Data Lab: el frío dato

Mi artículo de hoy en IDEAL comienza con un recuerdo de la infancia. Porque siendo niños, mi hermano y yo nos enzarzamos en una agria polémica con un vecino del barrio. Por aquellos entonces veíamos -de verdad y no de boquilla- los documentales de La 2. Y estábamos convencidos de que un hombre solo puede llamarse a sí mismo Hombre tras haber buceado entre grandes tiburones blancos. Para nosotros, el tiburón blanco era lo más. Y entonces llegó el vecino, hablando de un animal marino que era más ¿peligroso? ¿grande? ¿letal? que el Gran Blanco: la barracuda.

Data Lab Gran Blanco

¿La barracuda? ¿La barra-cuda? ¡Vamos hombre!  ¿Cómo iba a ganarle un bicho llamado barracuda a nuestro tiburón blanco? Aquella discusión la ganamos los Len2 a base de gritos, aspavientos, gestualización y postureo. Lo malo fue que, al subir a casa y consultar nuestros libros de naturaleza, comprobamos que el vecino tenía razón.

Data Lab Barracuda

Hubo un tiempo en que este tipo de discusiones ya no eran posibles: en cuanto se caldeaba una conversación, alguien sacaba el móvil, consultaba Internet y zanjaba el tema. “Hombre, si lo dice Internet…”.

Más recientemente, sin embargo, vuelven a proliferar las discusiones bizantinas. Precisamente, gracias a Internet. Porque en Internet está todo. En el sentido de que encuentras argumentos para defender una cosa y la contraria. Que sean más o menos falaces o que las páginas consultadas tengan la credibilidad de un político en campaña, da lo mismo. El argumento de “pues yo lo he leído en Internet” funciona como los adaptadores universales y, al final, la capacidad para hacer más ruido vuelve a imponerse en la resolución de las discusiones.

Pero las cosas van a cambiar. Al menos, en Granada. Que IDEAL acaba de presentar Data Lab, una herramienta que aportará fríos datos y estadísticas científicas sobre mil y un temas. ¡La de discusiones que va a zanjar Data Lab! ¡La de bocas que va a cerrar! Casi tantas como las que va a dejar abiertas, por otra parte.

Data Lab IDEAL

Desde hoy, el célebre “Yo opino que” ha encontrado un enconado enemigo y un feroz adversario. Porque tú podrás opinar lo que quieras, pero el frío dato es que… Y punto. Por supuesto, todavía habrá quien salte con el “Pues yo no me creo esas cifras”. Y en este caso, lo único que quedará será aceptar pulpo como animal de compañía.

PD.- Otro día les cuento cómo resolvimos los Len2 lo del vecino y la barracuda.

Jesús Lens

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El acoso como argumento

En la primera temporada de la heladora y soberbia serie “Happy Valley”, un personaje visita la cárcel con la intención de darle a un detenido una severa lección moral sobre los actos y sus consecuencias. Sin embargo, una vez enzarzados en la cuestión, resulta ser el preso quien escupa a la cara del visitante actos del pasado que han tenido graves y desgraciadas consecuencias en el presente. Para todos.

Acoso Happy Valley

El pasado. Qué importancia tiene el peso del pasado en la narrativa criminal. Pero, ¿hay un pasado más lejano que el escolar? En el consciente de las personas, me refiero. Posiblemente no. Al menos, si la persona ha vivido en un entorno familiar más o menos normalizado.

En el colegio se hacen los primeros grandes amigos, se aprende a convivir en grupo, se experimentan la diversidad, el miedo a los exámenes, la responsabilidad, el éxito, el fracaso, la ilusión, la decepción… Todo ello forma parte de hacerse mayor, madurar y aprender a vivir en sociedad. Pero en el colegio también se dan situaciones que, excediendo ese marco, convierten la vida de determinados estudiantes en un infierno: el acoso, también conocido por el anglicismo de bullying.

Acoso

Un libro, una serie y una película muy recientes y adscritos al Noir tienen al acoso como parte importante de sus tramas. Así, “Maldita verdad”, de Empar Fernández, se basa en la investigación llevada a cabo para tratar de determinar qué le pasó a un estudiante de instituto que sufre un serio, imprevisto e imprevisible percance en su casa. ¿Con quién salía? ¿Con quién dejó de salir y por qué? ¿Qué pasó con su Facebook y quién estuvo hurgando en sus interioridades?

Empar Fernández está escribiendo, ahora mismo, la novela negra más apegada a la realidad que podemos encontrar en el panorama editorial español. Tan, tan realista que algunos dicen que eso no es novela negra. Que sin pistolas, gángsteres, asesinos en serie o tramas de corrupción no cabe habla de novela policíaca. Nos da igual. Llamémosla gris asfalto, como ha empezado a conocerse a este tipo de narrativa. Pero leámosla. Porque es básica y capital.

Maldita verdad

Por cierto, ¿son ustedes de mirar hacia atrás y reunirse de vez en cuando con los antiguos compañeros del colegio o del instituto, para reverdecer historias y anécdotas del pasado?

El caso es que en las salas de cine se está proyectando una de las películas sorpresa de la temporada: “El regalo”. Sería muy cruel contar cualquier cosa sobre el argumento de un filme que atrapa al espectador para ir llevándolo de la mano y con los ojos cerrados hasta un final tan inquietante como apoteósico. Solo diremos que todo comienza cuando un antiguo compañero de instituto aparece en la vida de una joven pareja de profesionales, que estrenan casa nueva, flamante y con unas vistas extraordinarias.

Acoso el regalo

Pero la serie que tiene como eje central la cuestión del acoso y del abuso escolar es la angustiosa, poderosa e imprescindible segunda temporada de “American Crime”, creada, escrita y dirigida por John Ridley.

Ridley, cineasta y novelista afroamericano, ganador del Oscar al Mejor Guion Adaptado por “Doce años de esclavitud”, ha provocado un terremoto en el universo seriéfilo, gracias a unas tramas filmadas con estética de falso documental que enfrentan a la sociedad americana a sus peores contradicciones.

Acoso American Crime

Todo comienza con la llamada de una mujer a emergencias, denunciando una violación. A continuación, la presentación de los personajes. Varios de ellos son jóvenes estudiantes de un prestigioso instituto privado y miembros de su exitoso equipo de baloncesto. Y están los profesores. Y el claustro. Y los compañeros. Y están los padres. Y los hermanos. Y los tíos. Y los vecinos. La gente normal, o sea. Solo que el concepto de normalidad está sobrevalorado, como no tardaremos en ir descubriendo.

“American Crime” es una de las series más poliédricas y humanamente complejas del actual espectro televisivo. No es tanto que sus personajes no sean ni buenos ni malos. Es que son buenos y malos a la vez. Personajes creíbles, de carne y hueso que, con sus contradicciones y sus miedos a cuestas, yerran tanto como aciertan en su toma diaria de decisiones.

Acoso American Crime 2

Una serie que provoca preguntas, dudas e interrogantes a un espectador que se descubrirá, como los personajes, enfrentado a sus propios prejuicios, dudas y zozobras.

Jesús Lens

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Rascarse el bolsillo

De vez en cuando, algún conocido me pregunta si me sobra una entrada para el partido de turno del Covirán Fundación CeBé Granada. ¿Sobrarme? ¿Cómo me va a sobrar una entrada? Yo, lo que tengo, es mi carné de socio. En primera fila. Que para algo fuimos mi Cuate Pepe y yo a las oficinas del club nada más abrirse el plazo. Para sacar los mejores abonos de temporada posibles.

Rascarse el bolsillo CB

En realidad, cuando alguien pregunta lo de si te sobra una entrada, lo que quiere saber es si le puedes colar de alguna manera, dándole igual el cómo. Además de presuponer que tú entras gratis, por supuesto.

Pues no, mire usted. ¡No! No me sobra ninguna entrada. Ni entro gratis al baloncesto. ¡Es que ni se me ocurre hacerlo! Porque no me parece ético ni moral. Y es que, como aficionado al deporte de la canasta, quiero ver al mejor equipo posible. Y eso, cuesta. Dinero. Pasta. Parné. ¡El rukiki!

Y sí. Está muy bien que pongan dinero las instituciones y los patrocinadores. Y las familias de los chavales de la cantera. Pero, tener o no tener un buen equipo de baloncesto, también es responsabilidad de los aficionados.

En el mismo sentido, como amante del jazz, soy miembro de Ool Ya Koo, una combativa asociación que lleva tres años programando jazz en vivo en el Club Magic de la Plaza de Toros, todas las semanas.

Rascarte el bolsillo Ool Ya Koo

Las subvenciones, ayudas y contribuciones están muy bien. Pero los proyectos, para convertirse en una feliz realidad, sostenible y perdurable, necesitan del apoyo de la gente. De la Sociedad Civil, que le dicen. Los socios, mecenas y crowdfunders aportan fondos. Los voluntarios, esfuerzo, tiempo y dedicación. Los amigos, apoyo moral y asistencial. Los seguidores internautas, difusión y ruido mediático.

Todos ellos hacen falta, resultando imprescindible y necesario su concurso. Pero, sobre todo, se necesitan espectadores. Gente que dedique tiempo y dinero a disfrutar de la programación cultural, deportiva, artística e intelectual. El Festival de Música y Danza, por ejemplo, es lo que es por el apoyo que tiene entre la ciudadanía, con llenos casi absolutos en cada una de sus propuestas.

Rascarse el bolsillo festival

Sí. Son tiempos duros. Pero las aficiones cuestan. Y para mantener vivos a nuestros equipos deportivos favoritos o a los festivales que más nos gustan, hay que rascarse el bolsillo. ¡Es lo que hay!

Jesús Lens

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La Historia de Francia nuevo ciclo de cine de CAJAGRANADA

El cine puede ser una extraordinaria herramienta para conocer la historia de un país. Así, AulaCine CAJAGRANADA y la Alianza Francesa Granada han programado un ciclo de siete películas premiadas y nominadas en los festivales más prestigiosos del mundo, que recorren diversas épocas de historia de Francia, comenzando por la visión de la cineasta Sofía Coppola de un personaje tan controvertido como el de María Antonieta, en la película homónima, de 2006.

Disfruten de la ficha preparada por nuestro querido Rafael Marfil sobre esta película y de las que irá publicando las próximas semanas.

Cine Francés

El resto de cintas seleccionadas servirán para repasar momentos cruciales en la historia francesa, como las Guerras Mundiales, y para tener una amplia visión de cómo es la sociedad francesa contemporánea.

Las películas del ciclo Historia de Francia

29 de marzo: María Antonieta. Sofía Coppola. 2006

5 de abril: La gran ilusión. Jean Renoir. 1937

12 de abril: La gran juerga. Gerard Oury. 1966

26 de abril: Las chicas de la 6ª planta. Philippe Le Guay. 2011

10 de mayo: La profesora de historia. Marie-Castille Mention-Schaar. 2014

17 de mayo: El caso SK1. Frédéric Tellier. 2014

24 de mayo: En la casa. François Ozon. 2012

Cine Francés bandera

Exposición “Historia de Francia a través de la publicidad”

Mañana martes, 29 de marzo, a las 18 horas, la Alianza Francesa Granada y CAJAGRANADA Fundación también inauguran  la exposición “Historia de Francia a través de la publicidad”, que reconstituye la historia de Francia a través de una galería humorística de los héroes franceses y de acontecimientos importantes de su historia.

Exhibida en primer lugar en París, ha tenido un gran éxito, disfrutada por más de 15.000 visitantes.

La exposición se podrá visitar mientras dure el ciclo de cine “Historia de Francia”, entre el 29 de marzo hasta el 24 de mayo de 2016, siempre que el Teatro abra sus puertas.

Con uñas y dientes

La condena a un chaval que mordió a un policía en una trifulca montada en un centro de menores por culpa de los móviles es la prueba más extrema de la esclavitud a la que los populares teléfonos nos tienen sometidos. De ello hablo en mi artículo de hoy, en IDEAL.

Móvil

Y es que ahora, los móviles son esenciales en cualquier conversación. Y no precisamente porque se usen como instrumento para hablar con personas lejanas. De hecho, ya es su utilidad más residual. Excepto en los viajes en autobús o en tren, pero esa es otra cuestión.

Tampoco me refiero a las conversaciones sobre móviles, que las hay. Largas y sesudas. Que marcas, precios, prestaciones, gadgets y aplicaciones son un género conversacional en sí mismo.

A lo que me refiero es a esa tendencia a hablar, cara a cara, en la barra del bar o en la mesa de una terraza, usando el móvil como elemento imprescindible de consulta durante la conversación. Ustedes lo han visto. Y, seguramente, habrán participado de esa nueva e imparable costumbre social.

Group of happy young college students looking at mobile phone in the park
Group of happy young college students looking at mobile phone in the park

Y es que ya no hace falta describir la moto que queremos comprar. Ahora, sacamos el móvil y mostramos su ficha técnica a nuestros interlocutores. Ni describimos cómo están Fulanito o Menganito: mostramos la foto suya que más nos guste… o nos interese, dependiendo del tono de la conversación. Así, si estamos poniendo a parir a Zutano, mostramos su peor imagen posible. Y, por supuesto, si queremos presumir de alguien, enseñamos su foto de perfil de Facebook o la de cómo iba elegantemente vestido en Nochevieja. Antes del desmadre, por supuesto.

Y luego están las conversaciones presenciales que diseccionan las conversaciones del WhatsApp. ¡Esa gente amontonada y en escorzo, achinando los ojos para tratar de leer la pantalla y traducir los x, xk, bs y tkm a un lenguaje inteligible! Y el sentido que hay que darle a los emoticones, por supuesto. Que no son las mismas, unas lágrimas que otras.

Movil pandilla

Venga. Reconozcámoslo. Nos parece inaudito que el muchacho defendiera su móvil con uñas y dientes. Pero usted, seguramente no da un paso sin el suyo encima. Y si por un casual ha olvidado el teléfono en casa, no dudará ni por un instante en desandar el camino para ir a buscarlo. Porque, sin el móvil, no es que la vida no tenga sentido. Es que ni es vida ni es nada.

Jesús Lens

Twitter Lens