Me las piro a Toronto

En mi entorno más cercano se van a mosquear al enterarse por la prensa de que, en unos días, salgo de viaje con destino a… ¡Toronto! Un destino elegido por una razón muy poderosa: disfrutar, en Canadá, del Atrio de la Alhambra.

Toronto

Desde el próximo sábado y hasta el final de las Navidades, el famoso “Atrio” diseñado por Siza podrá contemplarse en una de las grandes capitales de Norteamérica y, me temo, será la última ocasión que tengamos de disfrutar del proyecto del afamado arquitecto portugués.

Porque bien saben ustedes que la Junta de Andalucía ha aparcado, sine die, la reforma de los accesos peatonales a la Alhambra que, en el Atrio, habían encontrado un diseño basado en la geometría, la luz, el agua y el paisaje del entorno, elementos que siempre han fascinado al arquitecto luso.

Tal y como nos recordaba Carlos Morán, la Consejería de Cultura ha dicho que “el Atrio no era una prioridad y que su futuro estaría marcado por una nueva hoja de ruta  que pasa por la necesidad de aunar posturas entre el ayuntamiento y las plataformas ciudadanas”.

Teniendo en cuenta que el monto del proyecto sumaba, sobre el papel, 45 millones de euros, ya sabemos dónde va a quedar el Atrio de Siza: en una exquisita exposición de un proyecto imposible, basado en maquetas, recreaciones virtuales, bocetos y dibujos que nunca se harán realidad.

Atrio Alhambra

Y ustedes dirán:

-Pero hombre, Lens, si esa misma muestra estuvo expuesta en su momento, en Granada, ¿te vas a ir a Toronto a verla?

Sí. Porque, cuando lo tuvimos en nuestra ciudad, el proyecto era una posibilidad, una hipótesis probable. Y ahora no. Ahora, el Atrio es una entelequia. Un imposible metafísico. Una construcción que ya forma parte de un universo fantástico y onírico que nunca será.

La pena es que, en Toronto, no hayan aprovechado para exponer, junto al Atrio, aquel otro grandioso proyecto que jamás veremos construido: el “Granatum” diseñado por Kengo Kuma para albergar el Gran Espacio Escénico de Granada, presupuestado en 40 millones de euros.

Granatum Kengo

Eso sí, el Nevada, ahí lo tienen. Viendo pasar el tiempo. Y con él, la Junta de Andalucía, condenada a pagar 157 millones de euros. Que van a recurrir, pero que no me digan si la cosa no es como para irse hasta Toronto… y más allá.

Jesús Lens

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