Hijos tiranos

Hola, soy Morán. No por esperado es menos dramático: impresiona la gran cantidad de gente que está teniendo graves problemas de convivencia con sus hijos adolescentes. Algunos de esos padres se están dirigiendo a este blog para pedir consejo a don Emilio. No hay varitas mágicas. Cada semana, asisto como espectador a juicios por agresiones de hijos a padres, algunas de ellas, espeluznantes. El fenómeno afecta a todas las clases sociales. Incluso yo diría que se ceba especialmente con las familias que tienen un nivel medio, medio-alto. Si escarbas un poco, te das cuenta de que hay miles de afectados. Es una verdadera epidemia. Lo difícil es encontrar a alguien que no sepa de algún familiar o amigo que esté pasando por este calvario. En mi círculo, conozco tres casos.

El otro día escribió en este mismo blog una experta suiza que trabaja con estas familias en Suiza. Lleva ¡15! años en la brecha. Está pasando en toda Europa y empezó antes que en España. Es tremendo. Las autoridades deberían tomar nota y empezar a organizarse antes de que el tema vaya a más aquí. Que copien lo que se está haciendo en Suiza si hace falta. Hacen falta mediadores, una especie de ‘padres de emergencia’, que ayuden a los ‘titulares’ a desenredar la madeja, a aprender a poner límites a los hijos tiranos.

Seguro que todos pensamos a ‘mí no ve va a ocurrir’, pero está pasando. Y sería bueno tener a quién recurrir cuando suceda. No estoy hablando de los jueces de Menores: que ya están ahí, luchando en la línea del frente contra la epidemia. Ellos actúan cuando hay denuncias de por medio, pero sería bueno tener herramientas para no llegar a ese punto tan doloroso.

En fin… un saludo a todos.

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17 Comentarios

  1. quien lo iba a decir de los suizos, con lo tranquilos que parecen. Será por que tienen mediadores?

  2. También yo por mi profesión observo esa tiranía infantil y adolescente, menos mal que no en la mayoría. Estoy convencida de que no es un virus sino el producto de una moda que se ha ido implantando: la de que los niños no se «traumaticen» si no tienen lo que piden, TODO. Y cuando se han acostumbrado a tenerlo todo ya es tarde para decir que no. Para que no molesten se les compra última tecnología que los mantiene entretenidos y aparentemente en actitud pacífica. Es una pescadilla que se muerde la cola.

    De todas formas, la ley no está ayudando precisamente. No digo los jueces, que solamente han de aplicarla, me refiero a lo legislado recientemente.

  3. En ARG, si bien los niveles de violencia son monstruosos, la violencia de los menores no es la que más se da. Veo que en Europa hay muchos problemas con esto. Porque será?

  4. Hemos querido educar a nuestros hijos completamente distinto a como lo hicieron nuestros padres con nosotros, y hemos pasado del autoritarismo de ellos al «compadreo» y al «querer ser sus amigos», importandonos más su relación como amigos que su respeto como hijos.

  5. Para otra Granaina. Si aqui son muy pacificos, cultos y cumplidores de la ley, sabe porque? porque la ley es dura y quien la hace la paga.Ejemplo..si usted por conducir bebido y es reincidente y tiene que ir chirona, trabaja de dia en su empresa u oficio, a las seis de la tarde debe de estar en chirona y ademas pagarse los gastos que ocasiona, dormir agua que consume para el aseo etc sabados y domingos paga mas porq

  6. Si los suizos tienen mediadores y las leyes las hacen cumplir por la buenas o por las malas, Ejemplo…….si la policia pilla a un conductor ebrio reincidente. juicio y chirona. De dia debe de trabajar en su oficio y por la tarde en chirona a dormir. Se debe de pagar los gastos de chirona 10 francos diarios y sabados y domingos por pension completa 15, asi no pierde su trabajo y la sociedad no paga las consecuancias de su idiotez. aprenderemos?

  7. Cuando vendía en mi comercio teléfonos móviles tuve la oportunidad de darme cuenta, en más de una ocasión, de que, efectivamente, hemos perdido el norte. Por supuesto, ´no se puede generalizar, pero el porcentaje de niños tiranos, en mi opinión, es «peligrosamente» alto. Yo tengo 35 años y sé lo que es ser adolescente y tener las hormonas revueltas y creer que lo sé todo. Pero de ahí a la falta de respeto y de empatía hay un abismo. Mis padres no me hubieran permitido bajo ABSOLUTAMENTE NINGÚN CONCEPTO, una situación de este tipo:
    Un caso: Una mujer le compró a su hijo un móvil como regalo de Reyes, eligiéndolo él, que venía con su madre, que costaba más de 400 euros. No creo que tuviera más de 14 ó 15 años. Cuando lo tuve listo lo cogió y se fué dejando a su madre pagando y recogiendo la caja vacía. Su madre, mientras el hijo estaba saliendo, le dijo, fingiendo enfado: «A ver si «me» lo vas a perder, como «me» has perdido los otros dos este año!!!». El hijo salió sin ni siquiera contestarle, y sin decir ni adiós. Sobran los comentarios, ¿verdad?
    Otro caso: Una vez vino una mujer con su hijo para comprarle un móvil, yo creo que tendría unos 12 ó 13 años a lo sumo, y el chico fue directamente a uno y le dijo a su madre: «Quiero este». Su madre lógicamente me preguntó el precio y cuando se lo dije abrió los ojos de par en par y le dijo a su hijo: «Cariño, ese teléfono es muy caro. Mira ese de ahí se parece mucho al que te gusta». Me preguntó el precio y puso cara de aliviada cuando vió que valía casi la mitad que el otro. La señora intentaba convencer a su hijo de que no necesitaba un móvil tan caro, además se notaba que a la señora no le venía nada bien gastarse tanto dinero en eso. Su hijo iba poniendo cara de fastidio. Para mi la situación de estaba volviendo violenta. Hasta que al fin el chico, con la cara encendida, supongo que por la furia que sentía de que su madre le pusiera tantas pegas, dijo tajantemente mientras señalaba el teléfono enérgicamente: «¡¡¡He dicho que quiero este y quiero este!!! ¡¡¡Y ya está!!!». Su madre bajó la cabeza, sacó la cartera y le dijo: «Vale. Te lo compro. ¡¡Pero las cosas no son así!!».
    Imaginaos mi cara de desconcierto… Si no son así las cosas, ¿¿por qué se lo compras?? Creo sinceramente que esta señora hacía años que había perdido la guerra en este sentido. Pero, ¿cómo empezó a perder la guerra?, ¿cuándo?. En mi opinión, este chico ha recibido pocas, por no decir ninguna, negativas en su vida y está acostumbrado a tener lo que quiere cuando quiere, aunque tenga que patalear hasta conseguirlo. Y me da pena. Y miedo. Cuando este pre-adolescente sea adulto y vea que para conseguir algo hay que priorizar, ser paciente y sacrificarse, va a pensar: » Esto no es lo que me han enseñado». Si no tiene un carácter fuerte, es posible que sea una persona con tendencia a la depresión, inseguro de sí mismo, incapaz de tomar decisiones en momentos cruciales, etc… Si, por el contrario, tiene un carácter impetuoso, es posible que intente conseguir lo que quiere por todos los medios, que es lo que ha visto desde niño. La diferencia es que las pataletas se han convertido en violencia. Otra gran diferencia es que es posible que lo que quiera ahora sea una persona. A una mujer, por ejemplo…

  8. no creo que haya que dramatizar tanto…. Gracias a Dios los casos que contais son una minoría, y creo yo que los culpables son los padres, que por no tener que ocuparse de los niños les dan lo que quieran con tal de que no molesten. Aquel o aquella que ha tenido un hijo, sabiendo lo que significa y seguro de quererlo, prefiere «perder» el tiempo en educar que «ganarlo» comprando….

  9. Ese es otro gran tema Naipe: «Aquellos que han tenido un hijo, sabiendo lo que significa y seguros de quererlo».
    Hay mucha gente que tiene hijos porque toca tenerlos (no digo que sea mayoritariamente así, pero pasa bastante), como toca tener novio, casarse, bautizar a los hijos, etc… (además la «sociedad» te empuja a ello), sin plantearse si eso es lo que realmente quieren en ese momento. La vida para muchas personas funciona por inercia. Que esto pasara en los tiempos «pre-constitucionales», como dice Emilio, lo entiendo, ¿pero hoy en día?. ¿Qué hay de malo en que una pareja decida NO tener hijos? Si a veces, viendo lo que vemos, vale la pena que sea así. En estos tiempos «post-constitucionales» la mujer también trabaja y tiene menos tiempo para los hijos, y los hijos, si se tienen de esa forma (porque toca), al final molestan. Me refiero contínuamente a la mujer porque el hombre es posible que en algunos casos ya esté dando el callo, pero no es lo normal, sus «horarios» prácticamente no cambian cuando crean una familia (hablo en general).
    Sin ir más lejos una amiga mía (abogada, que trabaja por su cuenta), a la que no le han gustado nunca los niños (ya sé que no tiene nada que ver), me dijo que estaba embarazada y sorprendida le dije que no me lo esperaba y me contestó que como en ese momento estaban bien económicamente y sin demasiados gastos, pues habían decidido tener un hijo. ¡¡Una inversión vaya!!
    De todas las explicaciones que me han podido dar en esta vida a la pregunta de por qué quieres tener un hijo, esta es la más absurda. ¿Pero es que acaso cree que sólo con dinero va a educar a su hija?. ¿Que sólo con dinero va a hacerla feliz?. ¿Que sólo con dinero va a suplir el tiempo que no está con ella?. ¿Que sólo con dinero va a hacer de ella una buena persona?.
    Perdonad los sermones que suelto, pero es que me indigno con facilidad y aquí he encontrado una vía de escape. xD!! Si no me queréis leer más por aquí lo entenderé jajaja

  10. Isabel, como tu amiga existen muchas, desgraciadamente no es un caso aislado.
    Yo también entiendo que hoy en día la mujer trabaja, y lo entiendo porque soy mujer, trabajadora y madre, pero es que si quieres una cosa tienes que sacrificar otras, en el caso e realmente querer un hijo, ya no es sacrificar, pues realmente la palabra no es esa, sino que tus prioridades cambian por completo y antes del «yo» está el niño o niña.
    Yo tenía durante mucho tiempo un trabajo y un horario que no era el apropiado para criar hijos, por lo cual, y ainque estba deseando tuve que esperar hasta que mi situación laboral cambiara y poder dedicar a mi hijo el tiempo que necesita, porque cuando tienes un hijo es para criarlo, educarlo y disfrutarlo Tú, no los abuelos, profesores, niñeras, guarderías etc.
    En fin, sigo diciendo que todos los niños, sin exepción son buenos cuando nacen, lo malo se lo enseñamos los adultos cuando queremos deshacernos de ellos. Y después vienen las quejas….

  11. Me parece un tema consecuencia de la sociedad en la que vivimos.
    La mujer se ha incorporado al mercado laboral, ganamos más, tenemos más dinero, menos tiempo para dedicarle a la familia y los hijos, pagan el pato.
    Niños sin la vigilante mirada de los padres que se van criando con personal de servicio, o solos. Niños a los que se le compensa la falta de atención colmándolos de todos los caprichos. Niños mal educados, consentidos y SIN LIMITES.
    No, señores, no acudamos una vez más a las autoridades para que resuelvan NUESTROS problemas, seamos responsables de nuestra vida.
    Ya sé, no es fácil, pero habría que intentarlo.
    La dejadez que veo actualmente en los padres con respecto a la educación de sus hijos me estremece.
    A lo mejor habría que plantearse que si uno no dispone del tiempo necesario (y no hablo de dinero) no habría que tener hijos y que nadie se rasgue las vestiduras ante tal afirmación.
    He sido madre trabajadora, aunque con una jornada (de 8 a 3) y apoyo de los abuelos y mis dos hijos, mayores ya, jamás han elevado la voz en casa. No son chicos perfectos, ni han sido estudiantes perfectos, pero tienen EDUCACION y saben de respeto, de límites, de normas. Eso sí, me lo he currado.

  12. Morán: te impresiona el número de adolescentes que agreden a sus padres ¿verdad? pues prepárate, que la cosa está empezando.
    Me dedico a la enseñanza y no puedo dar muchas pistas por razones obvias, pero tengo que hablar con muchos padres de menores… «con los que ya no pueden» sus papás.
    Hace pocos días, al padre de un angelito de 4 años que se ríe de la maestra, insulta, agrede o se escapa de cualquier castigo, le expliqué, tras su declaración de impotencia para «hacer vida de él», algo que había oído en una de las varias charlas de D. Emilio a las que he tenido el privilegio de asistir: el número elevado de niños agresores denunciados por su familia en un año determinado.
    Me atreví a advertirle del riesgo que corren de terminar ellos mismos siendo los agredidos por su hijo, y la reacción del padre pudo haberme costado un disgusto. A pesar de mi larga experiencia en el mundo de la educación (más de 30 años) y mi cargo actual, precisamente en tareas orientativas, me acusaba de que no comprendemos al menor y creemos que es una fiera.
    Sólo me quedó una respuesta: «si estoy equivocado puedo ser un estúpido y un atrevido, pero como el equivocado sea usted, vamos a fracasar todos y usted el que más…»
    P.D.- Tengo que añadir que el niño es un angelito de 4 años, graciosísimo, por otro lado. Se trata, precisamente, de evitar que se convierta en eso, en una fiera.
    No sé si sois conscientes de la impotencia que se siente en el mundo de la educación cuando toda la sociedad apela a ésta como prevención de sus males ¿con qué herramientas podemos educar…?
    Por fortuna esto es un caso aislados, pero van abundando… y se los ve tan ciertos…
    Saludos.

  13. Estoy con vosotros, con Isabel en particular por sus argumentos y con José Mª, al que acabo de leer. Padres y madres están pidiendo -y se les concede- más días, más horas de escuela. En las vacaciones, más posibilidades de campamentos y actividades que mantenga a los hijos/as alejados sin dar la lata.

    Sí, el trabajo de ambos progenitores es una buena excusa, pero he criado dos hijas en solitario y nunca les faltó cariño, pero tampoco les faltó austeridad ni enseñarles los dientes cuando ha habido que hacerlo. Así que el trabajo como coartada no me vale.

    Ahora me viene a la memoria una noticia que he leído hoy, en que condenan a pagar a un padre 1.000 euros por haber llamado mafiosos a los profesores que suspendieron a su hijo. Ahí sí que aplicaría yo una condena EJEMPLAR, del estilo del Juez Calatayud. Nada de 1.000 euros: un mes entero acudiendo al aula de su hijo, quieto y callado, a ser posible invisible a ese hijo, y que viese lo que pasa, el esfuerzo de esos profesores y su agotamiento al final de la jornada, porque el trabajo profesoral es uno de los menos agradecidos: El «cliente» se resiste a los servicios que se le ofrecen, cosa que no ocurre con la abogacía, la medicina, la fontanería y otras mil profesiones.

  14. A ver Naipe y Fabrisa, creo que no me he explicado bien. Yo también trabajo y mi horario es de 10:00h a 13:30h y de 17:00h a 20:00h. Mi hija, de 3 años, aún va a la guardería y ella hace allí el mismo horario que yo en el trabajo. El negocio es propio así que tengo flexibilidad si se pone enferma o si surge cualquier otro imprevisto. También tengo más responsabilidades. ¿Os parece horrible que ella esté alli «tantas» horas?. A mi no. Pero porque veo que es una niña feliz. Le imponemos las mismas normas que le impondríamos si yo no trabajara. Por suerte parece que estamos saliendo ya de la «pequeña adolescencia» y ahora es otra vez una niña encantadora todo el tiempo, pero ha sido agotador. Yo sabía que tener un hijo implicaba estas cosas, no la hemos tenido porque tocara tenerla, no me puedo quejar. Además es todo un placer hacerlo, porque lo más importante hoy en día para mi es mi hija, y que sea feliz, y eso implica que tenga una buena educación, porque ser feliz no es tener cosas. Cuando damos tanta permisividad (en todos los aspectos) es o por dejadez o porque nos sentimos culpables. Y yo no me siento culpable.
    Por supuesto, nos hemos planteado que a partir del curso que viene, en el que mi hija saldrá a la cinco del colegio vamos a tener que cambiar mi horario, ya que llevarla a las 9 de la mañana y no estar con ella hasta las 8 de la noche (se quedará al comedor) ya no es normal ni justo para ella por muy contenta que fuese. Saldrá a las cinco e iremos al parque o haremos más cosas juntas (tengo unas ganas!!).
    Estoy muy, muy unida a mi hija y siento lo mismo por su parte, es todo lo que necesito para saber que no lo hago tan mal, a pesar de las «restricciones». Siento una complicidad con ella que no cambiaría ni por todo el oro del mundo.
    Lo que quiero decir con todo este rollo es que no por «estar» más tiempo con ellos se les «dedica» más tiempo, e incluso a veces no todo el tiempo dedicado es fructífero.

  15. Hola a todos. Yo soy hijo de una familia padres en los cuales ambos trabajan. Mis padres tienen un negocio propio. Mi hermana mayor fue la hija por accidente. Mi hermana odia a mi madre, y mi madre odia a mi hermana, y así sucesivamente. Mi hermana fue y es hija tirana, pues hace y deshace con las emociones y sentimientos de mi madre (y siempre obtiene lo que quiere). Mi hermano menor, es alcohólico, hedonista, y hace literalmente lo que quiere. Yo, cuando era menor, fui maltratado físicamente por mi padre a nivel de educación elemental. Mis padres estuvieron siempre en su trabajo, mi hermana con sus amistades, y yo, tenía que cuidar de mi hermano menor. Yo, por mi parte, crecí solitario y silencioso. Procuraba no generar problemas, para evitar violencia contra mi. No expresaba mi opinión, mis sentimientos, mis necesidades. Nada. En pocas ocasiones (en mi adolescencia), llegue a pedir o a exigir algo, porque realmente nunca sentí que lo mereciera. Mi padre solía decirme que él no me daba su afecto porque yo no había hecho absolutamente nada para merecérmelo. Cuando mis padres llegaban del trabajo, la convivencia familiar era la televisión: extraños sentados frente a una secuencia de imágenes, sin intercambiar palabras, ideas, ni sentimientos.
    Recientemente, tuvimos un conflicto, y ellos me exigían que confiara en ellos, y que les contara todos mis problemas, y me estuvieron restregando, en el mismo instante, todas las cosas «malas» que he hecho en mi vida, a demás de mi «no comunicación». Les dije que no quería habla al respecto, y ellos procedieron a alzar la voz (no me habían alzado la voz desde la escuela elemental), entre otras cosas. El autoritarismo falló ese día, y la razón dejó de existir. Yo me fui de la casa, y él me echó de la casa, las dos cosas al mismo tiempo, y el mismo día. Desde entonces, mi vida cambió, pero sin embargo, sigo adelante. Las cosas no han marchado bien (en cuanto a mi relación con ellos), pero al menos vivo más tranquilo, sin vivir a las sobre-espectativas de mis padres, no permitiendoles que me lastimen, ni me chantajeen emocionalmente.

    En reuniones con ellos me dijeron que era un hijo tirano, y que tengo un corazón de roca. Yo me conozco a mi mismo, y me he conocido siempre. Y se que jamás he sido de esa forma. Al contrario, tengo una empatía demasiado grande, y siempre hago todo lo posible por no lastimar a las personas. Inclusive a las personas que me lastimaban (fuera de mi casa), me daba lástima hacerles daño, porque sabía que podía hacerlo, y que les dolería (en 1 o 2 ocasiones llegue a hacerlo).

    Yo me quedé consternado ante tal acusación, y por eso me puse a investigar sobre hijos tiranos, y considero yo que al menos no soy eso.
    Luego me empezaron a aventar sermones sobre «las jerarquías», y cosas así.
    Yo considero que el solucionar el problema de los hijos tiranos, y el asunto de establecer «jerarquías», es adecuada para hijos menores. En jóvenes adultos no creo que el asunto de las jerarquías sea tan indispensable, y menos la disciplina. No soy un anarquista, pero sí considero que tus hijos cuando crecen, los debes de tratar como tus iguales, hasta cierto punto (inclusive, es preferible tener a tu hijo de mejor amigo, que de hijo). Claro, que si no le quieres comprar algo, pues le dices NO y ya, así de fácil. Quizás no saben las mismas cosas que tu, pero son igual de inteligentes que tu, y pueden comprender cualesquier situación. El establecer «disciplina» sin justificarla propiamente (o justificarla con premisas falsas), el dar castigos arbitrarios y sin sentido, la falta de comunicación, la falta de honestidad, y la negligencia ante los problemas, creo que son los ingredientes para el fracaso de una familia (como la mía, en mi muy personal caso). Si alguien le sirve esta información para salvar su familia del desastre, entonces este comentario habrá valido la pena.

  16. son muy bonitas tus palabras pero no tienen mucho sentido yo soy madre de una adolescente de 18 años y no quiere estudiar se estaba en el instituto a pesar de no querer asistir lo hacia por que yo la obligaba un día había reunión con su profesora y su padre fue a esa reunión con mi sorpresa que mi esposo pidió la baja voluntaria del centro yo no me lo podía creer ahora esta en casa sin hacer nada nada es nada pues ni me ayuda a las tareas de la casa y no tengo ningún apoyo de mi marido para que cambie esta situación
    es mas se pone violenta con migo cuando la pido que AGA algo y me insulta llamándome todo lo peor que se puede llamar a una madre lo que mas entristece mi alma es ver como su padre esta en muchas de esas ocasiones en las que me agrede verbalmente y se posiciona de su lado o otras se queda callado o me dice que no se lo tome en cuenta que es una adolescente que no piensa yo no se por que estoy escribiendo en este blog pero al ver el tema he tenido la necesidad de desahogarme .

  17. Lamento no estar de acuerdo con la mayoría de opiniones aquí expuestas, pero, espero que lo que les voy a contar, arroje alguna luz más en este tema tan duro.
    Tengo 41 años, y llevo 12 años separada del que fue mi maltratador. Mis dos hijos, ahora tienen la mayor 18 años, y el pequeño, 14. He pasado muchos apuros, por trabajar solo media jornada, y poder ser madre, que no amiga. He sido dura, mas no tiránica. Desde niña, mi hija, bien pequeña, llegó a decirme que a mi nunca me había querido porque yo no le daba todo lo que quería. Con nueve o diez años, ya me controlaba dónde estaba, todo muy sutilmente,y me amenazaba con suicidarse si no volvía inmediatamente (solía estar trabajando) Durante horas y horas, dialogaba con ella, y conseguía que pensase sobre su actitud. Su control, era relativamente normal, puesto que en la calle,es una niña normal, divertida, es responsable,trabajadora, etc.
    El pequeño, por el contrario, siendo los dos mis hijos, y habiendo sido educados en el mismo ambiente, bien pequeño, pedía juguetes a los reyes magos para los pobres (lo comento como mera anecdota).
    Ella, si me veía enferma, me ridiculizaba, si alguien me hacía una faena, ella se «arrimaba» a esa persona…
    Con doce años, lo comenté en el instituto, y me dijeron, que la idea que tenían era que yo maltraba a mi hija…..Solicité ayuda,y no hay absolutamente nada.
    A los 16 años, dejó de estudiar,y le dije, que si no estudiaba, a trabajar. Actualmente está trabajando. Y se echó novio.
    Quiso que yo fuese la sirvienta de los dos, a lo que me negué. Los padres de este chico,les permiten comportarse como si fuesen un matrimonio, y yo impuse límites y normas. Dejó de venir con nostros de vacaciones,desaparecía durante dos días, y se iba a casa de los padres del novio, que además, me decían que la controlaba yo.. vamos,que con 17 años, mi hija dormía con su novio cuando le daba la gana.
    De pronto, empezó a insultarme gravemente: hija de.. asquerosa,a ver si te mueres, te tengo un asco que no te puedo ni ver y me dan ganas de vomitar.
    El pequeño, era amenazado por ella continuamente, pero, en ningún momento ha tenido una actitud parecida.
    Avisé varias veces, de que si no cejaba en su actitud, con 18 años, lamentandolo mucho, se tendría que ir de casa, y me decía, que la tendría que sacar de los pelos, que mi obligación era aguantar lo que le diese la gana..
    En definitiva, me pegó, y la eché de casa. Mi madre, machista donde las haya, justifica las agresiones, porque ella miente. Cuenta que le pegaba palizas, que la tenía abandonada, etc…
    He criado yo sola a los dos. Les he dado amor a los dos por igual, inclusive más a ella, porque su comportamiento, al principio lo achacaba a falta de atención o cariño.
    El pequeño, dice: jamás te pondría la mano encima,eres mi madre!
    Me considero solidaria, han visto mi voluntariado en ciertas situaciones, y de pequeños, les enseñé a los dos, a que hay niños muy pobres, y no tienen ni lapiz ni papel, asi es que no escriben cartas a los reyes, y había que ceder los juguetes nuevos, que no se usaban para ellos. Sólo son pequeños detalles sobre como he actuado como madre, con ambos, y una me odia y el otro, me trata con respeto, a pesar de ser un adolescente contestón, como es lo normal.
    Mi hija, me llama, no para pedir disculpas, sino para decirme que si ha actuado así, algo habré hecho yo. Le pido explicaciones, y no sabe darme ni una sola razón.
    La única vez que me ofrecieron ayuda,fue diciendome que teníanque ver en qué he fallado yo. Y seré sincera, yo, ya me he cansado de culpas que no tengo, porque no soy perfecta, pero si tengo dos hijos, y uno, ha aprendido solidaridad, empatía, es cariñoso, y respetuoso, por qué la otra es violenta conmigo??? Creo, que no. Que la culpa no es de los padres ni de la educación ofrecida. Creo que lo social, a ciertas edades es mucho más importante que el hogar, y lo general es violencia, faltas de respeto, y hedonismo por doquier.
    Espero, que mi caso, al menos, les sirva como reflexión para no condenar a todos los padres. No es de justicia.
    Un saludo

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