¿Dónde estará Giampiero?

Hola, ¡cúanto tiempo! Pero alguna vez hay que descansar. Muy interesante el debate que se ha formado sobre lo de la píldora poscoital y las menores. Sinceremente, creo que el Gobierno se equivoca. Acabo de oír por la radio a ZP defendiendo que las adolescentes de 16 años en adelante puedan abortar sin que sus padres lo sepan. Otro error. Estoy absolutamente convencido de que a ZP le gustaría saber si alguna de sus dos hijas fuera a abortar con 16 años. Es lo normal. Nótese que simplemente digo ‘saber’, ‘tener conocimiento de lo que sucede’. No estamos hablando de decidir por ella. Sino de estar con ella. En fin, ya digo, en otras cosas ha acertado, pero aquí se equivoca por completo.

Pero yo quería comentaros otra cosa. Estamos buscando a Giampiero, un vagabundo italiano de Regia Calabria que fue agredido en Granada por unos menores y que, según la sentencia del juicio en el que él no estuvo, ha de cobrar una indemnización de tres mil euros. El suceso ocurrió en junio del año pasado. Si alguien, sea de Granada o no, sabe algo de él, por favor, que nos lo comunique.

Aquí va la historia completa

 

Giampiero Filangieri fue víctima de una brutal paliza en el centro de Granada el 8 de junio de 2008. Sus agresores, todos ellos menores de edad, fueron juzgados y condenados hace poco más de una semana. En realidad, aceptaron el castigo sin necesidad de que se celebrase la vista oral. Pero el caso aún no está cerrado. La sentencia especificaba que los procesados –o en su defecto, sus padres o tutores– debían indemnizar a Giampiero con tres mil euros.
Pero nadie sabe dónde está. Era y es un vagabundo, un ‘sin techo’. «Domicilio:sin domicilio conocido, vive en la calle», decía el informe de los policías locales que le atendieron en junio de 2008, instantes después de soportar una lluvia de golpes que aconsejó su traslado al Hospital de Traumatología de Granada.
Casi un año después, cuando la fecha del juicio se echaba encima, la Policía Nacional intentó dar con su paradero, pero sin éxito. Los agentes hicieron preguntas y recorrieron los refugios que existen en Granada para «indigentes y personas en situaciones sociales extremas». No hallaron ni rastro de él. Así que los chavales que le propinaron la paliza fueron condenados sin que la víctima estuviera presente.
Una sombra
Giampiero era y sigue siendo una sombra. Los pocos datos que se conocen de él están escritos en papeles que se redactaron días antes de que empezase el verano de 2008, cuando fue el protagonista de un suceso que causó pesar y estupor en la ciudad.
Gracias a esos documentos, se sabe que Giampiero tiene ahora mismo 29 años y nació en Regio Calabria, o lo que es lo mismo, en la punta de esa bota que es Italia, enfrente de la isla de Sicilia, en el sur atrasado pero también turístico del país transalpino.
¿Qué le impulsó a dejar su tierra y convertirse en un trotamundos, en un viajero sin brújula que va dando tumbos de aquí para allá?Los papeles nada dicen al respecto. La burocracia no es un curiosa. «Nombre y apellidos: Giampiero Filangieri. Nacionalidad: italiana. Lugar de nacimiento: Regio Calabria en 1980. Sin domicilio conocido. Vive en la calle». Esa fue toda la información que sacaron a Giampiero los agentes de la Policía Local que le auxiliaron después de ser atacado por los menores (una agresión que grabó con su teléfono móvil otra adolescente también juzgada y condenada).
Lavándose las heridas
También es cierto que el pobre Giampiero no estaba precisamente para interrogatorios aquel 8 de junio de 2008 en el que su vida esquiva y nómada se convirtió en noticia a puñetazos. Cuando los guardias se acercaron, el joven italiano estaba lavándose las heridas en una fuente. Su cara era un drama:la tenía totalmente ensangrentada. El rostro se había llevado la peor parte. La agresión había sido especialmente sañuda. Los adolescentes llegaron incluso a arrojar una bicicleta sobre el cuerpo de Giampiero. Los policías trasladaron a la víctima al Hospital de Traumatología, donde fue atendido y se le abrió una historia clínica. De hecho, tuvo que volver al citado centro sanitario en «varias» ocasiones. Los médicos tuvieron que ponerle una férula –una especie de tablilla flexible y resistente– en un dedo fracturado.
Las lesiones fueron sanando y Giampiero volvió a desaparecer. No está claro cuántos días –quizá fueron semanas– permaneció en Granada después de la paliza.
En septiembre de 2008, y a petición de la Justicia, el Servicio Andaluz de Salud emitió un informe que especificaba que las heridas que sufría Giampiero requerían unos 90 días para estar curadas. Eso, en circunstancias normales, que no era el caso del vagabundo italiano. El rastro de Giampiero se había perdido bastante antes de que se cumpliera ese plazo de 90 días.
Y eso es todo. No hay más. La biografía burocrática de Giampiero está hecha de unos mínimos retales. Demasiado poco para cubrir una vida.

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8 Comentarios

  1. Nunca entenderé como por cosas como estas la gente no va a la cárcel. O al menos, siendo menores de edad, a un reformatorio (o que se les obligue a realizar labores sociales durante un año)

    3000 euros no va a cambiar su forma de pensar y ver el mundo, simplemente hará que la proxima vez tengan mas cuidado para que no les pillen.

  2. ! Qué historia Carlos!. Siempre la realidad superará la ficción desgraciadamente. Produce un sentimiento un poco extraño, la narras como un cuento con lo cual parece que pierde dramatismo, sólo cuando terminas de leerla y compruebas que es real te das cuenta de lo dura que es. Ahora siento curiosidad por saber más de este hombre aunque lo mismo él ha desaparecido para seguir siendo anónimo y sobre todo libre o al menos es lo que prefiero pensar. Un saludo.

  3. Todo esto me da miedo.El derecho al aborto sin conocimiento de los padres;el que una niña de 12 años pueda tomar la pildora del dia despues sin conocimiento de los padres;el que unos menores le den una paliza descomunal a una persona,sea cual sea su condición social;el que otros menores maten a una niña y la tiren al rio,o al vertedero,vaya usted a saber dónde.
    Tengo un hijo de 18 años que,por suerte,es un gran chico,egoista,como todos,pero buena gente.Yo intenté inculcarle valores que se han perdido con los años.
    Tengo tres hijas de 2,7 y 8 años y tengo miedo,mucho miedo.Con Zp en el gobierno no veo a mis hijas protegidas sino todo lo contrario.
    ¿A donde vamos a llegar?
    Saludos

  4. Querido juez:
    No puede imaginar como le admiro.
    Soy un Maestro de Primaria, Psicopedagogo y Psiquiatra infantil jubilado que siempre pensó que la justicia la función principal que tiene es re-insertar y educar y Ud. lo ha sabido entender como nadie.
    En distintos ámbitos hemos-estamos luchando por lo mismo(yo 35 años que ejercí mi función docente y orientadora y ahora como abuelo): hacer que los seres humanos -aún los más marginados- sean PERSONAS.
    ¡MUCHAS GRACIAS! en nombre de muchos que conozco que pensamos como Ud. pero tenemos menos oportunidades de acceder a los medios de comunicación. Siga siendo nuestro portavoz, por favor, y no desista porque supongo que no todo es un camino de rosas, al menos yo tuve muchos disgustos -también muchas satisfacciones con alumn@s y p-madres agradecidos- en mi vida profesional que siempre estuvo encaminada a hacer PERSONAS.
    Siga así -por favor- que la sociedad le necesita más cada vez.
    Cordiales saludos con mi más profunda admiración por su valentía.

  5. Podríamos saber más datos acerca de su aspecto físico? Por desgracia, hay más de un \"sin techo\" en la ciudad de Granada y alrededores… una descripción más allá de la edad podría servir de ayuda. Ojalá se le encuentre y reciba esa indemnización.

  6. Pienso que Giampero no aparecerá nunca porque va a quedarse ahí- como una cicatriz- en nuestras conciencias.
    Éste es el verdadero fracaso educativo que me preocupa, que se traduce en conductas contra la propia especie de la que nos excluimos a veces. No sé si los chicos que lo hicieron, grabaron o presenciaron pasivos, tienen un buen rendimiento escolar, pero algo falla… algo importantísimo falla por encima del nivel académico.
    Ojalá el vagabundo, desde dondequiera que esté, sea capaz de albergar el perdón que ha de reconciliarnos con nosotros mismos.

  7. Hola, reponsables del blog:
    Entiendo que la condición de escribir el «Security Code» que aparece cada vez que queremos participar en el blog es una condición que obedece a un motivo razonable. Bien. Lo que no me parece tanto es que algunas veces los número aparezcan tan dudosos y pocos claros que parece que estamos haciendo algo prohibido o clandestino. ¿No surte el mismo efecto si los caracteres son algo más claros? Os aseguro que he tenido que probar varias veces para conseguir «meter» mi comentario.

  8. Sera difícil que encuentren a Giampiero Filangieri, por que no mandan a los padres con los chicos que le dieron la paliza a Regio Calabria –Italia, que sean ellos los que busquen a sus familiares, les expliquen lo que paso, que les pidan perdón y les entreguen el dinero personalmente.
    La juventud de la que tanto nos quejamos esta educada por nosotros, algo habremos hecho mal los padres,…. Solo salimos a la tarima cuando el hijo es modélico, para presumir de lo bien que le hemos educado, cuando algo se tuerce, es mas fácil culpar a los amigos, a los políticos, al vecino de enfrente.

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