CINE Y VIAJES EN SALOBREÑA

¿Quién se viene el próximo viernes 15 de enero a las 21 horas, a la Sala de Exposiciones de la Biblioteca Municipal de Salobreña, para hablar de cine, viajes y libros, tomando como punto de partida nuestro querido «Hasta donde el cine nos lleve» (*)? Gracias a Encarni y a Colin (que ha diseñado el cartel, como vemos en su esencial La otra mirada) tendremos la ocasión de pasar una buena velada. 

¡Vénganse!
¡Vénganse!

 

Allá estará un servidor, presentado por el filólogo y, sobre todo, humanista Mariano Navas Bascuñana, dispuesto a contar cómo nació el libro, sus entretelas, alguna anécdota o curiosidad y, sobre todo, a comentar las dudas e inquietudes que se os ofrezcan.

 

A pasar un buen rato, en pocas palabras, que después nos tomaremos un vinito, nos iremos de birras y visitaremos un pub muy especial, allá mismo en Salobreña. Como viene siendo felizmente habitual desde que el libro está en la calle, mi Cuate Pepe y su Pam se apuntan. Una buena opción para dormir en Salobreña y no andar de noche y con coche es el hotel Avda. Tropical, un Tres Estrellas cuyas habitaciones dobles salen a 55 euros. Venga. ¡Anímense! ¡Apúntense! ¡Vénganse!

 

Así que, no hay excusa.

 

El viernes nos vemos.

 

¡Os espero!

 

Jesús Lens, parlanchín.

 

(*) No me creo que no sepas qué es «Hasta donde el cine nos lleve». Pero, por si no lo sabes, pincha AQUÍ, malandrín.

EN LA MUERTE DE ERIC ROHMER

Antes que cineasta fue crítico. Vivía y sentía el cine por los cuatro costados y te lo inyectaba en vena, metiéndotelo a través de los cinco sentidos.

 

Ha muerto Eric Rohmer, el cineasta cuyos Cuentos de las Cuatro Estaciones y sus Cuentos Morales me enseñaron que otro cine, más allá de Hollywood, era posible. «La coleccionista», «La rodilla de Claire», «El rayo verde» o «Mi noche con Maude» demostraban, además, que las relaciones personales tenían tantas, tantísimas posibilidades, y todas ellas tan genuinamente creativas, hermosas, diferentes y complementarias… De repente, aprendimos que pasar una noche, en la cama, con una chica, hablando y nada más que hablando, podía ser intensamente erótico y emocionante. O intentamos escuchar esa «Hora azul» en que se produce un silencio total y absoluto, cuando cesan los sonidos de la noche, antes de que irrumpan los del día.

 

Cuando esa mierda que es la televisión generalista servía para algo distinto que embrutecer a la gente, lo que ahora es La 2 programó un ciclo de cine de Rohmer, a las 10 de la noche.

 

Eran tiempos en que la esperanza seguía viva y parecía que otra televisión era posible.

 

Ahora tenemos que pagar por ella.

 

Descanse en paz, Eric Rohmer, uno de esos directores que tanto me enseñaron de cine. Y, por tanto, de la vida. Un director que me abrió los ojos y que me hizo crecer, como aficionado al cine. Y, por supuesto, también como persona. MÁS INFORMACIÓN sobre su muerte y, especialmente, sobre su obra, pinchando el enlace.

 

Jesús Lens, de luto.   

EL CINE QUE VIENE II: THE HURT LOCKER

Me preguntaba Abel que qué pasa con esta peli. Y lo que pasa es que «The hurt locker» será un peliculón y que su directora, la siempre más que interesante Kathryn Bigelow, con un currículum brutal de cine de acción a sus espaldas; se lo va a poner difícil a su ex marido, el todopoderoso James Cameron de la genial «Avatar», de cara a la consecución de los Óscar.

 

Atentos al trailer…

AVATAR

Hay películas que son mucho más que una simple película. Y los Globos de Oro así lo han demostrado, reconociendo los méritos de «Avatar», como vemos AQUÍ. ¡Qué pena que no nos diera tiempo a incluirla en nuestro libro de cine y viajes, en este «Hasta donde el cine nos lleve»!

 

«Avatar» es una de ellas.

 

«Avatar» es un signo, un símbolo, una revelación.

 

«Avatar», mi primera película del 2010. Significativo.

 

«Avatar», un proyecto en que su director empezó a trabajar hace nada menos que catorce años y que sólo ahora ha terminado de germinar. Catorce de años en la sombra, formándose, trabajando, desarrollando la tecnología necesaria y precisa para que ahora, sólo ahora y por fin ahora, «Avatar» termine de eclosionar, convirtiéndose en la sensación, en la revelación del momento, en algo más que la simple atracción con fecha de caducidad que tantos vaticinaban.

 

Porque «Avatar» es una historia arrebatadoramente hermosa, que pide a gritos ser contemplada y paladeada, lenta y primorosamente, en una buena sala de cine, con las ya imperiosas, necesarias y esenciales gafas 3D.

 

Hay una cosa que no entiendo de esa crítica especializada que, no pudiendo poner un pero al derroche visual y al arrebato formal de esta película revolucionaria, han arremetido contra el argumento en sí mismo. Contra la historia que ese visionario que es James Cameron nos ha contado. Y mira que el director lo tiene claro: «toda la tecnología que ha hecho avanzar al cine no ha cambiado lo esencial: la regla número uno es que tienes que tener una buena historia y la regla número dos es que tienes que contar con un buen reparto».

 

Así las cosas, ¿es buena la historia que nos cuenta «Avatar»? Para mí, indiscutiblemente lo es. Porque estamos ante una película clásica de indios y vaqueros en la que los buenos, como ya sabemos, son los pieles azules que vivían en comunión con la naturaleza y que fueron esquilmados por la voracidad del mismo hombre blanco que ahora mismo patrocina un genocidio silencioso en el Congo, en su conquista de ese Coltan que tan necesario nos resulta para actividades tan aparentemente inocuas como es hablar a través del móvil o poner SMS.

 

Lo que pasa es que los indios de Cameron adoptan el aspecto de unos atractivos extraterrestres, que montan dragones chinos alados en vez de caballos, que disparan flechas y cuyo hogar es un árbol sagrado, en comunión con esa naturaleza con la que todos deberíamos estar conectados en vez de enfrentados a muerte, como parecemos estar.

 

¿Verían «Avatar» los integrantes de las legaciones que fracasaron en el Copenhage del cambio climático, antes de tener sus reuniones, egoístas y cicateras? Pues deberían haberlo hecho. Y es que una película como ésta, tan tierna y contundente, es de las que dejan huella.

 

Vale. No es una obra maestra. En efecto. Los discursos de los protagonistas, en plena era de la Obamadicción, quedan demasiado pobres y carentes de fuerza. Y la apenas esbozada historia de amor, no termina de emocionar. Pero no pasa nada. Porque el derroche visual y la cantidad de referencias cinematográficamente bien digeridas que hay en la cinta, la hacen ferozmente atractiva. Por cierto que, si queremos aprender el lenguaje de los Navy, AQUÍ tenemos un Manual para comenzar su estudio.

 

Parece que habrá segunda parte. Y tercera. Un producto tan sólido y bien acabado como «Avatar» se merece, por supuesto, una buena trilogía, como viene siendo habitual en los últimos años. (Ya se confirma, AQUÍ, que será trilogía)  Económicamente, aunque no empezó siendo un taquillazo histórico, lo último de Cameron, de largo recorrido en las salas, terminará siendo otro pelotazo, por lo que las aventuras en Pandora tendrán una lógica, necesaria y anhelada continuación. Pandora. (De hecho, en 17 días, ha recaudado la nada desdeñable cantidad de 700 millones de euros, como podemos leer AQUÍ)

¡Qué universo más fascinante! ¿A quién no le gustaría darse un paseo por su geografía, escalando sus montañas, nadando en sus lagos y perdiéndose en sus bosques y jardines?

 

Sí. Habrá continuación de «Avatar». Y directores como Guillermo del Toro, Steven Spielberg o Peter Jackson ya están preparando sus nuevos proyectos utilizando los avances tecnológicos desarrollados por Cameron.

 

No. No han sido en vano estos catorce años de espera. Sin prisa, paso a paso, despacio, con las demoras que la situación requería, el visionario director americano ha vuelto a poner una pica en Flandes, desautorizando a tantos agoreros que estaban seguros de que se daría un barrigazo. Y no. «Avatar», la culminación de un sueño, demuestra que cuando hay talento, cariño, tesón y amor por un proyecto, nada ni nadie pueden frenarlo.

 

Valoración: 8

 

Lo mejor: Que sí. Que ya está aquí y que ha cumplido con las expectativas creadas. De sobra. Una nueva era para el cine ha comenzado y Cameron y Pixar son sus profetas.  

 

Lo peor: la endeblez de la relación entre los personajes principales.

 

A ver. ¿Qué os ha parecido «Avatar»? Además de vuestras opiniones y comentarios, dejamos una encuesta, en la Margen Derecha, para que rellenéis un máximo de dos respuestas…