Bares cerrados

¡Qué pena, qué melancolía, qué rabia, qué coraje! Y qué diferente, el sentido de cerrar un bar. La expresión «golfo cierrabares», castiza, canalla y divertida; contrasta con esta otra, que muestra la triste realidad de una crisis que, dicen, ya está cediendo.

Bares cerrados

¿Dónde está la crisis? -sostiene siempre alguien… que no encuestra mesa en alguna terraza o a quien el camarero no atiende de inmediato.

 

Ahí está la crisis. En todos y cada uno de esos bares cerrados. No cerrados porque es tarde y hay que irse a dormir. No. Cerrados… de los que ya nunca abrirán.

Como firme defensor de los bares como lugar de encuentro, descubrimiento y reunión; laboratorios de ideas y cueva de los sueños olvidados o por olvidar… hoy toca entonar un réquiem.

Cafe-Bar Cimema baja

Réquiem por ese bar que, como las víctimas colaterales en los conflictos armados, ha echado por última vez la persiana, inundando de oscuridad un lugar que, por antonomasia, debería ser luminoso.

 

RIP

 

En Twitter: @Jesus_Lens