Y la saga continúa…

Vuelve Carvalho. ¡Normal que un notición de ese calado se convirtiera en Trending Topic y que abriera las secciones culturales de los medios de comunicación! Menos impacto mediático tuvo, sin embargo, otro regreso muy especial. Y es que también vuelve Méndez, el atípico policía creado por el inmortal Francisco González Ledesma. En unas semanas llegará a las librerías “Llámame Méndez”, novela publicada por Planeta y escrita por Victoria González Torralba, periodista de profesión e hija del Jefe de la Banda, como se conocía a FGL entre los aficionados al Noir.

En este caso, la nueva historia protagonizada por Ricardo Méndez será una precuela que nos llevará a la Barcelona de posguerra, allá por los años 40 del pasado siglo. Y Méndez no estará todavía de vuelta de todo, que solo contará con 17 añitos de edad.

 

Para Victoria, volver al personaje de Méndez ha sido algo casi natural, dado que ya ayudó a su padre con el final de la última novela protagonizada por ese policía tan insobornable como negado para las nuevas tecnologías, “Peores maneras de morir”. De hecho, Victoria había comenzado a escribirlo antes del fallecimiento de FGL, a modo de homenaje a los años de formación de su padre, en aquella España gris, oscura y desangelada.

Vuelve Méndez y vuelve Carvalho. ¡Claro que sí! Y no porque se haya encontrado, escondido en un cajón, un misterioso manuscrito con una novela inédita de Manuel Vázquez Montalbán, sino que lo hará de la mano de otro autor que ama, vive, conoce y escribe la ciudad de Barcelona: Carlos Zanón.

 

Pocas decisiones tan acertadas como la de poner en manos de Zanón a uno de los personajes más reconocidos de la literatura española de los últimos cuarenta años. Y es que el autor nacido en Barcelona en 1966 y cuya novela “Yo fui Johnny Thunders” arrasó con todos los premios del 2015, es el más indicado para actualizar al personaje de Carvalho.

De momento, apenas ha trascendido nada sobre la nueva aventura carvalhiana: que la trama se desarrollará en la Barcelona contemporánea de la que es alcaldesa Ada Colau, que el detective seguirá quemando libros en sus ratos libres y que, de momento, no tiene cuenta en Instagram para compartir esos platos a los que su Yo-gourmet es tan aficionado.

 

Por todo ello, y a la espera de que regrese Méndez, el próximo marzo y de que febrero de 2018, cuando presumiblemente se publicará la nueva novela de Pepe Carvalho, ¿qué tal si repasamos algunas resurrecciones de personajes famosos de la literatura?

 

Muy polémica fue la vuelta a la vida de un personaje más reciente, pero igualmente popular en el Noir de los últimos años: Lisbeth Salander. Desde la publicación de “Los hombres que no amaban a las mujeres”, las novelas de la saga Millenium vendieron millones de ejemplares en todo el mundo. Su autor, Stieg Larsson, era una bomba (médica) de relojería que bebía café como si fuera agua y fumaba compulsivamente. Hasta que el 9 de noviembre de 2004, su corazón dijo basta, dejando inconcluso un proyecto literario de largo alcance.

Entonces comenzaron los problemas con la herencia entre su compañera sentimental, por una parte, y su padre y su hermano, por otra. Fueron ellos los que se llevaron el gato al agua. Y los que encontraron, esta vez sí, un manuscrito con un puñado de páginas escritas por Larsson, en las que continuaban las andanzas de su personaje por antonomasia, Lisbeth Salander.

 

El encargado de dar continuidad a sus aventuras fue David Lagercrantz, periodista y (supuesto) autor de bestsellers cuya obra más conocida hasta la fecha era… la biografía del futbolista Zlatan Ibrahimovic. “Lo que no te mata te hace más fuerte”, que fue como se tituló la cuarta entrega de la saga Millenium, pasó sin pena ni gloria, cosechando bastantes malas críticas y, en general, provocando una general indiferencia.

 

Otra resurrección muy sonada fue la de, nada más y nada menos, Philip Marlowe, el mítico detective privado creado por Raymond Chandler en los años 40 y 50 del pasado siglo. ¿Cómo volver sobre uno de los padres fundadores del Noir, cuyas historias han sido llevadas al cine en diversas ocasiones? ¿Cómo abordar a Philip Marlowe, desde el siglo XXI, tras haber sido interpretado en pantalla por actores de la talla de Humphrey Bogart, Robert Mitchum o Elliott Gould?

Fue nada más y nada menos que el irlandés John Banville el autor que aceptó el reto. Y lo hizo desde la libertad creativa más total y absoluta aunque, como señalara en el momento de la publicación de “La rubia de los ojos negros”, en la novela negra siempre debe haber un crimen, y eso restringe bastante al autor. Pero lo importante, al final, era inventar y reinventar Los Ángeles, tal y como hizo Chandler. Y como volvió a hacer un autor consagrado que publica sus novelas policíacas bajo el pseudónimo de Benjamin Black.

 

¿Por qué volver a Marlowe? Banville lo tiene claro: era un caballero en un mundo violento, un héroe que creía en un determinado tipo de justicia y que, en unos tiempos en los que la novela negra es cada vez más violenta y sangrienta, necesita ser redescubierto por los lectores más jóvenes.

 

Podríamos hablar de las resurreciones de 007, que contó con padres putativos como Kingsley Amis, Christopher Wood o, más recientemente, William Boyd. O de Hércules Poirot, que lo hizo de la mano de Sophie Hannah en “Los crímenes del monograma”, publicada en 2014.

Pero queremos terminar recordando que, tras filmar “El Padrino 3”, Mario Puzo, autor de los guiones de la trilogía y de la novela original, alentaba a los productores a filmar una cuarta parte, cuya acción transcurriría entre los años 20 y 40 del pasado siglo, con Sonny Corleone como protagonista. Y aquí lo dejamos… de momento.

 

Jesús Lens

La pujanza de la Agroindustria

Me gusta el concepto. Me gusta cómo suena. Agroindustria. Parece un oxímoron en sí mismo y, sin embargo, dista mucho de serlo. Y de ello hablo hoy en IDEAL.

Comienza en Berlín el certamen europeo de la agricultura continental, Fruit Logística 2017, que celebra su 25 aniversario. 3.000 expositores en una ciudad a la que solemos imaginar como capital del arte de vanguardia, ciudad de referencia arquitectónica o, por supuesto, como centro internacional del espionaje global. Pero… ¿un encuentro agrícola? ¿En Berlín?

 

Pues sí, señores. Así es. ¡Y menudo encuentro! Cerca de 3.000 expositores de 83 países distintos y más de 70.000 visitantes se citan en Fruit Logística con el objetivo de descubrir todo lo que se mueve en el sector hortofrutícola, desde las novedades en cosechas y productos a todo lo referente a comercialización, internacionalización, distribución, envasado, etiquetado, exportación y un larguísimo etcétera.

En los tiempos de Trump y su proverbial proteccionismo, del Brexit, el Frexit y de todos los Exit que se puedan imaginar, una cita como Fruit Logística adquiere una especial significación. En estos tiempos de incertidumbre, es más fácil que cale la Europa del Aguacate que la del Euro.

 

No sé cómo lo contarán ahora los planes de estudio, pero a los viejunos que hicimos la EGB nos explicaban que la Revolución Industrial fue un proceso de transformación económica y social que permitió el paso de una economía rural basada en la agricultura a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.

 

¿Ven por qué les hablaba de oxímoron, al hablar de la agroindustria? Que parece que fueran términos antitéticos, la agricultura y la industria. Y, sin embargo, cualquiera que sepa lo que se cuece realmente en el campo, más allá de la imagen tópica y romántica, es consciente del impresionante desarrollo tecnológico y científico que se ha producido en el sector primario, uno de los más importantes de la economía Andaluza.

De hecho, empresas como la cooperativa La Palma son un modelo de gestión y adaptación a los nuevos tiempos, una de las empresas más importantes de la provincia por volumen de facturación, exportación y generación de empleo.

 

Estos días se citan en Berlín un buen número de empresarios granadinos y representantes de las instituciones que, en la agroindustria, tienen algo que decir. Deseémosles una estancia grata y, sobre todo, útil y productiva. Parte de nuestro futuro está en sus manos.

 

Jesús Lens