Día Internacional del Jazz: Mal Waldron y Jeanne Lee

Aquí tenemos el tema de hoy. ¡Qué maravilla! ¡Qué voz!, nos dice Juanma.

En homenaje a Chema García Martínez, crítico de jazz y mejor bloguero

Mal Waldron y Jeanne Lee. ¡Menuda pareja! Detrás del vídeo, Juan Manuel Cid nos cuenta sus razones para haberlo elegido.

En un chat reciente con Chema García Martínez, y a propósito de un vídeo que había colgado en su blog del gran pianista Mal Waldron («All Alone»), me decía que ambos son «dos héroes sin corona de la historia del jazz». Estamos de acuerdo.

Transitar por los caminos menos «ortodoxos» del jazz suele tener sus consecuencias.

Jeanne Lee poseía una voz personal, grave y profunda, acostumbrada a interpretar en formatos de dúo: Ran Blake, Gunther Hampel o Mal Waldron, por citar sólo a algunos de sus acompañantes. Con Waldron tiene un disco más que recomendable: «After Hours» (1994).

Waldron es simplemente uno de los grandes pianistas que ha tenido el jazz. No hay que olvidar que éste ya había sido pianista y arreglista de Billie Holiday, así que ya sabía algo de acompañar a una voz femenina cuando se une a la Lee en los años 90. El tema de nuestro corte de hoy, «The Seagulls of Kristiansund», aparece en el disco homónimo de 1989.

No me resisto a pasar lista a la formación que acompaña a Waldron en este disco: sus fieles escuderos de la base rítmica, Reggie Workman (bajo) y Ed Blackwell (batería); y una sección de vientos de ensueño, Woody Shaw (trompeta) y Charlie Rouse (saxo tenor).

Nos quedan dos temas. La elección se va poniendo difícil, ¿no? Desde AQUÍ, los anteriores temas a concurso.

Y tanto que sí, Juanma, y tanto que sí.

Jesús jazzista Lens

¿Y los anteriores 25 de abril? 2008, 2009, 2010 y 2011

Una Ventana para Pilar Ortiz

Hoy, a las 18 horas, en la Sala de Exposiciones de CajaGRANADA en Puerta Real, tengo el orgullo, la satisfacción y el placer de acompañar el libro “Ventanas Veredas”, de mi amiga Pilar Ortiz, en la Feria del Libro de Granada y en cuya página web podréis ver buena parte de su extraordinario trabajo pictórico. Un libro precioso y preciado, primorosamente editado por Dauro ediciones.

Os adelanto el texto que, con todo cariño, escribí para ese libro, precioso, que os recomiendo vivamente.

Una ventana, cerrada, preserva el calor y la intimidad. Abierta, la misma ventana permite ventilar y airear una estancia, posibilitando a sus moradores que se asomen a ver lo que hay fuera. Una ventana abierta deja que lleguen los olores transportados por la brisa, los ruidos y los sonidos de la calle, la luz del sol.

Y, desde luego, si hay una ventana que cumple con ese propósito es la que tienes delante. Una ventana diseñada y pensada para abrirse a tres continentes y permitir que, a su través, se comuniquen África, América y Europa.

Una ventana abierta en un pueblo canario, Agüimes, en el que durante diez días de julio se encuentran y conviven las artes, las músicas, la magia y el teatro de decenas de países cuyas fronteras se ven estrechadas gracias al Festival del Sur-Encuentro Teatral Tres Continentes.

Esta ventana, pintada por Pilar para que sirviera como cartel de una de las ediciones más recientes del ya veterano Festival, tiene una simbología especial, trayendo ecos de libertad, interculturalidad y felicidad.

Una ventana que permite asomarse a la creatividad y descubrir la alquimia de la palabra, sea cantada, recitada o declamada. Una ventana a través de la que se comunican las distintas culturas que comparten el océano Atlántico y que nos permiten descubrir lo que ocurre ahí fuera. Fuera de nuestras confortables fronteras, aunque sea en estos tiempos de crisis.

Lo que más me gusta de esta ventana de Pilar es que no sólo invita a asomarse para ver la vida pasar, sino que te provoca para lanzarte al vacío, para involucrarte en lo que ocurre abajo, fuera de sus dominios, para sumergirte en las tempestuosas aguas de un Atlántico que terminará desembocando en la playa de Arinaga, en esas Canarias cálidas y acogedoras en las que nos sentimos como en casa, sea cual sea el pasaporte que hayamos utilizado para arribar a las Islas Afortunadas.

Una ventana que es una invitación a la ensoñación y al recuerdo, pero también al trazado de nuevos planes, a la imaginación más fantasiosa y a los pensamientos más peregrinos.

Porque Pilar, a través de esta ventana, pinta la libertad.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.