Jugar al Talentum

¿Son ustedes jugones? ¿Hartos de vivir a través de la pantalla del móvil-tablet-ordenador-televisión? ¿Tienen ganas de volver a mirar a la cara a esos familiares cercanos y amigos de toda la vida a los que solo reconocen por su foto de perfil en las redes sociales? ¿Les gusta el Trivial, pero ya están aburridos de contestar que el sudor del hipopótamo es rojo?

Si ustedes han respondido que sí a alguna de las anteriores preguntas, apunten un nombre: Talentum. Se trata de un libro-juego recién salido al mercado, con 10.000 preguntas diferentes para jugar. Sin necesidad de tableros, equipos, dados, quesitos ni otros aditamentos.

“La ontología es la rama de la filosofía que se ocupa del estudio del…”. “Las ballenas cierran los oídos cuando hay demasiado ruido: ¿verdadero o falso?”. “Cambia la primera letra de “mina” y forma una nueva palabra”. “Estoy en la presa de las Tres Gargantas, la mayor del mundo. ¿Qué país visito?”. “¿Cuántas cuerdas tiene un violín?”.

Esas son las cinco primeras preguntas de las veinte que figuran en la página 371 de Talentum, que he abierto al azar para escribir esta columna. ¿Qué les parecen? ¿Fáciles, difíciles, tiradas o… depende? ¿Cuántas han adivinado?

Ahora que se acercan el Puente de la Inmaculada Constitución y la Navidad, fechas para pasar mucho tiempo encerrados entre las cuatro paredes -aunque no estemos incomunicados por la nieve en un alojamiento rural- y rodeados de gente; Talentum es una excelente opción para divertirse y disfrutar a través de un juego de marcado carácter cultural.

Editado por la editorial Gamebook, Talentum es el primer juego puesto en el mercado una empresa editorial granadina que, pronto, comercializará otros atractivos juegos basados en barajas y cartas.

En los tiempos de la realidad virtual y la inteligencia artificial, da gusto poder desconectar un rato para disfrutar con un juego analógico que fomenta la cultura y la curiosidad, apelando a la inteligencia de las personas.

Por cierto que la ontología estudia el ser o la realidad, las ballenas no se hacen los oídos sordos para luchar contra el estrépito, mina se puede convertir en tina y en fina, la descomunal presa de las Tres Gargantas está en China y un violín tiene cuatro cuerdas. ¡Quién lo diría, con lo difícil que debe ser tocarlo… sin amargarle la vida a la pobre ballena!

Jesús Lens