminé mi primera y hasta fecha única maratón, en Sevilla, tal y como puedes leer aquí. Escribir en caliente. Y, desde luego, doy fe de que he cumplido mi promesa y no me he vuelto a enfrentar a los 42 kms. y 195 metros de la mítica prueba.

Fotografía: Alfredo Aguilar
Fotografía: Alfredo Aguilar

Sin embargo, tomando una Alhambra Especial bien fría, en Huétor Santillán, ya comentábamos Edu y mi hermano:

– ¿Nos dejarán apuntarnos al Circuito de Carreras del Montaña y nos computará la de hoy?

Porque si una cosa tenemos clara es que vamos a repetir la experiencia.

Una experiencia agotadora, durísima y brutal: 27 kilómetros con casi mil metros de desnivel… hacia arriba. Y luego, hacia abajo, unas torrenteras salvajes que me han dejado las rodillas reducidas a la nada.

 Jesús Lens Sierra de Huétor

En total, mi hermano y yo, que hicimos toda la carrera juntos, esperándonos mutuamente cuando nos distanciábamos unos metros; invertimos 3 horas y 17 minutos. Una barbaridad. En todos los sentidos. AQUÍ, toda la información con los parciales, desniveles, etc.

Pero un rato después, sentados, con la birra en una mano y el jamón asado, las migas y el arroz en la otra, conveníamos en que, para lo que pensábamos que iba a ser, ha sido muy llevadero. Un sufrimiento soportable. Y gozoso.

Quizá porque correr en montaña no es lo mismo, ni parecido, que correr en asfalto. Las sensaciones, los estímulos y las motivaciones son completamente diferentes. Pero de eso ya hablaré otro día, con más calma. Todo eso sí me apetece madurarlo más despacio.

Fotografía: Alfredo Aguilar
Fotografía: Alfredo Aguilar

Ahora me quedo, como bien me sugiere Pablo, con el compañerismo y la solidaridad que se da entre los corredores de montaña. Hubo un momento en que yo, que soy un torpe irredento y que, además, me empeño en correr sin gafas, dí un bofetón de tres pares de narices. Y allá que vinieron a tirar de mí y levantarme, además de mi hermano, otro corredor, incluso desandando su camino… ¡y hacia arriba! Que se podría haber hecho el sueco. Pero que no lo hizo. Más adelante, trepando por unas rocas en el cauce del río, tuvimos la ocasión de echar una mano a otro chaval, que venía con los gemelos destrozados.

Será por eso, por el espíritu colaborativo, que en los puestos de avituallamiento, además de beber y comer, nos paráramos un par de minutos a pegar la hebra y bromear, diciendo que los dátiles y las barritas energéticas estaban muy bien, pero que unas papas con huevos y morcilla… casi habrían estado mejor.

 Jesús Lens alegría de correr

Y quizá también fue por eso que me dio tanta, tantísima alegría toparme con Alfredo Aguilar, uno de los fotógrafos de IDEAL, en mitad de una bajada. Había ido a dar un paseo y allí nos encontramos. ¿Será casualidad? Feliz y afortunada. Suyas son las fotos, en mitad del monte. ¡Grande!

Enhorabuena a todos los ideosos y organizadores de este Circuito. Qué razón tenía Gabriel Pozo cuando me dijo que iba a ser un recorrido espectacular. ¡Y tanto!

Lo escribía en Facebook. Hubo un momento en que salimos a la pista grande y se nos aparecieron la Alcazaba y el Mulhacén en toda su majestuosidad, allá arriba, casi al alcance de la mano.

No los pudimos disfrutar mucho, que rápidamente apareció la flecha que nos echaba de nuevo a los senderos y al bosque. Pero fue un momento mágico.

Como la emoción de llegar a la meta y que estuviera toda la familia, aplaudiendo y animando. Momentos para el recuerdo.

Abrazos a José Miguel. Te debemos una. Y a Antonio, con el que seguro que volveremos a coincidir. Y a José Antonio, que no paramos de encontrarnos en carreras.

 Jesús Lens Huétor

Porque, y que nadie lo dude… se trata de correr y, por supuesto… ¡seguimos!

Jesús Lens

Firma Twitter