Petros Márkaris estará en la tercera edición de Granada Noir

Fruto de la colaboración entre el festival Granada Noir, el Ayuntamiento de Granada, a través de su programa Granada Ciudad de Literatura UNESCO y la Fundación Tres Culturas; uno de los grandes maestros del género negro mundial estará en la tercera edición de Granada Noir

 

Márkaris, Paco Jurado y Jesús Lens, en Semana Negra de Gijón

Granada Noir está ultimando el programa de su tercera edición, que este año se inaugurará el 29 de septiembre, concentrará la mayoría de sus actividades durante la primera semana de octubre y tendrá como colofón el encuentro con Márkaris, el viernes 20 de octubre, en el Centro Lorca

 

Gracias al apoyo que el Ayuntamiento de Granada brinda al Festival Granada Noir a través de su programa Granada Ciudad de Literatura UNESCO, y a la colaboración de la Fundación Tres Culturas, Petros Márkaris, uno de los maestros internacionales del género negro y criminal, será una de las grandes estrellas de #GRN3.

El reputado escritor griego, cuya novela más reciente, “Offshore”, ha sido recientemente publicada por Tusquets en España, mantendrá una conversación con Jesús Lens, director de Granada Noir, en el Centro Lorca, el viernes 20 de octubre, que servirá como colofón a la tercera edición de Granada Noir.

 

Durante la conversación, se hablará de la saga literaria protagonizada por el mítico inspector Kostas Jaritos, de la colaboración del escritor con el cineasta Theo Angelopoulos en su famosa película “La mirada de Ulises” y del actual panorama de la Europa contemporánea, dados los vastos conocimientos de Márkaris sobre la actualidad política y social del momento.

 

Nacido en 1937 en Turquía, en el seno de una familia cristiana, de padre armenio (comerciante) y madre griega (ama de casa), Petros Márkaris estudió la Secundaria en Estambul y, posteriormente, estudió Economía en Grecia, Turquía, Alemania y Austria, antes de especializarse en la cultura alemana.

Gracias a una vasta y extensa formación multidisciplinar, Petros Márkaris, además de ser uno de los autores más reconocidos del actual panorama negro-criminal internacional, es un extraordinario analista de la actualidad económica y social, como bien acreditan sus artículos y ensayos, publicados en diversos medios de comunicación de la prensa internacional y recopilados en un volumen imprescindible: “La espada de Damocles”, publicado en España por Tusquets.

 

Márkaris es un autor comprometido con la realidad social y política de su tiempo que, en sus novelas, ejerce como cronista de lo que pasa en su entorno, de forma que las últimas novelas protagonizadas por su personaje de referencia, Kostas Jaritos, son un completo y abigarrado fresco de Grecia contemporánea.

Leer a Márkaris permite al lector conocer de primera mano los efectos y las consecuencias de todo lo que ha ocurrido en el país heleno en estos últimos años, desde la celebración de las Olimpiadas a los últimos estertores de la crisis económica que sacude al Viejo Continente, sin olvidar traumáticos sucesos del pasado, como el conflicto greco-turco que vació de griegos la ciudad de Estambul.

 

Para el Festival Granada Noir, que este año se inaugurará el viernes 29 de septiembre y cuya programación está siendo ultimada, contar con la presencia de Petros Márkaris es un privilegio, agradeciendo la colaboración y la implicación del Ayuntamiento de Granada, el programa Granada Ciudad de Literatura UNESCO y la Fundación Tres Culturas; una muestra de que la colaboración institucional resulta beneficiosa para la sociedad y la ciudadanía.

El festival Granada Noir

 

Granada Noir es un festival multidisciplinar de carácter popular dedicado al género negro y policíaco, puesto en marcha en 2015 por Gustavo Gómez y Jesús Lens y que cuenta con el patrocinio de Cervezas Alhambra y la colaboración de Diputación de Granada, CAJAGRANADA Fundación, la Alianza Francesa de Granada, Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Granada a través de su programa Granada Ciudad de Literatura UNESCO, además de otras empresas, comercios y particulares.

 

GRN es un festival que promueve un variado maridaje de propuestas culturales de calidad contrastada; una cita de carácter abierto, creador, innovador, participativo y gratuito, que saca la cultura a la calle, a los barrios y a los pueblos y que, además, la lleva a bares, bibliotecas, clubes, cines y cafés.

 

Un festival cuyo programa está abierto a todas las artes y que permite maridar las disciplinas más diferentes, posibilitando el contacto y la relación directa entre autores, creadores, público y aficionados.

Cuando el Mercurio es Oro Noir

El Mercurio es un extraño elemento químico que, con el símbolo Hg y número atómico 80, nos sorprendía enormemente en clase de ciencias naturales. En la literatura antigua se describía al mercurio como plata líquida y en el siglo XXI, para quienes nos tomamos la Vida en Serie, es auténtica plata de ley.

Porque Jed Mercurio es el creador y guionista de unos de los mejores policiales de los últimos tiempos: “Line of Duty”, expresión que se traduce como “Cumplimiento del deber”, pero ya saben ustedes que la tendencia es, de un tiempo a esta parte, a respetar los títulos originales de series y películas, otro incentivo más para aprender idiomas…

 

Si no han empezado a ver esta serie y yo les digo que “Line of Duty” tiene tres temporadas estrenadas en España, que la cuarta se acaba de emitir en la BBC1 del Reino Unido, que hay una quinta temporada comprometida y una más que probable sexta entrega en el horizonte; ustedes podrían desistir, al no estar dispuestos a invertir un desmesurado puñado de horas en ponerse al día con esta serie. ¿Será por estrenos de primeras temporadas?

Pero déjenme que les diga que… ¡se equivocarían! En primer lugar, porque estamos ante uno de los más intensos y vívidos procedurales de la televisión contemporánea. Y de la de todos los tiempos, como la enorme cantidad de premios y distinciones que atesorada “Line of Duty” dan fe. Considerada como una de las mejores series de la historia de la BBC, cada una de sus temporadas ha sido un arrollador éxito de audiencia en el Reino Unido.

 

Pero es que, además, cada temporada de la serie consta únicamente de seis episodios. Intensos, adrenalínicos y espídicos episodios de una hora de duración. Pero solo seis por temporada, detalle que convierte el visionado de “Line of Duty” en una ansiosa lucha contra ti mismo… para no verla entera del tirón, como si fuera una película larga.

Y les aseguro que cuesta. Cuesta trabajo dejar de ver el siguiente episodio, una vez que estás metido en faena. ¡Es lo que tienen los adictivos guiones de Mercurio!

 

Los protagonistas de la serie son tres agentes de policía adscritos a la unidad AC12, esto es, la Unidad Anticorrupción. Y su trabajo es, lógicamente, detectar a los policías corruptos que hay en el cuerpo, investigarlos y conseguir pruebas contra ellos. Para ello, han de infiltrarse en las unidades en que actúan los sospechosos. Y, ni que decir tiene, su trabajo no es nada de fácil. Ni de agradecido. Que ser la policía de la policía y cuestionar los métodos y las actuaciones de sus compañeros les convierte en tipos incómodos. Por decirlo suavemente.

 

Les decía antes que estamos ante uno de los grandes procedurales de la historia de la televisión. Que el palabro, procedural, es feo. Pero resulta muy ilustrativo de qué queremos decir: aunque en “Line of Duty” hay secuencias de acción vertiginosas, lo mejor de la serie viene dado por la minuciosa recreación del procedimiento investigador, con especial énfasis en los interrogatorios en que los protagonistas muestran pruebas, documentos, grabaciones, registros y fotografías a los investigados.

Unas veces, tratan de determinar si su actuación fue correcta o no, sencillamente. En otras ocasiones, sin embargo, se trata de pillarles en flagrante contradicción o incriminadora mentira. De ahí que haya interrogatorios que, gracias a la pericia de los interrogadores, queden elevados a la categoría de una de las Bellas Artes. O que se conviertan en auténticos duelos dialécticos y desafíos de lógica deductiva que dejan extenuados a todos los participantes, incluyendo al espectador; generando momentos de tensión inenarrable.

 

Ese es el gran logro de Mercurio: haber elevado el interrogatorio a una dimensión superior, convirtiéndolo casi en un género en sí mismo. Y eso que el showrunner de “Line of Duty” nada tiene que ver con la policía: hablamos de un médico que se apuntó a un curso de aviación militar con la RAF para convertirse en doctor de altos vuelos y que un buen día respondió a un anuncio de la BBC en que se pedía asesoramiento para una serie de temática hospitalaria.

 

Fue seleccionado y trabajó en “Cardiac arrest” entre los años 1994 a 1996, generando una fuerte polémica por la visión desmitificadora que dio de la vida de los hospitales. Que fuera seleccionada por los médicos británicos como la serie más realista jamás filmada sobre su gremio hizo que el nombre de Mercurio empezara a cotizarse alto.

Mercurio aprovechó para escribir una novela, “Bodies”, sobre dos hermanos ginecólogos que trabajan en un mismo hospital. Él mismo se encargó de adaptarla al formato televisivo y su emisión, entre 2004 y 2006 fue otro gran éxito, haciéndose acreedora de varios galardones.

Su segunda novela, “Ascent”, fue un hit de ventas en la que Mercurio cambió radicalmente de tema para contar la historia de la hipotética llegada de los rusos a la luna, antes de que lo hubieran hecho los yanquis. Y, por fin, “Un adulto americano”, publicada en España por Anagrama y en la que el autor hace una divertida y ácida sátira sobre las urgencias sexuales del presidente Kennedy, quien sostenía que si pasaba más de tres días sin mantener relaciones sexuales, le asaltaban unas letales migrañas que le dejaban completamente impedido.

¿Es o no es un tipo interesante, este Mercurio? Pues ya saben. Si les gustan las historias policíacas con haz y envés, con luces y sombras, con héroes que se convierten en villanos y villanos que se redimen hasta convertirse en héroes, “Line of Duty” es su serie.

 

Jesús Lens

Equipo de Primera

Empiezo a detectar, tan pronto, una cierta corriente de euforia sobre la presencia del Granada CF en la segunda división. Los menos originales parafrasean el lema del Atlético y su temporadita en el infierno y otros definen a los rojiblancos como el Real Madrid de la categoría de plata del fútbol español.

Al mismo tiempo, domingo tras domingo, el equipo sigue haciendo el ridículo, no ha ganado ni un punto con el actual entrenador, no mete un gol ni a puerta vacía, se los meten de todos los colores y ciertos jugadores no sudan la camiseta ni aunque pasemos ya de los 30 grados.

 

Aun así, ya se habla del ascenso y se hacen cábalas acerca del mismo. ¿Sobre qué base? ¿Sobre qué proyecto? ¿Qué ha cambiado en un Club que está en caída libre como para pensar en esa hipotética vuelta a Primera?

 

Lo mismo es algo del pensamiento positivo, la motivación y la autoayuda, como si creyéramos que por repetir “Somos de Primera”, en plan mantra, determinados jugadores fueran a dejar de ser unos manta.

 

Está claro que la ilusión es importante. Por ejemplo, cuando echas la Primitiva: sabiendo que lo más probable es que palmes la pasta, al menos te queda la ilusión. Hay que ser optimistas y encarar el fututo con ambición. ¡Claro que sí! Y está lo de la fe. Pero los que hemos visto “El Dorado”, una obra maestra del western de Howard Hawks, suscribimos las palabras de Nelse McLeod: la fe mueve montañas, pero no puede vencer a un gatillo rápido.

Me da pena que el Granada haya descendido, pero la venta de humo no es la mejor forma de iniciar el camino de vuelta a Primera. ¿Qué tal si empezamos por poner los pies en el suelo y analizar lo que ha pasado esta temporada, antes de vender motos de cilindrada imposible?

 

Tony Adams sustituyó a Lucas Alcaraz prometiendo que iba a patear el culo de los jugadores, a ver si reaccionaban. A la vista de los resultados, o los abre en canal y los desuella sobre el césped de Los Cármenes o hay que cambiar de táctica y de estrategia. Que lo de la ONU del fútbol español es muy bonito y multicolor, pero se ha demostrado como claramente ineficaz.

¡Un poco de mesura y de cordura en los próximos meses, por favor!

 

Jesús Lens