Día Internacional del Jazz: Cannonball Adderley Sextet y “Jive Samba”

¿Qué sorpresa nos trae hoy Juan Manuel Cid, para disfrutar en esta noche de jueves primaveral? Ya sabéis que, tras el vídeo, viene la explicación. ¡No se puede quejar, el Día Internacional del Jazz, de la semana tan intensa que le estamos dedicando!

Julian Edwin “Cannonball” Adderley, inmenso saxo alto, no hay más que ver en este video esa pareja de “gigantes” formada por él y Yusef Lateef allá por el año 1963. Bromas aparte, no sé si han existido muchas formaciones que tengan la calidad de ésta en la historia del jazz. ¡Haberlas hailas! sí, pero esta formación tenía algo especial: un líder con personalidad, un fiel escudero, su hermano el cornetista Nat Adderley, un pianista excelente, Joe Zawinul en este caso, y siempre, siempre, una gran sección rítmica, aquí tenemos a Sam Jones, al bajo, y a Louis Hayes a la batería. Finalmente, y no menos importante, este video lo delata, hay muy buen rollo en esta formación.

“Jive Samba” (el jive era un baile de los años 40 en EE.UU.) fue uno de los hits de la banda y fue compuesta por Nat Adderley. Es una suerte “bossa nova” tocada con ritmo frenético y dónde todos los miembros del grupo, como corresponde, tienen su intervención estelar. Merece la pena seguir los “solos” que se marcan todos y cada uno de los miembros del sexteto.

Recomiendo encarecidamente escuchar la interpretación de este tema en el disco “Dizzy’s Business”, grabado en 1963 con la misma formación.

Por cierto, ¿alguien reconoce a Joe Zawinul, enfrascado en ese traje de chaqueta y corbata, con algo más de pelo?

¡A disfrutar!

Juanma, sí que hemos disfrutado. Como con los temas anteriores, que podéis seguir desde aquí.

Nos queda un día. Un día más para escuchar… y pensar en qué votar. ¡Difícil decisión!

Jesús jazzista Lens

Veamos ahora, otros 26 de abril, qué teníamos en el tintero… 2008, 2009, 2010 y 2011.

¡Con la que está cayendo!

Titulamos la columna de hoy de IDEAL con una frasita que, a buen seguro, no han escuchado, leído, pronunciado… ustedes estos meses. ¿A que no? 😉 Ya me diréis qué os parece.

Pueden prometer lo que quieran, los unos y los otros, pero si algo podemos dar por seguro en estos tiempos inciertos es que, en los próximos meses, todas las ayudas, prestaciones, partidas y subvenciones van a ser recortadas y todos los servicios públicos van a encarecerse.

Lo que está en juego, ahora, es determinar qué y cuánto se recorta, ya que está en juego la supervivencia de miles de puestos de trabajo y la continuidad o no de todo tipo de asociaciones, colectivos, proyectos y agrupaciones.

Abrir el periódico, cada día, es asomarse al abismo de un nuevo recorte. Por ejemplo, de las partidas municipales dedicadas a las fiestas de los barrios o al Festival de Rock del Zaidín.

¿Son más prescindibles las verbenas de verano o las ayudas a la dependencia? La respuesta, en este caso, parece obvia. Y, sin embargo, la vida sin fiestas es menos luminosa y menos alegre. Más gris y cenicienta. ¡Justo lo que nos hacía falta, con la que está cayendo!

Y ahí está, la frasecita de marras. Con la que está cayendo. Bajo ese paraguas caben todos los recortes del mundo. Y más aún. ¿Fiestas populares? ¡Con la que está cayendo! ¿Conciertos? ¿Promoción turística? ¿Campañas por la lectura? ¿Festivales de cine? ¡Con la que está cayendo! Y así, cuando leemos que Benidorm pide al Imserso que evite el recorte de vacaciones para mayores, en nuestro fuero interno pensamos que lo mejor que pueden hacer los mayores, con la que está cayendo, es ocuparse de sus nietos y tomarles la lección mientras sus padres, si tienen la suerte de trabajar, echan más horas que Rajoy en comparecer ante los medios.

A nada que lo pensemos, con la que está cayendo, todo es prescindible. Si caben más niños en las aulas, habrá que aprovechar el espacio. Y, puestos a dar clases, tampoco pasa nada si los profesores amplían sus horas lectivas. Total, para reforzar a los alumnos más necesitados ya están los abuelos que este año no se han podido ir de vacaciones a la playa, ni en temporada baja. Además, así no cogen enfriamientos con el relente, ahora que van a tener que pagar un 10% del precio de sus medicinas.

Con la que está cayendo, todo es susceptible de ser recortado, capitidisminuido y menguado. Menos el fútbol. ¡El fútbol ni tocarlo! Porque, ¿qué sería de nosotros si, en estos tiempos aciagos, no pudiéramos asistir al duelo de titanes protagonizado por Messi y Ronaldo? Y, después, la Eurocopa. Y, un poco más tarde, los Juegos Olímpicos. Y, por fin, se nuevo la Liga.

Cada vez hay menos pan y, además, está mohoso. Así que, a la hora de recortar, hay que cuidar el circo, no sea que los espectadores empiecen a descalabrarse, tirándose mendrugos de pan duro a la cabeza. Y el circo mediático, hoy por hoy, es el deporte rey. Y algún que otro programa de los que espolean los más bajos instintos. Entonces sí: una vez salvados por el fútbol y recordando la que está cayendo, bienvenidos sean los recortes.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros