Noir con sabor

En dos de las últimas novelas policíacas que he leído, la gastronomía juega un papel determinante, más allá de lo puramente folklórico o costumbrista. De hecho, “El bouquet del miedo”, de Xabier Gutiérrez, publicada por la editorial Destino, se desarrolla íntegramente entre fogones, viñas, bodegas y programas televisivos dedicados a la cocina.

El bouquel del miedo

Todo comienza cuando, unos días antes de la vendimia, la enóloga  Esperanza Moreno aparece degollada en su casa de San Sebastián y su sangre derramada se mezcla con un exquisito vino de poderoso aroma. Su compañero sentimental, Roberto, que trabaja como cámara en un famoso programa de televisión dedicado a la cocina, ha desaparecido sin dejar rastro. Mientras, las uvas siguen madurando, ajenas a las pasiones humanas más salvajemente desatadas.

Es interesante la novela de Xabier Gutiérrez, especialmente los pasajes que transcurren en La Rioja alavesa. No es de extrañar: Xabier es el responsable del departamento de innovación del restaurante Arzak, ha escrito doce libros de cocina, otros cinco de estética culinaria y, además, es psicólogo. ¡Excelentes ingredientes para escribir novelas negras con aroma y sabor!

El aroma del crimen

Y tenemos “Cuando éramos ángeles”, de Beatriz Rodríguez, publicado por Seix Barral, y de la que hablamos AQUÍ. En este caso, la acción transcurre en un pequeño pueblo, a caballo entre dos épocas. Una novela sobre la adolescencia y el difícil tránsito hacia la vida adulta que enfrenta a los personajes que eran, cuando todas las ilusiones y las posibilidades estaban intactas; con lo que han terminado siendo.

“Cuando éramos ángeles” también arranca con un asesinato. En este caso, han matado a Fran Borrego, uno de aquellos jovencitos que ya apuntaban maneras: líder ¿natural?, chulito y con propensión al mando y la tiranía. Por todo ello, posibles sospechosos, hay muchos.

Cuando éramos ángeles Beatriz Rodríguez

Y la cocina, las recetas tradicionales y las charlas alrededor de la comida también desempeñan un papel básico en la novela de Beatriz Rodríguez. Primero, porque son un inmejorable recurso narrativo que permite conectar de forma natural las dos épocas en las que transcurre la trama. Y, también, porque el entorno rural en que se desarrolla la acción resulta propicio para que determinados personajes se detengan a cocinar esa sangre encebollada, la asadura o las habichuelas en escabeche que, además, sirven para titular algunos capítulos.

Comidas con aroma y sabor. Fuertes y contundentes. Con personalidad. Y es que la gastronomía es un recurso narrativo con mucha tradición en el Noir mediterráneo. Mientras que los personajes norteamericanos beben bourbon hasta agujerearse el hígado y castigan sus estómagos a base de pizzas y hamburguesas; los españoles, italianos, franceses y griegos son más dados a la buena mesa.

Cuando éramos ángeles

Todo comenzó, por supuesto, con Manuel Vázquez Montalbán y su mítico Pepe Carvalho, el cínico y descreído detective privado que, tras su paso por la CIA, ya solo creía en la amistad sin compromisos… y en la buena comida.

En todas las novelas de la serie Carvalho, el protagonista visita algún restaurante reconocido cuando le toca viajar por España o, comprando él mismo los ingredientes en el mercado de La Boquería barcelonés, cocina algunos platos espectaculares cuando se queda en la ciudad condal. Tan es así que Planeta publicó “Las recetas de Carvalho”, una selección de algunos de los platos más memorables engullidos por el detective más famoso de las letras españolas. Por fortuna, tras el cierre del añorado Casa Leopoldo del Raval, todavía quedan en Barcelona restaurantes que recuerdan el paso de MVM por sus mesas y barras con emocionantes placas y cerámicas conmemorativas, como el encantador Can Lluís.

Las recetas de Carvalho

Autores canarios como Antonio Lozano también han sido embajadores de la singular cocina isleña en sus novelas policíacas, que sus personajes son amigos de la buena mesa. Y es que la investigación más sesuda y profesional, para ser efectiva en un país como España, exige hablar con camareros y restauradores; posiblemente los mejores conocedores de la realidad que nos rodea. Al que aparece en “La sombra del Minotauro” (Almuzara), le tomarán cariño desde la primera página.

Antonio Lozano

Y una joya que vincula la gastronomía con la literatura policíaca: el sabrosísimo “Manual práctico de cocina negra y criminal” de Montse Clavé, en el que el lector aprenderá a cocinar los platos que aparecen en las novelas de Camilleri, Izzo, Leon, Simenon, Mankell o Markaris, a la vez que recuerda a sus personajes y algunas de las aventuras que protagonizaron.

Manual Práctico de Cocina Negra y Criminal

Y es que la buena literatura también es cuestión de sabor.

Jesús Lens

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Si hoy es miércoles…

Si hoy es miércoles, ¡hoy toca jazz! Y esta noche, desde luego, no va a ser una excepción. Porque hoy tendremos la oportunidad de asistir a un concierto muy especial, en el que el compromiso con la creatividad, la disciplina compositiva y la riqueza musical se van a dar la mano en el escenario del Club Magic, en los bajos de la Plaza de Toros. ¿El protagonista? Pedro Cortejosa. A él dedico mi columna de hoy en el periódico IDEAL.

Si hoy es miércoles

En el otoño de 2014, el saxofonista gaditano se impuso a sí mismo un reto que, como mero aficionado a la música, me parece inverosímil y de imposible cumplimiento: componer un tema nuevo durante doce días consecutivos. Y utilizar un tono diferente para cada tema.

Darían igual las ganas, la inspiración, el cansancio o el estado de ánimo. Cada día, una nueva composición. Hasta completar las doce comprometidas… consigo mismo. El compromiso más serio que debería existir.

Así explica Pedro el proceso creativo de tan singular proyecto: “Estuviese con prisa, tranquilo, lúcido o con fiebre (como de hecho ocurrió), no debía interrumpir el flujo creativo durante ese tiempo. Cada mañana exploraba un poco en qué tonalidad parecía resonar mi estado de ánimo y escribía una idea, a veces una serie de acordes, a veces una melodía algo más elaborada, a veces un texto con una sencilla línea de bajo. Cualquier cosa con entidad de canción. Había días en que los sueños de mi noche anterior me sugerían ideas extravagantes para componer y hubo otros en los que una simple nota se convirtió en la esencia de ese tema”.

Si hoy es miércoles Cortejosa

Brutal. Un desafío bárbaro. Se lo digo yo que de música no sabré mucho, pero sí sé lo que es el compromiso de escribir todos los días esta columna, con independencia de las ganas, el tiempo o la famosa inspiración. Un reto tan delicioso como exigente.

¿Y el resultado del trabajo de Cortejosa? Un disco. Titulado, obviamente, “12 días”. El que presenta hoy, con su Quinteto. Porque si hoy es miércoles, ¡hoy toca jazz!

Éste viene siendo uno de mis gritos de guerra habituales en los últimos años, gracias a la extraordinaria labor de la asociación Ool Ya Koo, que nos ofrece una programación semanal estable con el mejor jazz contemporáneo que se está haciendo en Andalucía. (En mi canal de YouTube podéis ver y escuchar fragmentos de diversas actuaciones en el Magic).

Si hoy es miércoles Ool Ya Koo

Un lujo, un privilegio que tenemos en Granada y que les invito a disfrutar.

Jesús Lens

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