Sánchez Drago se desdice

Fernando Sánchez Dragó sigue disculpándose. El escritor salió ayer al paso de la polémica suscitada el día anterior al conocerse que en 1967 habría mantenido relaciones sexuales con dos japonesas de 13 años, según relata en su último libro, firmado de manera conjunta con el dramaturgo catalán Albert Boadella. Ayer fue turno para las aclaraciones. No hubo relaciones sexuales, o más bien «apenas hubo contacto físico: cogernos de la mano, mirarnos a los ojos, algún beso furtivo en la mejilla, a eso me refería con lo de trajinar», dijo.
http://www.ideal.es/granada/v/20101028/sociedad/sanchez-drago-niega-ahora-20101028.html

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4 Comentarios

  1. Impresentable, asqueroso, con esto ya es suficiente el asco que me da este personajillo, ayer me amargó el día por el facebook a través de lapices por la paz.
    Es indignante que alguien pueda hacer apología de pederastia solo porque ha esperado el tiempo oportuno.
    Jueces dormidos y en paz.
    Ese sería el titular.

  2. Para mí, el hecho en cuestión, una relación erótica consensuada por ambas partes, no me parece reprobable, eso sería establecer un juicio moral y una falta de respeto.
    Porque, para mí, por encima de la «moral» está el libre albedrío, pienso que sólo los que no saben ser libres se acojen a la «moral» y condenan el libre albedrío ajeno.
    Sólo hay una cosa, para mí, a la altura del libre alberío, y eso es el respeto, porque el que no respeta tampoco sabe ser libre.
    Por lo cual, para mí, lo único reprobable de esta nueva anécdota del ínclito Sanchez Dragó es su doble falta de respeto hacía las jovencitas japonesas que cita en su libro, ya que las insulta y las enjuicia moralmente, tildándolas de putas y zorritas, sólo por el hecho de ser libres.
    «No juzgues y no serás juzgado».
    Y es que lo que el presentador de Telemadrid deja patente con esto, a parte de su dudoso gusto, es que, por mucho que se considere a sí mismo por encima del bien y del mal, él tampoco sabe ser libre, por eso, el muy insensato, encima va y lo publica, aduciendo que ese exabrupto es literatura.
    Es obvio, para la mayoría de los mortales, que el ego desbocado de Sanchez Dragó superó su fama y su obra literaria hace ya tiempo, así que por mucho que pida perdón, me temo que su libre elección está apunto de arruinar su propia vida.

  3. Pues de todo lo que dice en su carta de supuestas excusas sólo hay una cosa que parce totalmente cierta: no es la primera vez que narra la historia pedófila. Ya lo hizo con mayor lujo de detalles en el libro-entrevista, escrito por Joaquín Arnáiz en 1984 (Editorial Anjara): «Fernando Sánchez Dragó, una vida mágica» -páginas 159 y 160-.
    http://www.carloscesaralvarez.com/

    Por cierto, en ese ralato, que no tiene nada de literario -sino que es una transcripción del cassette de la entrevista, incluso con faltas sintácticas-, Sánchez Dragó afirma que «no tendrían ni 13 años».

  4. Con la prensa actual (que acepta una pandemia con cero muertos) las noticias suelen circular más rápido por el boca a boca que por la prensa.
    Quien es Sánchez Dragó, de quien se acompaña y que le interesa suele ser conocido.
    Es de suponer que quien le contrata lo conoce también.

    Que escribe cosas… que las hizo o no las hizo… que aquí serian delito pero no es aquí… que la otra parte estaba «trabajando» como cualquier otro día… Pues si alguien tiene algo que denunciar que lo denuncie

    Yo no sé lo que ha escrito ni tengo intención de saberlo, creo que lo último que vi suyo fue la entrevista a Isabel Allende.

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