Fiscalías convertidas en ‘confesionarios’, el «complejo fenómeno» de los menores que maltratan a sus padres

En su última memoria (referida al año 2009) la Fiscalía General del Estado «pone de manifiesto una serie de notas comunes (a todas las fiscalías de España) que caracterizan el problema de la violencia ejercida por los hijos menores sobre sus progenitores». Que el máximo órgano de dirección de la Fiscalía española dedique un apartado a reflexionar sobre este problema da una idea de la extensión y gravedad del «complejo fenómeno» de los menores que maltratan a sus padres. El informe recuerda lo difícil que es para los padres dar el paso de denunciar a los hijos. En muchos casos, las víctimas, en lugar de para emprender acciones legales contra sus retoños, se acercan hasta las fiscalías para pedir consejo y descargar sus penas, como si los despachos de los fiscales fueran ‘confesionarios’. Y, entre los que sí dan el paso, luego suele haber arrepentimiento: cuando llega el juicio, «dulcifican» la situación para que los niños no tengan un duro castigo o sean absueltos. Como hay muchos amigos del blog que se interesan por este tema, aquí os dejamos las reflexiones de la Fiscalía General del Estado. Y si entre vosotros hay ‘víctimas’, que sabemos que las hay, ojalá os sirva para encontrar el camino hacia la solución.
«Se constata que cuando la denuncia se interpone por los padres es porque usualmente se ha llegado a una situación límite y la convivencia se torna de todo punto imposible, acudiéndose entonces a la vía jurisdiccional, lamentándose que desemboquen a veces directamente aquí sin un previo y deseable trabajo por parte de las instituciones administrativas de protección, ya que la vía jurisdiccional no es muchas veces la solución al problema, toda vez que, junto a comportamientos
delictivos se denuncian conductas que ponen de manifiesto una grave situación familiar, pero de difícil encaje desde el punto de vista punitivo. Se evidencia también que alcanza a todas las clases sociales, siendo producto muchas veces de una educación en exceso permisiva, detectándose casos en que los menores pueden, a su vez, ser maltratados en tal entorno familiar. Fenómeno complejo, pues, con múltiples aristas, acudiendo los padres, en su desconcierto, a veces a las Fiscalías no ya para denunciar, sino para consultar al Fiscal lo que puede hacer con su hijo, y cuando finalmente se deciden a denunciar, el fuerte componente sentimental, ínsito a las relaciones paterno filiales, hace que la actitud de los padres esté sujeta a los humanamente comprensibles cambios y que, a la urgencia por recibir una solución inmediata el día en que se denuncia o detiene al menor, le siga un cambio radical de actitud llegado el día del juicio, «dulcificando» los padres el relato de hechos, o acogiéndose directamente a su derecho a no declarar en base al artículo 416 de la LECrim, provocando sentencias absolutorias si su testimonio era la única prueba de cargo del Fiscal . Por lo demás, en los supuestos en que se incoan expedientes por hechos de esta naturaleza, en las Fiscalías se le otorga una especial atención, solicitándose frecuentemente medidas cautelares en las guardias y, cuando no se adopta una medida de este tipo y el expediente
sigue su curso ordinario se vienen tramitando como asuntos preferentes».

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1 Comentario

  1. «…ya que la vía jurisdiccional no es muchas veces la solución al problema, toda vez que, junto a comportamientos
    delictivos se denuncian conductas que ponen de manifiesto una grave situación familiar, pero de difícil encaje desde el punto de vista punitivo…» En la vía jurisdiccional, una coordinación socio-juridico-sanitaria que actuase al amparo, por ejemplo, del articulo 158 del Código Civil, y que contase con profesionales con formación acreditada entre otras cosas en: paidopsiquiatria (especialidad que hay que reivindicar sea posible estudiarla en España), prevención de la violencia según el método ecológico que propone la OMS y que incluya el cuestinamiento desde la perspectiva de género y salud, y que tuviese en cuenta los informes de los consejos escolares y, sobre todo, «escuchase al menor» y a sus «victimas» y… ¿no se ha puesto en marcha ya en algún sitio? Seguro que sí.

    Salud!!

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